Capítulo 19

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—Solo te advertimos —Dijo Chaeryeong—. Que tengas sumo cuidado... —Y uno a uno lanzo una mirada de odio a Lia antes de darse media vuelta. 

Ryujin fue la última que se quedó frente a ella.

—¿No piensas decirme nada?

—Mmm —Esta negó con su cabeza—. Yeji es libre de hacer lo que quiera...

—¿Lo dices en serio?

—Si... pero tú y yo tenemos un asunto pendiente.

A unos metros Iván llamo a Ryujin que se apurara.

—¡Por dios! Sigues con eso —Reprocho Lia.

—Yo no dejo a nada a medias Choi... ya verás, serás una más de mi lista —Y dicho esto le guiño uno ojo.

—¡Ashh! —Se quejo viendo como Ryujin se alejaba para unirse al resto.

¡La detestaba! Incluso más que a las admiradoras de Yeji. Pero... ¿ella sería capaz de traicionar a Hwang? No se por qué llego a pensar que Ryujin también la dejaría en paz. Por lo visto el hecho de que Yeji aceptara que la amaba ante todos solo empeoro más las cosas.

Ya se había dado por vencida. Parecía que alguna jugarreta del destino no le permitía encontrarla. Algo irónico, era normal toparse con ella todo los días, pero justo cuando más deseaba verla, simplemente había desaparecido. 

"¿Dónde estás?"  Menciono en voz baja mientras miraba a todos lados. Veía a varias chicas, chicos, profesores e intendentes. Se había topado con media escuela, a excepción de ella.

Entonces... seguía sin verla. "Rayos..." Dijo empezando a molestarse. Y fue cuando tocaron su hombro. La pelinegra se volvió rápidamente con un gesto de enojo.

—¿Que? —Al ver esos ojos de frente su ira desapareció, sus músculos se relajaron y una sonrisa se posó en su rostro—. Hola... —Respondió Lia viendo las pupilas de Yeji.

—Hola... —Ambas se miraron directo a los ojos, sin dejar de sonreírse como tontas.

—Te estaba buscando —Mencionaron las dos al mismo tiempo, Lia bajo su cabeza.

La pelinegra sonrió, cierto, ya no tenía esa imagen de su cita, ese cabello lacio ni ese vestido azul, ahora seguía siendo esa Lia de la que se enamoró. Y le gustaba igual.

"La de lentes, la pasada de moda, la aburrida, la intelectual..."

—¿Y... que sucede? —Hablo Choi un poco tímida.

—Mmm... me gusta estar contigo, aparte... —Calló, ella misma dijo que no la presionaría.

—¿Aparte? —Pregunto Lia arqueando una ceja.

—Bue... yo... quería invitarte a comer... hoy.

—Lo siento —Haciendo un puchero—. Pero trabajo.

—Cierto... —Asintiendo.

—Pues... pasare a verte, ¿te molesta?

—No, me encantaría —Sonriendo.

Era como si fuera obligatorio sonreír después de mencionar algo. Al menos ellas parecían hacerlo obligatorio... no, las sonrisas fluyen naturalmente, solo expresan lo feliz que se siente al estar juntas.

—Excelente...

Ni una sabia que decir, no era necesario en ese momento, era cuestión de sonreírse, mirarse, volverse a sonreír y volverse a mirar. Lia estaba bastante perdida en los ojos de Yeji, ni siquiera reprocho cuando esta le tomo su mano. 

Para la pelinegra el hecho de sentir esa piel suave de Choi la hacía sentir cosas maravillosas. No mariposas en el estómago, no, cosas maravillosas, de esas que te ponen de buen humor. Alegría pura.

—Hum... Yeji... —Poniéndose bastante roja—, creo que... —Viendo alrededor suyo.

—¿Que sucede? —Sin percatarse que varios jóvenes se encontraban observándolas. Ya tenían bastantes minutos sin moverse de ahí.

—¿Po... podemos irnos?

—¿Como? —Sin entender, entonces giro su rostro hacia la derecha, y comprendió la sonrojes de Choi—. ¡Bahh! ¿Que no tienen nada mejor que hacer? —Se quejo Yeji, sin soltar a Lia empezó a caminar.

—¿A dónde vamos? —Dejándose llevar por la pelinegra.

Yeji paro en seco después de unos cuantos pasos, se volvió para ver a Lia de frente.

—Eh... no lo sé, fue el momento —Rascando su cabeza.

Choi rió en voz baja. A veces Hwang parecía una niña.

—Tengo que irme —Dijo Lia, aunque no lo deseara.

—Pero... pero... yo —La miro directo a los ojos—. Casi no nos hemos visto hoy... quiero estar contigo.

—Y... yo también —Sonriendo—, pero debo irme...

—Bien —Resignada—. Al menos deja que te acompañe hasta tu auto.

—Correcto —Mostrando una sonrisa tierna, esa que suele derretir a Hwang.

Esta vez Choi la tomo de la mano, para así caminar hasta el estacionamiento. Se detuvieron frente al carro de Lia. Aun no querían despedirse, Yeji pensaba decir una tonta excusa para retenerla, tan si quiera cinco minutos más a su lado.

—Y... ¿qué tal tu fin de semana? —Pregunto la pelinegra.

—Grandioso, no pudo haber sido mejor —Respondió.

—¿Ah si? —Como la que no sabe.

—Aja... el sábado tuve una cita con alguien especial.

—Oh —Evitando emocionarse—. Pues... yo también la pase muy bien...

Yeji se acercaba lentamente, Lia retrocedía pero su auto detuvo el paso, Hwang la tenía acorralada. Esta mordió su labio inferior, observo como la pelinegra eliminaba la distancia entre ambos rostros. No había forma de escapar, estaba a punto de besarla de nuevo.

Cerró los ojos para después sentir los labios de Yeji sobre los suyos. Era un beso lento pero dulce, como de los buenos días... o tardes en su caso. Le estaba correspondiendo de la misma forma, sintiendo la textura de su boca, la cercanía de su rostro, era una buena sincronía, y a Lia la dejo en otro mundo.

—¡Cof... cof! —Escuchando una tos seca a su lado.

La pelinegra abrió sus ojos y observo a Winter. Detuvo el beso y separo su rostro. Lia aún tenía los ojos cerrados. Seguía soñando en ese momento.

—... —Yeji simplemente miraba con reproche a la chica rubia.

—Maldita sea, consíganse un hotel —Reprocho ésta cruzándose de brazos—. ¿O que... no me digas que besa mejor que yo? —Riendo de manera irónica.

—La verdad si... —Respondió la pelinegra con una sonrisa, Lia abrió sus ojos y se topó con esa mirada felina.

—Ash... me dan nauseas —Se quejo Winter alejándose.

Había sentido unos celos enormes al ver a Yeji besarse con Lia. No le importaba, interrumpió ese momento. Choi bajo su mirada, poco a poco estaba dejando de ser ella. Sus emociones por Hwang eran demasiado. ¿Pero qué hacer? Aun no estaba segura que eran exactamente.

¿Novias? No, ninguna ha dicho nada. ¿Amigas con derecho? ¡No! ¡Nunca! No se besarían de vez en cuando solo porque a la pelinegra le plazca. "Si, si quiero ser tu novia". No, si quería pero no quería. Vaya que confusión.

—Debo... debo irme —Abriendo la puerta de su auto.

—Ah... cla... claro —Desconcertándola, retrocedió un poco—. ¿Nos... nos veremos esta noche, cierto?

—Seguro... — Respondió

Entrando a su auto, Yeji se alejó aun más, miro como Lia introdujo la llave y encendió el coche. Lia le hizo adiós con su mano, Hwang simplemente se quedó parada. "No la presiones Yeji, no la presiones..."

La mujer que no soñé jamás (YEJISU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora