Luisa
02 de octubre.
El frío se cuela por mi cuerpo y a diferencia de otras veces no creo que sea tan malo empezar este día de esta manera, bueno no diría empezar, ya que casi son las doce del mediodía, pero considero que es una buena forma de iniciar el día. En fin, a pasado un mes desde que la persona que me trajo al mundo está en la cárcel y la odiosa que se obsesiono con Adam lo esta también, aunque debo de decir que ella no se quedó completamente tranquila luego de ello, lo cierto es que siempre busco un tipo de contacto con Adam, pero él no desea verla, no al menos ahora, no puedo decir algo al respecto porque cada persona toma las decisiones apropiadas para las cosas.
Si Adam lo desea puede terminar este capítulo teniendo una conversación con ella, pero si no desea hacerlo esta en todo su derecho. Lo cierto es que hay algo más que destacar en este día, pero supongo que eso debería de mencionarlo o pensarlo en otro momento porque creo que debo hacer algunas cosas primero. Bajo de la camioneta de Adam y él hace lo mismo, observo la fachada del lugar y pienso que no es un bello lugar para visitar, pero lo cierto es debía de hacerlo así que no tengo nada que decir al respecto. Adam me toma de la mano y caminamos seguros hacia el lugar, no tardamos demasiado en ubicar el lugar porque recuerdo de memoria el camino, ya que solía venir en muchas ocasiones aquí, claro cuando me escapaba de casa.
Permanecemos parado frente al lugar, mi mirada va hacia la tumba de mi padre y debo soltar un suspiro porque con solo verlo tengo unas inmensas ganas de llorar, supongo que nunca seré lo suficientemente fuerte para poder soportar todo el dolor que tengo dentro. Me gustaría al menos aprender a hablar de él sin llorar, pero me temo que eso es algo imposible para mí, mi corazón no resiste recordarlo y me duele que empiezo a olvidar su voz, no recuerdo como se sentía ser cargada por él, pero si tengo vagos recuerdos que me hacen saber que siempre me amo. Ser consciente de que puedo olvidar ciertas cosas que viví con mi padre me hace sentir un nudo en la garganta, pero supongo que es algo que no se puede evitar.
—Buenas tardes, papá—saludo—, ha sido un tiempo desde que no te había visitado, espero eso no te moleste—me disculpo como si pudiera escucharme—. Hoy estoy aquí porque quiero darte una gran noticia y, además deseo que conozcas a una persona—comento y me detengo un poco porque deseo llorar—, hay una noticia triste que quisiera que conocieras, hace un mes perdí a mi bebé, no es algo que pueda tolerar sin desear llorar—le cuento—, pero al menos espero que en el cielo o en el paraíso donde te encuentres puedas cuidarlo por mí, eso sería un gran alivio para mí—le pido —.Quiero que sepas que hoy es un día que hará que mi felicidad comience, papá, conocí a un gran hombre y voy a casarme con él—le relato lo que sucede—, pero claro quería que lo conocerías—agrego—, él es Adam Daft, espero que donde sea que estés lo apruebes porque él me hace muy feliz, además de que es un gran hombre.
He de escucharme completamente loca al estar hablando con una tumba, pero es lo único que puedo hacer porque es un hecho de que no podré volver a hablar con mi padre, al menos no en esta vida. Le echo un vistazo a Adam, pero contrario a lo que espero esta muy serio y no presenta ningún signo de burla a lo que hago y eso es bastante aliviando. Al menos puedo pensar que no me juzga por las ideas que tengo que seguramente pueden no gustarles a muchas personas.
—Es un gusto conocerlo, señor—saluda Adam—, quiero que este seguro que cuidaré a su hija con mi vida misma, le prometo hacerla la mujer más feliz de la tierra.
Eso me saca una sonrisa, me apresuro a colocar las flores en la tumba de mi padre porque hay a otra persona que visitar en este lugar, así que nuestra visita será breve, pero al menos deseo poder visitarlo tanto como pueda, aunque sea un lugar un tanto lejos.
—Debemos irnos, papá, pero prometo visitarte más seguido.
No tardamos más y seguimos nuestro camino adentrándonos más al cementerio porque como dije tenemos a alguien que visitar. No podemos demorar demasiado porque tengo claro que la madre de Adam y Leah deben de estar maldiciéndonos por escaparnos, así como así el día de nuestra boda, pero teníamos cosas que hacer. No demoramos demasiado en encontrar la tumba del padre de Adam, en realidad esto parece un mausoleo familiar enorme. Adam suelta mi agarre mientras coloca las flores que traía en su mano en la tumba de su padre. Guardo silencio, ya que no soy consciente de que hará ahora Adam, o sea no tengo idea si va a hablar con su padre, si desea solo estar en silencio o que desea hacer en este momento. El silencio comienza a inundarnos y no creo que sea bueno idea continuar en silencio, bueno al menos es lo que pienso.
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Solo por ti
RomanceAdam es un arquitecto reconocido, todo en su vida está bajo control, él no permite que nada se salga de sus manos porque una vez paso y perdió a alguien importante. Luisa nunca ha tenido control de su vida, siempre ha tenido que vivir como los demás...