Luisa.
Siento que el tiempo ha pasado demasiado rápido y no sé si sentirme feliz por ello o simplemente preocuparme. Ahora tengo veintidós semanas de embarazo, o sea cinco meses y medio, debo de mencionar que hay muchas cosas importantes sucediendo debido a que he cumplido estas semanas con mi hermoso bebé. Ahora ya se me nota la pancita y debo de admitir que ya no es algo que se pueda ocultar porque es un hecho que cuando uno engorda lo hace parejo y no solo de la pancita, digamos que desde ahora mi embarazo es un poco más publico de lo normal, pero por suerte no han salido muchas personas hablando de ello, simplemente una nota de periódico felicitando a Adam porque será padre lo cual si me lo preguntan es bueno, ya que no fue algo demasiado extenso, así que no debo de preocuparme demasiado por ello, lo cierto es que estoy muy agradecida de que las cosas se dieran así.
Conociéndome como lo hago sé que no hubiera sido capaz de soportar la atención de tantas personas en mi embarazo y por consecuencia hubiera estado demasiado estresada y eso no sería algo bueno para mi pequeño bebé que debe de seguir estando en un ambiente bastante bueno para él o ella. Debo de aclarar que me siento muy feliz porque mi bebé ya se haga notar, aunque sentía un poco de miedo por la atención de los demás, debo decir que estaba muriendo por el momento en que mi embarazo se notara. Hoy es domingo, pero sorprendentemente no se siente tan aburrido como son los demás, nadie puede contradecir que los domingos se sientes demasiado extraños y solo dan ganas de estar acostado, aunque tienden a volverse aburridos a la mitad de la tarde, bueno es lo que yo pienso luego de no tener casi nada que hacer los domingos, quizás esa sea la razón de porque considero los domingos los días más aburridos de la semana.
También es de confesar que las peculiaridades con mi alimentación no han cambiado para nada, en realidad creo que se han intensificado con las semanas de embarazo, digamos que he comido pastel con un poco de chile y en mi cabeza eso no es una combinación deliciosa, lo cierto es que mi estomago lo acepta gustosamente lo cual es bastante extraño y me genera un poco de malestar de solo pensarlo. También he tenido antojos deliciosos como helado de fresa y pasas, entre otras cosas, pero si las digo seguramente me llevara una eternidad y no creo que a nadie le guste perder tanto tiempo en escuchar sobre comida. Por otro lado, Adam ahora me obliga a comer muchas frutas, lo digo como si fuera un castigo, pero no lo es realmente, lo cierto es que me gustan las frutas, pero he de suponer que en ocasiones se siente como si fuera un castigo. Tengo claro que Adam solo busca que yo me sienta de la mejor manera, así que no puedo reprochárselo como tal.
Estoy sentada en mi sala como si no tuviera asuntos que atender, pero tengo que admitir que en ocasiones soy demasiado floja con muchas cosas, y no se si eso sea debido a que llevo un bebé en mi pancita y es por eso por lo que me canso demasiado. Seamos sinceros estoy haciendo un gran trabajo, ya que mi cuerpo se esta encargando de crear un nuevo ser desde cero y eso debe de agotar mucha energía, así que considero que nadie puede decir que no hago nada, además del hecho de que sigo trabajando, aunque Adam ahora se ha vuelto un tanto sobreprotector, ya que teme que sufra una caída y muera. Los pasos me hacen detener lo que estoy pensando para buscar a la persona que genera dicho ruido, y me encuentro con mi hermoso esposo, él viene vestido con una camisa verde musgo de verter con las mangas recogidas y con los primeros dos botones sueltos, también trae un pantalón en color negro de vestir y sus zapatos de vestir, se ve muy bien.
Adam se acerca a mí sentándose a mi lado en el sofá y sus labios se posan en mi frente haciéndome sonreír, ver su linda cara tan cerca de mí me genera ganas de llenarle la cara de besos, pero me temo que si hago eso voy a llenarle la cara de pinta labios. Debo de confesar que en este tiempo de embarazo he estado en un 80% sobre Adam porque soy demasiado pegajosa con él y demasiado caliente también, y no le echaré la culpa al cien por cierto al embarazo porque a mí me encanta tener noches bastante subidas de tono con mi esposo y nadie puede culparme por ello, ya que si le vieran la cara a Adam entenderían todo, además del hecho de que me trata como una reina.
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Solo por ti
RomanceAdam es un arquitecto reconocido, todo en su vida está bajo control, él no permite que nada se salga de sus manos porque una vez paso y perdió a alguien importante. Luisa nunca ha tenido control de su vida, siempre ha tenido que vivir como los demás...