Capítulo 27 - Un poco de calma luego de la tormenta.

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Adam.

Salgo de la sala donde me encontraba echo una furia dando pasos largos con ansías de abandonar el lugar, no quiero tener que compartir de nuevo el mismo lugar con esa mujer y el hecho de pensar que me la puedo volver a topar en otro lugar me pone bastante molesto porque es algo que no puedo controlar y perder el control es algo que odio demasiado. Siempre he odiado que las cosas no salgan como lo deseo porque es una molestia y quien diga que eso tiene un mal argumento me importa poco porque la verdad es que a nadie le gusta que las cosas no salgan como deseaban y quien diga que no es cierto miente sobre ello y lo saben muy bien.

Las personas suelen decir que si queremos que las cosas salgan como nosotros deseamos somos demasiado egocéntricos y pensamos que las cosas giran alrededor de nosotros, pero la verdad es que si nos preparamos como es debido para la situación tenemos el derecho de querer que las cosas salgan como queremos y hacerlo no es malo tenemos el derecho de hacerlo, aunque siendo realmente sincero creo que las personas siempre han tenido la razón al decir que las cosas nunca salen como uno quiere porque es lo que esta pasando en este momento y lo detesto con todo mi ser.

Yo con todas mis fuerzas no deseaba tener que enfrentarme a esta mujer cara a cara, pero las circunstancias de la vida me han llevado a tener que estar junto a ella sin poder evitarlo, no pude prever sus movimientos y tome esto como una oportunidad que se volvió una encrucijada. Claramente puedo hacer que esto no suceda, pero las consecuencias que la empresa puede sufrir son muchas y no puedo jugar con el futuro de mis empleados simplemente por la situación se me sale de las manos, bien dicen que en los negocios es mejor no involucrar sentimientos porque es ahí donde todo se puede volver un caos, ya que cuando uno mezcla el trabajo y lo personas las cosas se complican demasiado y es justo lo que esta sucediendo en este momento. Como una persona apta para mi puesto debo de poner el bienestar de mis empleados por encima de mis deseos porque es lo que un buen jefe haría.

Es obvio que yo Adam Daft, la persona y no el arquitecto reconocido quiere lanzar este maldito acuerdo por la borda y no tener que dar mi brazo a torcer porque tengo el derecho a hacerlo, pero el Adam Daft que es arquitecto y sabe como manejar su empresa sabe que no tiene porque romper un acuerdo por ese sentimiento de inconformidad que tengo y esas ganas de tirar todo porque no es lo más coherente que debo hacer. Es claro que tengo que pensar las cosas con la cabeza fría porque temas decisiones erradas no me llevara por un buen camino y no deseo tener que lidiar con las consecuencias, esa es la razón de porque salí de esa sala porque mis acciones podían ser demasiado groseras.

Tengo muy en claro que no es coherente involucrar mis sentimientos en el trabajo porque son más las consecuencias que los beneficios al hacerlo así que mi yo racional debe dejar esto de lado y seguir como si nada para no traer consecuencias, tengo claro que esa mujer tiene razón al decir que perdería mucho dinero si deseo romper el acuerdo de la construcción y también la reputación de la empresa se puede ver seriamente dañada por una sola decisión botando todo lo que he construido en años y eso no tiene nada de coherente y no puedo dejar que mis acciones sean gobernadas por esa mujer, eso sería completamente asqueroso. Además, de que es un hecho que el trabajo se debe de tratar con personas como ella todo el tiempo y es algo inevitable y no hay nada que hacer sobre ello, solo tengo que seguir siendo bueno en lo que hago y no cayendo en sus provocaciones y cortan sus oportunidades de un solo golpe.

Supongo que para esto ya he caído en cuenta que no hay otra alternativa que tragarme las ganas de botar esta mierda de acuerdo porque simplemente esto sale de mis manos, no puedo negar que a pesar de tener que trabajar con ella mi resentimiento por Sasha no va a mermar y dudo mucho que en algún futuro lo haga, no soy un mentiroso y dudo mucho que en algún momento de mi vida pueda compartir el mismo aire con ella y no sentirme asqueado de su presencia. Nunca he hablado abiertamente de lo que sucedió hace ya varios años porque simplemente solo abre una herida que yo desearía que estuviera completamente cicatrizada, pero las cosas nunca son fáciles y en ocasiones la culpa me vuelve a llenar el cuerpo.

Solo por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora