Capítulo 16 -Un par de inconvenientes.

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Luisa.

Tomo asiento en la cafetería y creo que hoy comeré sola porque Annie está en una reunión del nuevo proyecto, el tema de la confidencialidad con la que se trabaja este trabajo me parece extraña, pero es que tampoco es que sea del otro mundo en muchas ocasiones trabajan así con el fin de que nada se filtre o pueda ser copiado por la competencia. Hay muchas personas que les gusta trabajar bajo secreto todo lo que harán en sus casas por su seguridad, eso se ve más en personas que tienen mucho dinero y quizás sea el caso con este proyecto. Quizás solo sea que yo soy demasiado quisquillosa y que me falta aprender mucho en esto, supongo que es así. Me concentro en mi sopa que he pedido, es bueno que no haga calor porque eso sería como estar en el infierno tomando un poco de lava con buen sabor.

El ambiente laboral en esta empresa no es malo, pero tampoco es como si hubiera podido hacerme amiga de todos y eso es porque es normal que en todo lugar siempre hay grupos de personas, entonces no es como si fuera tan fácil hacer amigos y así. Tampoco es que me sienta cómoda porque por lo general debes de intentar encajar con todas las personas en el grupo y eso es casi imposible de hacer, además soy malísima haciendo amigos, no es tan fácil como demuestran mucho y la verdad es que es difícil o quizás no lo sea, simplemente no lo he intentado por no salir de mi zona de confort y eso esta mal, pero qué más puedo hacer tampoco puedo ir a plantarme enfrente de alguien y hablarle eso sería muy incómodo. La verdad es que aún no he pasado tanto tiempo en este trabajo ni en esta ciudad y adaptarse no es una cosa que se haga de la noche a la mañana así que me lo tomo con calma.

Sigo comiendo y escucho como carraspean y eso hace que levante mi vista visualizando a Annie con dos chicas más, que siendo sincera no había visto, creo que me falta conocer a muchas personas en este lugar, además la empresa es bastante grande así que no es de extrañar que no conozca a todos. Annie me sonríe y yo hago lo mismo y con eso las personas que la acompañan se sientan con nosotros.

—¿Ibas a comer sola? —cuestiona Annie curiosa—, no deberías de hacer eso.

Bueno, ese era el plan porque no sé donde se encuentran Adam y Hugo, tampoco deseaba buscarlos así que la única opción es comer sola. Y también es que tenia hambre así que no pensaba seguir buscando compinches para poder comer a gusto.

—No he hecho muchos amigos que se diga.

No es una mentira la verdad que con la única que había hablado es con ella así que no miento, es solo que he estado más interesada en ponerme al corriente con el trabajo que en preocuparme por conocer personas en este lugar y no sé si eso sea bueno o malo. Aunque eso me deja en claro que soy muy responsable con mis tareas.

—Bueno, no te culpo—dice la chica con el cabello pintado de plateado—, aquí parece que estuviéramos en la escuela donde todos tienen sus distintos grupos—me cuenta y le presto atención—. Por lo general las personas de los departamentos se llevan entre ellos y no más—, por cierto, soy Elena Lewis—se presenta y me sonríe—, es un gusto conocerte.

La chica de cabello plateado y que ahora se que se llama Elena, es muy amable y sonriente. Viéndola a ella no parece tan difícil hacer amigos, pero dudo que todos sean así.

—Parece que es así, soy Luisa Moore, es un gusto conocerte, Elena.

La otra chica que la acompaña es de tes clara, su cabello lo trae corto y su color de cabello es castaño. Me parece tierna con solo verla, me dan ganas de apretarle los cachetes.

—Soy Rebeca Martin, es un gusto conocerte, Luisa.

Las tres me sonríen y nunca imagine que comería con tres chicas algún día en esta empresa, esto es nuevo y me gusta bastante. Sería bueno comenzar a entablar amistad con algunas personas de este lugar.

Solo por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora