Capítulo 14 -Una resaca del demonio.

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Luisa.

Me despierto de golpe sin saber donde rayos estoy, mi vista se va a adaptando a la luz que se cuela por mi habitación, me levanto lentamente para sentarme y siento como si mi mundo se estuviera moviendo demasiado, siento que podría vomitar en cualquier momento lo que parece ser una señal de alerta. La cabeza me duele a morir, y siento ganas de vomitar, dudo mucho que eso sea una buena idea, pero no sé cómo debería de tomármelo. Recuerdo que tome anoche, pero lo que siento en este momento me hace desear nunca haberlo considerado, parece que esta es la idea que siempre tiene los borrachos luego de una noche de beber mucho. Beber fue la peor decisión que pude haber tomado, pero necesitaba algo para borrar todos los pensamientos que tenía en ese momento, no fue la mejor decisión, pero si la única que se me ocurrió, la creatividad en esa clase de situación no es mi fuerte. Quizás no fue la mejor decisión, pero en ese momento me pareció que, si lo era, grave error, pero de igual forma no puedo volver el tiempo atrás así que me merezco esta resaca del mal.

Algunos recuerdos de anoche vuelven a mi mente como una película y es cuando noto que Adam estuvo presente en mi borrachera, lo que me hace suspirar. Parece que nunca me canso de ponerme en ridículo delante de él, que vergüenza ¿Por qué soy así? Dios, él no debería de verme en mis momentos más deplorables, pero parece que a la vida le parece divertido que siempre tenga que pasar vergüenza delante de él, dudo mucho que le esté dejando una buena imagen a él. ¿Habré hecho algo demasiado malo? No estoy segura, sé que estaba ahí, pero no recuerdo concretamente que le dije, espero no haberle coqueteado descaradamente como suelo hacer en algunas ocasiones. Detesto mi memoria en este momento y quiero lanzarme de la ventana, pero no puedo hacerlo porque no puedo ni ponerme de pie con el dolor de cabeza insoportable tengo. ¿Debería de pedirle disculpas? Si bien no estoy segura de lo que paso sería lo más responsable que puedo hacer en este caso.

Tomo mi celular de la mesita cuando lo enciendo me doy cuenta de que si me tardo un poco más voy a llegar tarde al trabajo, no puedo hacer eso, puedo darme el lujo de llegar tarde al trabajo. Me levanto de golpe dejando mi celular sobre la cama mientras como puedo camino hacia el baño, aunque si soy sincera el camino se siente como una trampa mortal, debo de soportar los leves mareos que tengo y las ganas de volverme a lanzar a la cama porque esto es insoportable, juro que nunca vuelvo a beber. Creo que ayer olvide lo malas que son las resacas y lo difícil que es soportarlas, y como consecuencia debo de soportar esto. Respiro profundo y abro por fin la puerta del baño; aprovecho que no tengo mareos en este momento y camino como alma que lleva el diablo hacia la regadera, me despojo de mi ropa y enciendo el chorro de agua que cae horriblemente fría en mi cuerpo haciéndome saltar de lo mal que se siente.

Como no soy una perra débil me quedo bajo el chorro de agua que me empape completamente, con eso el sueño pesado que tenía se vuelve cada vez menos, pero de igual forma deseo que la tierra me trague y despertar cuando ya no me sienta mal, aunque eso es imposible en todos los sentidos. Hago lo que debo en el baño y tomo la batalla que había dentro cubriéndome con ella, respiro profundo antes de empezar a caminar hacia la salida porque esto será otro caos, tomo valor y camino deseando que los mareos y las ganas de morirme se me acaben porque no las soporto más. No, pero la niña pensó que sería buena idea tomarme esa botella de alcohol como si fuera agua, ahora tengo mis consecuencias y unas que desearía regresar porque debo de ir a trabajar con una resaca del diablo y la verdad no me apetece ver a nadie, pero no puedo hacerlo. Debo de ser una mujer responsable y afrontar las consecuencias de mis decisiones.

Agradezco a la vida llegar al closet sin haber sufrido los sufrimientos de la resaca, abro mi closet sin esperar anda porque voy a aguantar mi buena suerte antes de que me ponga peor. Claro que me tardaré escogiendo mi ropa porque podre querer morirme, pero eso no quiere decir que iré horrible al trabajo, al menos si muero dirán que bien vestida esta la muerta porqué sería muy feo que critiquen mi vestimenta y la verdad es que no quiero pasar por ello. Reviso en mis pantalones y tomo uno de mezclilla, reviso en mis camisas y tomo la que tiene transparencia y tiene estrellas en la toda la camisa. Saco un top negro que cubre lo que la camisa quiere revelar, básicamente porque no quiero mostrarles a mis compañeros de trabajo todo lo que tengo. Me coloco toda la ropa en una lucha por mantenerme de pie y por no vomitar todo mi cuarto y odiarme mucho. Cuando ya tengo puesta toda la ropa se siente como si he ganado una gran batalla porque la verdad me siento como la mierda.

Solo por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora