Capítulo 47-Luego del caos.

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Luisa.

El ruido a mi alrededor es agobiante, pero más es el hecho que parezco atrapada en una pesadilla extraña donde no puedo abrir mis ojos por más que lo intente, escucho las voces y el sonido de un pitido molesto que me causa dolor de cabeza, pero más allá de eso todo parece demasiado oscuro para mí, al punto de no saber que es lo que está sucediendo, me siento encerrada en un cuarto oscuro donde no se me permite saber que sucede a mi alrededor y eso es bastante difícil de manejar. Hago mi segundo intento para abrir mis ojos porque donde sea que este esto es demasiado incomodo para continuar, siento una leve molestia por todo mi cuerpo y no entiendo bien a que se debe, ya que yo no recuerdo algo en especial que pueda hacer que yo me sienta mal en este instante.

Abro mis ojos y una luz cegadora de donde me encuentro me hace volver a cerrarlo, ya que fue demasiado incomodo para mis ojos la luz que parecía hacer que ardía todo en mi ojo, fue demasiado doloroso para soportarlo siendo sincera, vuelvo a abrir mis ojos, pero ahora de una manera un poco más tranquila esperando que esta vez mis ojos se adapten a la luz y no tener que lidiar con una molestia no deseada, se siente como si hubiera estado en un largo sueño y quizás sea así, pero no entiendo porque me siento tan cansada como si mi cuerpo pesará demasiado y no creo haber engordado por dormir de más.

Mis ojos examinan el lugar, el techo es blanco y una lampara cuelga sobre mí, no veo nada más allá de eso debido a que parece que estoy acostada en algo, llego a tal conjetura debido a que se siente algo cómodo, aunque parece ser sincera me siento bastante incomoda y no tengo claro porque es eso, es como si mi cuerpo estuviera cansado de estar acostada. Intento hacer el esfuerzo de sentarme donde sea que me encuentre, pero parece que fue un acto demasiado arriesgado por la punzada de dolor que obtengo en mi cuerpo, la sensación de dolor me embarga el cuerpo y tal parece que me ha pasado un camión encima, lo cual es una idea un tanto estúpida porque nunca me ha pasado un camión encima así que no es lógico comparar las cosas con ello, creo que mi comparación es errada.

Permanezco un par de minutos en la misma posición en la que desperté porque básicamente no quiero sentirme mal por ningún motivo, lo cierto es que me siento bastante desorientada y un poco extraña con esta situación con la cual no encuentro una respuesta lógica a lo que sucede y eso es molesto, quisiera que las respuestas me llegaran del cielo y acabaran con las interrogantes que tengo en este momento, pero no creo que las cosas sean así de fáciles. Mi mirada esta clavada en el techo blanco que hay sobre mí y debo de admitir que comienzo a cansarme de verlo.

Bien, estoy lista para un nuevo intento para pararme, en esta ocasión lo hago con suma lentitud para evitar el dolor, soy una chica débil cuando se trata de dolor porque soy una llorona completamente, aunque en mi defensa es extraño cuando una persona esta bien con sentir dolor, pero claro no es que este juzgando a las personas que les agrada ello, en fin, no es el momento de desviar mis esfuerzos en cosas que no tienen demasiada importancia por el momento, ya que no es nada importante pensar en las personas que les gusta el dolor, en realidad es un poco extraño pensar en ello en esta situación.

Hago mi segundo intento intentando sentarme y lo logro, es que soy un éxito andándote, lo cierto es que mi cuerpo se siente pesado es como si no hubiera dormido bien en mucho tiempo y mi cuerpo necesitara mucho descanso y eso es muy raro. Mi mano va a mi rostro y noto que tengo algo en la cara, no dudo mucho y lo quito dándome cuenta de que es respirador artificial, cuando noto ese pequeño detalle no puedo evitar fruncir el ceño, ya que no entiendo muy bien lo que está pasando, la realidad de las cosas es que estoy completamente en blanco por el momento. Siento un poco de resequedad en la garganta, todo es demasiado confuso para mi gusto.

Mi mirada va inspeccionando cada detalle del lugar donde me encuentro, hay una gran ventana que permite que la luz del sol se cuele y tampoco un poco de aire, hay maquinas hospitalarias y es un hecho que estoy acostada sobre una camilla, el lugar está pintado de un celeste claro que no es demasiado vibrante, pero se ve bastante bien.

Solo por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora