Capítulo 21 -La mujer más hermosa.

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Adam.

Reviso la hora en mi reloj y noto que falta al menos media hora para el inicio del desfile de moda de la clase de Leah así que todavía tengo mucho tiempo porque no es un lugar tan lejano de la empresa. No es que ame salir del trabajo por cosas personales, pero sé que a Leah le gusta que todos estemos presentes en sus logros, a veces nuestra madre tiene cosas que hacer así que no puede asistir, pero yo siempre abro espacio en mi agenda para ir con Leah, no quiero que sienta que nadie la apoya porque eso es horrible y no quiero que tenga que pasar por eso así que mientras sea posible siempre estaré para ella apoyándola en primera fila porque es lo que se merece de nosotros. Sé que Leah es de las chicas que trata de ser comprensiva con los demás, pero hemos tenido que pasar por tantos cambios desde hace diez años que no quiero que tenga que cargar con nada más, solo quiero que disfrute lo que hace y que sea muy feliz sin ningún tipo de problema porque como hermano simplemente la quiero ver bien y feliz.

Quizás sea demasiado sobreprotector de mi parte querer que nada malo le pase a Leah y sé que es difícil porque la vida siempre se empeña en involucrarte en problemas, nadie esta excepto de meterse en situaciones poco buenas. Soy demasiado positivo al pensar que su vida puede estar llena de cosas felices y menos cosas malas, pero intento siempre resolver las cosas para Leah, no es que me involucre demasiado en su vida, pero siempre estoy al pendiente de si sucede algo malo cerca de ella para poder solucionar eso. Sé que Leah es una chica muy fuerte, pero no quiero que sufra cosas innecesarias por ningún motivo. Tengo claro que muchos dirán que debo dejar que Leah haga sus cosas y tome sus propias decisiones y es lo que hago, pero siempre que las cosas se hacen de control y pueden perjudicarla doy la cara por ella. Y no, no la estoy maleducando con eso porque ella cuando comprende que a actuado mal nunca vuelve a hacer las cosas porque sabe que no está bien, simplemente como aún es joven toma malas decisiones y eso trae consecuencias con las cuales debe lidiar.

Pero debo de admitir que haré todo lo que pueda porque mi hermana tenga muchos momentos buenos, será imposible para mi evitar que pase por cosas malas, pero si eso sucede siempre estaré para apoyarla y escucharla en cualquier momento porque lo más importante para mí es su bienestar. Tomo mi saco de mi silla, y me lo coloco, tomo las llaves del auto y las cosas que necesito y me encamino hacia la puerta de mi oficina porque ya es momento de que me vaya si es que quiero llegar a tiempo al desfile. Camino entre los pasillos de la empresa hasta llegar al elevador, pero antes de poder entrar la voz de Hugo me detiene, supongo que tiene algo que decirme que no puede esperar hasta que regrese o que sea mañana.

—¿Ya te vas? —cuestiona con mucho interés—, se supone que yo también debo de ir—me recuerda sin dejar de verme como si fuera un vil traidor—, que malo eres, Adam.

Tengo claro que él es una de las personas que más apoya a Leah, claro después de mí y eso siempre se lo voy a agradecer porque sé que Leah puede contar con él en cualquier situación, Hugo básicamente viene siendo parte de mi familia y nos apoya como tal. Le doy una leve mirada, no estoy en contra de que venga conmigo porque sé que a Leah le encanta que él este presente en sus eventos, ella lo considera un hermano más y mi madre lo quiere bastante y eso que ella es bastante difícil de ganársela.

—Sí, ya me voy, y si quieres ir nos vamos ya mismo porque no tengo tiempo que perder.

Él solo me da una mirada que ignoro olímpicamente, no necesito dar mucha atención a sus miradas de protesta o indignación porque no tengo tiempo para hacerlo y tampoco tengo ganas. Hoy no estoy para prestarle atención a nada que no sea mi hermana y su tarea de vestidos.

—Voy solo por ella.

Le doy una leve mirada ¿Eso que tiene que ver? Seguro otro drama, pero se jodio porque no tengo ganas de prestarle atención. Hugo debe saber cuando esta bien hacer sus dramas extraños, pero me temo que hoy no es un buen día para hacerlos.

Solo por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora