Luisa.
El sol se cuela por mi habitación lo que hace que me remueva incomoda sobre mi cama porque la realidad es que quiero dormir porque siendo que estoy hecha trizas y ya no puedo seguir despierta, bueno creo que he dormido bien, aunque eso no quita que tenga una sensación de molestia en todo mi cuerpo. La luz sigue haciendo estragos en mi cuerpo que parece bastante cansado y creo que entiendo el porqué de eso, lentamente abro mis ojos adaptándome con la luz que entra en mi habitación y debo de admitir que me odio por no haber cerrado las persianas en su momento, pero supongo que no esta tan lucida en ese momento para hacerlo. Llevo mis manos a mi cara y la verdad es que siento que mi cabeza va a reventar en cualquier momento lo que me hace tener una mueca en el rostro, sé que bebí demasiado y dije que no lo haría, pero soy una mentirosa de primera al parecer es así. Creo que nunca puedo ser firme cuando se trata de beber, la realidad es que creo que todos mentimos cuando se trata de algo que secretamente nos gusta.
Saben que es lo peor es que tengo que ir a trabajar de nuevo con una maldita resaca, pero la verdad es que me reconforta el saber que no seré la única en esto, aunque creo que eso no debería de sentirse como una victoria teniendo en cuenta que deseare esconder debajo de una piedra cuando este en el trabajo, pero mi yo responsable no me lo va permitir porque debo de afrontar las consecuencias de mis decisiones, claro que pensé que era buena idea irme a emborrachar en un día de semana, ideas muy tontas si me lo preguntan, creencias de gente pendeja el pensar que tomar y luego ir a trabajar es algo muy bonito. Tomo mi celular de la mesita y noto que son las seis de la mañana, parece que mi yo borracha soy muy responsable lo que me parece bastante extraño, pero que se puede hacer. Desearía ser así de responsable para levantarme cuando estoy en mis cinco sentidos, pero al parecer a mi cuerpo no le parece una idea demasiado buena así que se deja dominar por el sueño que siempre me embarga, no es que llegue tarde, pero siempre me levanto en el momento justo.
Observo el techo de mi habitación intentando recordar que es lo que sucedió ayer en la noche, no es que sea mala recordando cosas, pero sé que no estaba en perfecto estado para recordar todas las cosas que hice ayer, eso sería muy extraño y maquiavélico de mi parte, aunque siendo sincera espero al menos haber guardado en mi memoria lo más importante que hice en ese bar, al menos no termine en la cama de algún desconocido porque eso hubiera sido repulsivo y traumático, al pensar en las mujeres que pasan por ello me dan ganas de castrar a los hombres que se creen con el derecho de aprovecharse de sus situaciones vulnerables simplemente es asqueroso. Pasan minutos y nada sucede con mi cabeza así que creo que voy a olvidar todo lo que sucedió y la verdad es que no le veo lo malo a las cosas, decido que es buena idea levantarme de la cama porque tomaré una ducha para contrarrestar los malestares de la resaca que posiblemente hoy van a ser peores que la vez pasada y eso será muy malo para mi pobre cuerpo que lo resentirá.
Además, no tendré a Adam para comprarme una sopa, lo cual es una verdadera pena, pero no hay nada que pueda hacer porque el muy imbécil cree que es gracioso ignorarme cuando lo que realmente consigue es que quiera golpearle la cara perfecta que tiene, y creo que si lograra golpearlo luego me arrepentiría por malograr la cara que muchas mujeres quieren, bueno que los interés de otras en él no es que me interesen demasiado y ojalá pierdan el interés por él. No es que pueda obligarlo a actuar como una persona normal porque es su manera de reaccionar a lo que sucedió lo cual es bastante estúpido a mi parecer, pero para él es la idea del siglo, déjenme decirles que para mí es una idea demasiado tonta y me parece algo absurdo. Para ser tan inteligente actúa como un verdadero idiota y eso debo de admitirlo, no voy a maquillar las cosas porque todo es demasiado estúpido teniendo en cuenta que somos adultos. Él debería de venir a mí y sentarse a hablar conmigo como toda persona normal lo haría y no hacerme sentir como si tuviera una enfermedad contagiosa.

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Solo por ti
RomanceAdam es un arquitecto reconocido, todo en su vida está bajo control, él no permite que nada se salga de sus manos porque una vez paso y perdió a alguien importante. Luisa nunca ha tenido control de su vida, siempre ha tenido que vivir como los demás...