Lucía
Lunes, el peor día de toda la semana. Septiembre acaba de comenzar y con él la escuela. No me emociona mucho la idea de tener que despertarme temprano de ahora en adelante. Pero me motiva saber qué es mi último año y pronto tendría que entrar a la universidad. Aún no sé por cual universidad optar, ni siquiera me he preguntado que quiero estudiar.
¿qué quiero ser en esta vida?
Nunca nada a llamado mi atención, como para decir quiero hacer esto por el resto de mis días en la tierra. De pequeña siempre soñé con ser abogada o dirigir una empresa. Tal vez podría intentarlo, no serían malas ideas. También ver a mis padres ser médicos y todo lo que han logrado, me hace querer ser como ellos.
Busco en mi armario algo decente que ponerme, sinceramente no tengo muchos ánimos de arreglarme. Termino de ponerme la ropa más random que encontré. Casual, jeans y un pulover negro que me había regalado mi padre. Recojo mi pelo en una coleta y trato de maquillarme lo menos posible. Algo sencillo, brillo labial y un pequeño delineado.
Lucía
paso por tí en unos minutos, quiero que estés lista cuando te llameMejor Amiga <3
sí jefa!Tomo mi mochila de encima de la cama y bajo rápidamente las escaleras. Antes de salir paso por la cocina para tomar unas galletas que deje preparadas anoche.
Ya frente a casa de mi mejor amiga, saco mi celular para llamarla. Mientras el sonido de el retumba en mis oídos, miró a la ventana de mi novio. Es muy temprano todavía debe estar durmiendo. Mi mejor amiga sale por su puerta y no se cómo hace para verse increíble siempre. Toma rumbo a la cochera, al parecer nos vamos en su auto. Las ventajas que tiene de ser hija única y tener padres adinerados. Nos subimos y ella enciende la radio, vamos en el camino escuchando Abcdfu-Gayle.
A-B-C-D-E-F-U
And your mom
And your sister, and your job
And your broke-ass car
And that shit you call artCantamos al mismo tiempo, y me alegra comenzar el primer día de esta manera.
Ya en la escuela Malena estaciona y veo como la atención de todos se centra en nosotras. No por mí si no por mi mejor amiga, y a que se deberá eso. A mi querida amiga se le ocurrió anunciar que daría una súper fiesta por el inicio de clases el fin de semana. Sus padres no estarán en casa, pero ella tiene su propio dinero para hacerla y que sea grandiosa. Ahora medio instituto querrá hacerle la pelota, para ganar puntos en su fiesta.
Me adentro a la escuela y puedo notar como hay muchos chicos desorientados con los casilleros, seguramente son los de primer año. Los casilleros están divididos por secciones, cada año tiene su pasillo y con el los salones ya asignados. Me dirijo a mi casillero para tomar los libros de mi siguiente clase, el director nos envío por WhatsApp que ya estarían allí el primer día para hacer todo más fácil y un listado de las clases que debíamos tomar por grupos. Desgraciadamente la única clase que tengo con Malena es Matemáticas, sólo podré verla en el comedor y cuando estemos en esa clase.
Mi primera clase de hoy es Literatura con la profesora Smith, espero y no sea tan aburrida. Camino hasta el salón donde se encuentra y noto como todos están conversando, algunos casi dormidos aún. Desde que entré en el instituto no me he caracterizado por ser muy sociable. Solo los pocos que conozco es porque e intercambiado ciertas palabras con ellos por alguna tarea o trabajo que asignarán en ese momento. Prácticamente no tengo amigos, la escepcion en este caso es Malena.
Tomo asiento al fondo en la única mesa que logro encontrar vacía y dejo mi mochila encima de ella. Me arrecuesto cómodamente en la silla y suelto un poco de aire por la boca. La profesora aún no llega, ya han pasado varios minutos y esto no es muy común en ningún profesor de este centro. Poso mi vista en la puerta, viéndola llegar con un chico que juraría no haber visto nunca en este instituto. Es bastante llamativo, la razón, es pelirrojo y no puedo dejar de notar que tiene además los ojos verdes. Además es demasiado alto, cálculo que mide un metro noventa. Trae puesto un suéter gris y unos pantalones del mismo color algo holgados. Tiene la mochila colgando en un solo hombro y los libros en una mano, su mirada está perdida en uno de ellos.
Comienza a levantar la cabeza y veo como su mirada se pierde en la última mesa. Por un segundo me quedo sin aire, sus verdes ojos clavaron su mirada con los míos. Nos quedamos unos segundos haciendo un concurso de miradas.
—Buenos días alumnos—escucho a la profesora decir y dejó de mirarle—Noah toma asiento en algún puesto libre.
Hecho una ojeada al salón y me percato que el único puesto con una silla libre es el mío. Al parecer el pelirrojo será mi compañero. El se acerca sin el más mínimo entusiasmo y se sienta a mi lado. Su vista se queda firme al frente, esperando paciente a que comience la clase. Llevo casi treinta minutos de clases y estoy más aburrida que nunca, además mi compañero de al lado no colabora. Desde que está ahí no a soltado ni una sola palabra y yo solo lo observo sin que me note mucho.
—Para la próxima clase deberán entregar un trabajo acerca de lo expuesto hoy, quiero informales que será por equipos—se escucha el murmullo de algunos felices con la noticia y otros no tanto—Su compañero de grupo será la persona que tienen a su lado.
Genial, este chico ni siquiera sé a tomado la molestia de hablarme y ahora debemos hacer un trabajo juntos.
—La próxima clase es el jueves, no es que te vaya a presionar pero esto no lo puedo hacer yo sola y tienes que colaborar—suelto sin más y el no denota mucho entusiasmo en mirarme.
—Ya empezamos mal eres muy mandona, eso es algo que odio en las chicas—dice sin más y puede notar como su voz es gruesa y dulce al mismo tiempo.
—No estoy siendo mandona, pero al darme cuenta de tu poco interés debo aclarar las cosas.
—Si como tú digas—se queda en silencio por un momento—Por si no lo notaste soy nuevo no tengo ni puta idea de que lugares hay aquí para hacer una tarea, y mucho menos se cómo te llamas.
—Empezando por eso me llamo Lucía.
—Ok Lucía la mandona.
que mal me cae este chico
—Cuando quieras podemos quedar para hacer el trabajo en algún café de aquí del pueblo o en la biblioteca.
—Como haré eso sí no tengo tu dirección, ni tu número para localizarte. Muchos menos se dónde hay un café en esta maldito pueblo.
—Averigualo por tu cuenta y te estaré esperando en el mejor café de este pueblo a la salida de la escuela.
Sin esperar alguna respuesta de su parte me levanté de mi puesto y salí en busca del comedor.
Sinceramente el pelirrojo lo que tiene de arrogante, lo tiene de lindo
Shh conciencia recuerda que tienes novio
ESTÁS LEYENDO
Con Su Música
Teen FictionEs que lo veo ahí sentado en la ventana de su habitación con su guitarra, sumergido en su música y pienso ¿Y si el con su música intenta enamorarme y lo logra? Desde que la vi la primera vez tan curiosa y la vez tan hermosa, siendo ella misma sin im...