Lucía
Sus ojos dejaron de moverse y se quedaron abiertos, dejándome ver ese brillo azul que tanto me gustaba. La respiración cesó y a mi lado comenzó a sonar la máquina del oxígeno. Todo paso muy rápido por delante de mis ojos y yo simplemente me quedé helada en mi lugar sin poder creer lo que estaba pasando.
se había ido
Estaba completamente en shock, sentía un dolor muy fuerte en mi pecho. No escuchaba nada a mi alrededor, solo veía a la gente moverse de un lado a otro tratando de reanimarlo. Quise convencerme de que lo que estaba pasando era mentira, pero en el fondo sabía que no era así.
—Señorita necesito que salga de la habitación—escuche a alguien a mi lado pero seguía parada enfrente de su camilla sin poder creerlo.
Di unos cuantos pasos hacía la puerta, pero no podía resignarme a que el ya no estaría conmigo. Esto no podía ser real, el no debía irse tan rápido. No aguanté más y me deshice en llanto. Traté de liberal una gran carga en mi corazón, dolía demasiado. No tengo palabras para describir cómo me estaba sintiendo, es como si mi alma quisiera salirse de mi cuerpo. Un fuerte dolor de cabeza me invadió haciéndome caer al suelo. Sentí como unos brazos fuertes me cargaban para alejarme. No quería abrir los ojos, afrontar la realidad que estaba delante de mí. Quería que el dolor que tenía por dentro acabará conmigo de una vez.
El sonido de la máquina dentro de la habitación cesó. Hubo un rotundo silencio en toda la sala del hospital. Me paralice por un segundo y todo se vino abajo. Algo en mi sabía que todo había acabado. Comencé a llorar denuevo, haciéndome una en el asiento. Alguien puso su mano en mi espalda tratando de consolarme. Pero cualquier intento sería en vano. La persona de la cual me enamoré, a la que le dedique cada segundo, le di más amor del que imaginé darle a alguien, se había ido.
Pasaron unos segundos y vi a unos médicos pasar con una camilla frente a mis ojos. Su cuerpo cubierto por una sábana, había sido la imagen más dolorosa que pude haber presenciado en toda mi vida. Mis ojos se nublaron nuevamente y mi pecho comenzó a doler.
no puede ser no puede ser
—Díganme que no es él, por favor, no puede ser él.
Nadie respondió a mis llantos, solo sentí un cuerpo que me abrazaba dulcemente por detrás. Tratando de calmar las ganas que tenía de derrumbarme.
No podía creer que la persona de la cual me enamoré por primera vez en mi vida, se había ido. Esa maldita enfermedad lo había arrebatado de mi lado.
mi guitarrista favorito se fue para siempre
****
Malena tomaba mi mano, era la única que lograba que siguiera con fuerzas en este momento. Mis padres estaban detrás de nosotros, desconsolados, aún no se creían lo que había pasado. Para mí padre fue más duro, porque el sabía cada paso que daba la enfermedad de Hugo y ni el sé espero que esto pasará tan rápido. Mi pecho estaba oprimido, pero no salía una sola lágrima de mis ojos. Estaba completamente neutra, como si algo hubiera muerto dentro de mí.
Enfrente de nosotros estaban los padres de Hugo y nadie más. No recuerdo haberle preguntado nunca si sus padres eran la única familia que tenía. Con los únicos que se refugió apesar de muchas veces estar lejos.
ya no podría preguntarle
Su madre lloraba sin consuelo, sobre el hombro de su padre. Tenía el rostro neutro, al igual que yo. No habían rastros de alguna lágrima, pero en el fondo sabía que él estaba sufriendo demasiado.
A todos nos estaba doliendo en el alma la perdida de Hugo. Me di cuenta por qué, a lo lejos veía llegar a su jefe y compañeros de trabajo del bar donde tocaba. Me vinieron los recuerdos del primer día que fui con el y el nervio que sentía por estar allí. Sin saber que ese lugar sería su refugio muchas veces y que ese hombre lo ayudó como nunca hubiera imaginado.
—Lo siento mucho pequeña—dijo el señor pasando por enfrente de mí.
Y ese apodo dolió más que cualquier otra cosa. Recordar que el era la única persona que me llamaba así y ya no lo haría dolió demasiado.
Observé detenidamente como traían su ataúd y seguía sin creer aún que esto estaba pasando. Apreté con fuerzas el collar de él y el mío que colgaban en mi pecho. El mejor regalo de Navidad, una Navidad que ahora solo sería un recuerdo que no podré revivir nuevamente. Mi padre se puso enfrente de nosotras con unas flores en su mano y las puso encima del ataúd. Dejando su mano por unos segundos encima, diciéndole algo que no logré escuchar.
Un señor de mediana edad dijo unas palabras a todos los que estábamos presentes en el cementerio. Los padres de Hugo también hablaron y me contube más lágrimas por un momento. Habían sido las mejores personas que pude haber conocido y su hijo mucho más.
—Mi niña quieres decir algo—su madre me habló entre soyosos.
Me detuve frente a su ataúd, por un segundo quise pensar que todo era un sueño del cual despertaría y el estaría a mi lado. Pero sabía que nada de eso pasaría y mis lágrimas por primera vez en todo el día salieron. No podía aguantar más, la diferencia era que no salía ni una sola palabra de mi boca.
—Te amo guitarrista—tome valor y fue lo único que pude dejar salir.
Caí en el suelo, las lágrimas de mis ojos bajaban sin descanso. Veía como todo pasaba tan rápido. Su ataúd bajando y su madre gritaba de dolor. Lo cerraban y las personas ahí presentes dejaban sus flores. Yo seguía en el suelo, sin fuerzas para levantarme. Puse mis manos sobre su lápida mientras lloraba con más dolor.
Sabía que esto pasaría en algún momento, pero no que fuera así de rápido. Ni que dolería como si clavaran un puñal en mi pecho. Pero tenía que despedirme de él, de su olor, de sus besos, de escucharlo tocar y cantar como solo el sabía hacerlo. Despedirme de todos esos momentos que tuvimos juntos y solo quedarían en nuestra memoria. Sabía que serían momentos únicos que no podría repetir con nadie más. Por qué nadie serie como Hugo.
nadie será jamás como mi guitarrista
Con su música hizo que me enamorara de él y no creo que nadie más pueda lograr eso de nuevo.
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Con Su Música
Genç KurguEs que lo veo ahí sentado en la ventana de su habitación con su guitarra, sumergido en su música y pienso ¿Y si el con su música intenta enamorarme y lo logra? Desde que la vi la primera vez tan curiosa y la vez tan hermosa, siendo ella misma sin im...