Blue eyed killer

Diez

Observó sus manos nuevamente fuera del edificio donde vivía, revisó su teléfono una última vez y suspiró levantando la vista hasta el atardecer, ya habían pasado cinco minutos de la hora acordada, quizá todo había sido un engaño.

Pero no pudo sentirse traicionado cuando el auto del rizado se detuvo frente a él, Louis lo observo totalmente quieto y el detective se bajó con una sonrisa.

— Hola, Lou, luces fantástico ¿Tienes muchos suéteres cierto? Me gustan mucho — Sonrió caminando hasta él.

— Gracias, ya estoy listo, llegaste tarde — Lo miró.

— Lo se, de verdad lo siento mucho, el trafico se pone horrible a esta hora — Soltó un suspiro. — ¿Crees que puedas perdonarme?

Louis lo miró frunciendo el ceño con confusión, parecía que nunca antes alguien le había pedido perdón antes, soltó un suspiro y asintió no pudiendo negarse.

— Si, está bien — Asintió.

— Genial ¿está bien si tomo tu mano? — Harry extendió su mano hacia él esperando su aprobación.

— Eres raro — Murmuró Louis observando su mano, complacido al ver que Harry había preguntado antes.

— Es lo que se debe hacer, el consentimiento es muy importante ¿entonces? — Preguntó curioso.

— Si — Sonrió Louis levemente sonrojado mientras tomaba su mano. — Me gusta la rareza — Intentó bromear.

— Que bueno porque soy muy raro a veces — Soltó una pequeña risa. — No me juzgues pero a veces le coloco salsa de tomate al huevo revuelto

Louis soltó una espontánea carcajada ante aquella confesión, se inclinó levemente al frente sujetando su estómago por la risa y suspiró mordiendo su labio con una sonrisa.

— Dios mío, estoy yendo con un psicopata — Dijo divertido haciendo reír esta vez a Harry.

— Tu risa es adorable — Mordió su labio sonrojado.

El menor bajó la mirada con las mejillas rojas y caminó aún tomado de la mano de Harry, llegaron hasta el auto y el rizado abrió la puerta para él dejando que entrara.

El más bajo espero a que Harry rodeara el auto y por fin entró al volante, comenzó a conducir insistiendo nuevamente en que Louis eligiera la música, esta vez el castaño colocó algo más animado, su ánimo parecía ser bueno hoy.

Miraba muy de vez en cuando a Harry conducir, el hombre lucia demasiado atractivo mientras lo hacía, Louis estaba sorprendido de sí mismo al sentir por primera vez en su vida lo que parecía real atracción, no quería negarlo o más bien no podía.

El hombre junto a él no soltó su mano durante todo el camino, acariciaba con suavidad su dorso mientras continuaba concentrado en el camino y tarareaba de vez en cuando la melodía sonando.

Por fin llegaron a un edificio del otro lado de la ciudad, Louis observó la zona con curiosidad, estaba mucho más cuidada que la suya, con departamentos que parecían más grandes, Harry detuvo el auto y abrió la puerta para salir, intentó hacerlo pero el agarre firme que Louis aún tenía con él lo detuvo.

— Oh, lo siento — Murmuró el castaño por fin soltándolo.

Harry sonrió caminando más rápido hacia Louis para ayudarlo a bajar, volvió a tomar su mano de inmediato haciéndolo sonrojar nuevamente. Lo guió dentro del edificio y caminaron hasta el elevador, el castaño observaba todo con cuidado, aún alerta ante cualquier situación, su pasado no le permitiría de ninguna manera bajar la guardia.