Diecisiete

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La voz familiar del detective lo llamaba entre gritos mientras corría hasta él, le observó con preocupación sentado en la acera, intentando sacarse algo del cuello, como si eso no le permitiera respirar, pero no había nada allí.

Harry se sentó a su lado rápidamente rodeándolo con sus cálidos brazos, lo inmovilizó por un momento haciendo que sus ojos azules le vieran con atención.

— Debes calmarte, estoy aquí, estoy aquí, respira conmigo — Juntó su frente con la del castaño.

El detective comenzó con sus ejercicios de respiración hasta que Louis comenzó a imitarlo, calmándose poco a poco y con una fuerte bocanada de aire volvió a respirar correctamente.

— No me odies, por favor — Sollozó por fin.

— ¿De qué hablas, Lou? ¿Por qué te odiaría, gatito bobo? — Besó la punta de su nariz.

— Ellos, lo que dicen — Balbuceó entre llanto.

— Lou lo que un par de imbeciles digan no va a cambiar lo que siento por ti, además, no es mi asunto y mucho menos el de ellos tu vida íntima, cielito — Limpió las lágrimas en sus mejillas.

— Pero es mentira — Lo miró haciendo pucheros. — Yo nunca estuve con nadie, lo juro, ese hijo de puta me abusó.

El castaño estaba tan dolido que no procesó todo lo que había dicho, a pesar de que era cierto no le gustaba que las personas se enteraran. El cuerpo del detective se tensó de inmediato y su mirada oscureció.

— ¿Jason? — Susurró.

— Si, ese día en los vestidores, yo no quería, no quería — Negó entre llanto.

— Está bien Lou, cálmate, estoy aquí — Lo abrazó con fuerza. — No me iré a ningún lado.

— Por eso me alegro que esté muerto — Susurró correspondiendo a su abrazo.

— Igual yo — Murmuró el rizado sin pensarlo demasiado.

Tras un par de minutos más en los que el más bajo pudo dejar de llorar, el rizado se dedicó a besar su rostro con delicadeza y lanzar tontos chistes al aire, Louis nunca había reído tanto quizá.

— ¿Quieres ir a descansar? — Murmuró el rizado acariciando su cabello.

— No, quiero ir contigo, por favor — Lo miró.

— Muy bien — Sonrió. — Pero antes haré algo

El detective se puso de pie ayudando a Louis a hacerlo, caminaron de regreso a la cafetería aunque esta vez el castaño se ocultó más en el cuerpo de Harry pues esos idiotas seguían ahí.

El hombre de rizos ocultó a Louis tras su espalda y caminó hasta la mesa de los deportistas con el ceño fruncido, uno de ellos quizá el que se creyó más valiente se puso de pie intentando encararlo.

— ¿Qué mierda quieres? — Lo miró con seriedad.

— Vacía tus bolsillos ahora — Le mostró su placa.

— No tienes una orden para eso — Desinteresado.

— Haz lo que te digo — Murmuró amenazante.

El chico sonrió con burla colmando la paciencia del detective quien con brusquedad giró al universitario pegando su cabeza a la mesa donde estaban sus compañeros, sujetó sus manos en su espalda y comenzó a revisar los bolsillos de su chaqueta.

— Me encanta cuando son tan idiotas como tú y no quieren seguir las reglas, puedo jugar al policía malo — Pegó con más fuerza su cabeza a la mesa.

Cuando encontró lo que estaba buscando sonrió con satisfacción y sacó su mano junto a una bolsa pequeña con polvo blanco. Chasqueó su lengua sacudiéndolo en la cara del universitario.

— Estas bajo arresto — Sonrió satisfecho.

Los demás chicos en la mesa intentaron levantarse mientras el otro forcejeaba por ser liberado, pero el rizado los miró con advertencia.

— Oh ustedes no van a ningún jodido lado ¡Atención a todos, estos universitarios son sospechosos de llevar drogas, cierren todas las puertas ahora mismo, nadie sale de aquí! — Ordenó.

Los empleados corrieron rápidamente hasta la entrada para cerrarla antes de que alguno pudiera escapar, Harry tomó su móvil y pidió apoyo.

— Muy bien, ellos se quedarán aquí sentados y obedientes como las perras que son — Harry empujó al asiento al chico que sujetaba. — ¿Verdad?

— S-si señor — Asintió intimidado.

— Vámonos, gatito — Susurró con una sonrisa a Louis mientras extendía su mano hacia él.

El castaño estaba extasiado ante lo poderoso que Harry se volvía, sonrió encantado por su porte y tomó su mano siguiéndolo hasta la salida, un empleado le abrió y después de que el rizado les diera instrucciones salieron por fin.

— Eso fue realmente sexy — Dijo el castaño con una sonrisa.

— Solo estaba haciendo mi trabajo — Le guiñó un ojo.

Abrió la puerta del auto para el castaño y le permitió entrar, soltó un suspiro al recordar la confesión del más bajo, quizá ahora podía comprender un poco más su comportamiento, pero estaba dispuesto a ayudarlo.

***

Tomados de la mano salieron del elevador caminando por un largo pasillo hasta el trabajo del rizado, el sonriente detective saludó a unos cuantos policías que se cruzaban por su camino presentando a Louis con entusiasmo quien lucia más tímido de lo normal.

Cuando llegaron al área de escritorios el morocho los observó detrás de su monitor, Harry lo saludó con una sonrisa antes de tirar de Louis hasta él.

— Hola Zee, Lou estará conmigo por un rato el día de hoy.

— Buen día. — Murmuró el castaño.

— No se qué hay de bueno con un asesino suelto afuera — Arqueó una ceja.

— Oh por Dios, Zayn — Harry lo miró con incredulidad.

— Lo se, confió mucho en que Harry logrará atraparlo, porque Harry es un gran detective, así que Harry sabrá como hacerlo — Murmuró el castaño sin apartar la vista de Zayn.

— Si, lo sé, seguramente es parte de su plan distraerse tanto estos días — Volvió su vista a la pantalla.

Harry suspiró apretando la mano de Louis y caminó con él hasta su escritorio, arrastró una silla para el castaño y lo hizo sentarse a su lado.

— ¿Este es tu trabajo? — Sonrió el más bajo.

— Algunas veces, además de luchar contra criminales también tenemos que llenar y llenar reportes — Hizo una mueca con diversión.

— Yo prefiero los reportes, no soy ágil en nada físico — Rio levemente.

— Yo creo que si eres ágil — Levantó ambas cejas con picardía.

Louis ladeó su cabeza intentando procesar su comentario, de pronto sus mejillas se volvieron rojas como un lindo tomate y soltó una carcajada que hizo a todos en el lugar mirarlo.

— Harry eres un tonto — Dijo con diversión.

— Solo dije la verdad — Rio mirándolo.

— Si, si lo que digas grandote — Negó con su cabeza.

El detective sonriente tuvo que volver su vista al monitor para iniciar con su trabajo aunque mucho más animado que otros días, mientras un apegado castaño se recargaba en él de vez en cuando observando con curiosidad los reportes que debía llenar, riendo por algunos momentos y  teniendo conversaciones divertidas de lo primero que se viniera a sus mentes.

Louis estaba disfrutando demasiado de cómo estaban saliendo las cosas con Harry, así que mientras el detective hacía más reportes relacionados con el caso en cuestión, Louis planeaba como mejorar la vida para ambos.

Blue eyed killerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora