Blue eyed killer

Veintitres

Tomó su mochila con prisa y caminó rápidamente hasta la puerta donde el detective le esperaba con paciencia, Louis llegó hasta él robándole un pequeño beso en tono de disculpa por su tardanza.

— Lo siento, tarde demasiado en la ducha — Hizo un ligero puchero.

— No te preocupes gatito, aún no es tan tarde — Sonrió con diversión.

— Para la universidad pero de vuelta a tu trabajo si que se hará tarde, me iré yo solo ¿está bien? — Lo miró.

— No, de ninguna manera — Dejó un beso en su frente. — Y vamos ya que con esta discusión solo nos tardamos más

Colocó su mano en la espalda del más bajo y comenzaron a caminar una vez que la puerta del departamento fue cerrada, caminaron por el pasillo mientras del otro lado se aproximaban una chica y un chico, Louis los había visto algunas otras veces así que suponía eran vecinos de Harry.

— Hola buen día — Sonrió el castaño con amabilidad.

La pareja no respondió, la chica los miró por unos segundos dejando ver algunos hematomas en su rostro, Harry frunció el ceño cuestionándola entonces.

— ¿Estás bien? — Preguntó el detective a la chica.

— Está bien, ocúpate de tus asuntos — Respondió el hombre.

— Estoy bien — La mujer se obligó a sonreír.

Harry suspiró haciendo caminar a Louis quien se notaba molesto ante aquella grosera contestación del hombre, salieron finalmente del edificio y subieron al auto del detective.

— Pobre chica, no se veía para nada bien — Murmuró el castaño.

— No puedo intervenir sin su cooperación, cielo, tal vez tuvo un accidente — Soltó un suspiro.

— Ese chico es detestable, lo he encontrado algunas veces en el elevador.

— ¿Te ha dicho algo? — Frunció ligeramente el ceño.

— No, pero me ve extraño, su actitud no me agrada — Se encogió de hombros.

— Luego hablaré con ellos — Soltó un suspiro encendiendo el auto.

Louis soltó un suspiro y encendió la radio mientras el detective tomaba camino a su universidad, se había vuelto una linda rutina para ambos, el castaño bajó del auto frente a su facultad y corrió hasta el volante con una enorme sonrisa.

— Ten un buen día, bonito — Sonrió Harry desde el auto.

— Ve a casa para el almuerzo, intentaré cocinar — Dejó un beso en sus labios.

— Perfecto, ahí estaré — Habló sobre sus labios.

— Te quiero — Murmuró el castaño mirándolo.

El corazón de Harry se aceleró ante aquellas palabras, con una sonrisa y unas cuantas caricias en su mejilla respondió de vuelta.

— También te quiero, demasiado, Lou — Aseguró.

El castaño sonrió aún más y tuvo que apartarse por fin para que el rizado fuese a su trabajo ahora mucho más feliz que al despertar.

Louis caminó entre los pasillos de la universidad atento a los murmullos de sus compañeros, aún nadie podía olvidarse del caso de asesinatos, pero para sorpresa de todos, todos parecían defender a Joshua.

— De verdad es una pena lo que ese enfermero hizo —Murmuró una chica pegada al casillero.

— ¿Asesinar abusadores? — Preguntó su compañera al lado.