Blue eyed killer

Diecinueve

Las cámaras enfocaban a los dos detectives en las puertas del hospital, el rizado se sentía incómodo, ansioso por ir con Louis, aunque amara las cámaras.

— ¿Entonces nos pueden confirmar que el Blue Eyed Killer acabó con su propia vida? — Habló una reportera.

— Aún no podemos dar declaraciones concretas, pero se ha confirmado que el individuo hizo varias compras de Fentanilo con recetas que había declarado extraviadas. — Habló el morocho.

— ¿A que creen que se deba el último asesinato? — Preguntó otro de los reporteros.

— El asesino se creía un justiciero, por lo que asesinaba a personas con antecedentes de abusadores entre otras cuestiones, si sus intenciones quisieron ser buenas, tomar justicia por mano propia nunca es bueno — Habló de nuevo Zayn.

— Detective Styles ¿Es un éxito más a su carrera? ¿Tiene algo que decir? — Colocó un micrófono cerca del rostro del más alto.

— La ciudad puede dormir tranquila esta noche, por ahora es todo lo que diremos, seguiremos trabajando — Asintió.

El rizado le dio una última mirada a su compañero y se alejó de las cámaras soltando un suspiro, caminó dentro de la cafetería y después de comprar dos emparedados volvió por el pasillo hasta la habitación que le habían asignado a Louis, ahuyentó a los oficiales que querían interrogar al menor alegando que era su caso y él se haría cargo.

Louis había sufrido un colapso por todo lo que había pasado hace apenas unas horas, así que tuvieron que trasladarlo al hospital. El rizado por fin entró y suspiró tranquilo al verlo ya despierto sentado en la camilla.

— ¿Harry? — Murmuró dormitado.

— Hola gatito ¿Como te sientes? — Llegó hasta él dejando un beso en su frente.

— Algo cansado, quiero ir a casa — Lo miró.

— En un rato más te dejarán ir ¿si? Solo intenta reponerte más, te traje un emparedado, vamos a comer un poco — Lo animó acariciando su cabello.

El castaño asintió lentamente dejando que Harry desenvolviera el emparedado por él, lo tomó despacio y comenzó a comer en silencio, el rizado le veía preocupado.

— No puedo creer que el abuelo fuese uno de esos abusadores — Murmuró mirando a la pared.

— No lo sabemos con certeza — Suspiró el rizado comprensivo.

— Seguramente si, Harry, él dejó que abusaran de mi madre, de ahí vengo yo, ella nunca me quiso — Esnifó mirando sus manos.

— Oh cielo — Susurró el rizado.

Se sentó en la camilla junto a él y lo abrazó haciendo que el castaño se recostara en su pecho, tranquilizándolo con su calor corporal, con sus latidos lentos.

— Ya no quiero saber más nada de él — Murmuró cerrando sus ojos.

— ¿Estás seguro? ¿No quieres que organicemos un funeral? — Harry besó su cabello.

— No, solo quiero ir a casa y descansar de este mal rato — Suspiró.

— Está bien, Lou — Mordió su labio antes de continuar, inseguro por la respuesta del castaño.

— Dime — Lo miró.

— Me preocupa que... realmente ese enfermero no sea quien buscábamos, me preocupa que ahora tu apellido se vea involucrado e intenten hacerte daño, por eso había pensado que tal vez deberías mudarte conmigo, por protección.

— ¿Mudarme a tu departamento? — Lo miró sorprendido. — Harry yo no lo sé, eso parece ser demasiado, no quiero ser un estorbo para ti.

— Oye gatito no digas eso — Sujetó sus mejillas. — Jamás serás un estorbo, me encanta tenerte en mi departamento, me encanta todo el tiempo que pasamos juntos, se que no es el momento correcto para por fin formalizar nuestra relación, pero cada día descubro que me encanta estar contigo.