Veintiseis

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El agua caía sobre sus manos con suma presión, intentando quitar todas las manchas posibles de sus manos, sus ojos se encontraban rojizos ante las lágrimas derramadas de camino al departamento, pero no quería volverse débil nuevamente.

Quizá estaba fallando en eso, Harry le había recordado lo frágil y sensible que podía ser, se dio cuenta que tenía sentimientos reales y no quería estar solo nunca más, pero a pesar de eso su pecho dolía.

Llenó sus manos de jabón líquido y suspiró mientras las tallaba con más empeño, los sonidos en la puerta llegaron a sobresaltarlo, pero cuando escuchó la voz de Harry logró calmarse un poco, cerró el grifo y se encaminó hasta la entrada aún sin querer abrir.

— In my heart, in my soul, baby You're the meaning in my life You're the inspiration — Escuchó la voz del rizado mientras tropezaba con las palabras.

— No puede ser — Susurró para sí mismo sintiendo el ardor en su pecho desvanecerse.

La puerta sonó nuevamente mientras la voz del rizado se mezclaba con otra, otra voz que Louis comenzaba a detestar ya, su hermano.

— Louis, por favor abre, él esta muy ebrio — Murmuró.

— You bring feeling to my life You're the inspiration Wanna have you near me
I wanna have you hear me sayin' No one needs you more than I need you — Terminó su canto.

— Apenas puede estar en pie, Louis, no quiso quedarse en casa, no iba a dejarlo venir solo — Soltó un suspiro.

El castaño mordió su labio observando sus manos, suspiró más relajado y abrió la puerta por fin, Evan sujetaba a Harry quien parecía bastante tomado, mucho más que antes.

— Antes que nada, quiero disculparme por mi comportamiento, no sé cuando parar de ser un policía — Suspiró Evan haciendo una ligera mueca.

— Si idiota, discúlpate — Frunció el ceño Harry.

— Lo estoy haciendo, Hermano, él se puso tan llorón — Arqueó una ceja mirando a Louis.

— Yo me encargo, ya puedes irte Evan — Asintió el castaño.

Se acercó a ambos hombres e intentó sujetar a Harry, pasó su brazo por su hombro y suspiró sujetándolo con fuerza mientras el ebrio detective continuaba tarareando aquella canción.

— ¿Estas seguro que no necesitas ayuda? — Insistió Evan.

— No, ya vete — Murmuró Louis.

— De acuerdo, los veré luego, escucha lo que tiene que decir, somos idiotas por naturaleza — Sonrió divertido.

Louis solo se limitó a asentir mientras se adentraba con Harry, escuchó la puerta cerrarse y miró sobre su hombro para asegurarse de que Evan no siguiera ahí.

— ¿Por qué tomaste tanto, tonto? — Murmuró el castaño.

— Porque estoy enamorado de ti — Sonrió con torpeza. — Y soy un idiota que ha arruinado todo — Hizo un ligero puchero.

— Si eres un idiota — Susurró.

Llegaron a la habitación y el castaño sentó al detective en la cama, este suspiró mirando sus manos, apenas enfocando la vista, pero cuando su estómago se revolvió y comenzó a salivar corrió con la fuerza que pudo hasta el baño, devolviendo el estómago en el retrete.

— No creí que lidiaría con esto hoy — Murmuró el castaño peinando el cabello del rizado hacia atrás.

— No quiero causarte disgustos, gatito — Habló con la voz rota.

Blue eyed killerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora