Cinco

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Las miradas de todos los estudiantes se posaban sobre ellos, sobre los dos hombres con un porte intimidante caminando hasta una de las oficinas de reuniones en la universidad.

Primero estaba Harry, llevando unos pantalones negros ajustados a sus gruesos muslos, una camisa como la sangre y una chamarra en color camel, sus lentes de sol y sus anillos lo hacían lucir más intimidante de lo que el rizado podría ser o quizá no, nadie aún lo sabía, nadie lo había provocado tanto para descubrirlo.

Y después estaba su compañero Zayn, quien lucia unos jeans negros ajustados, una chaqueta de cuero a juego con sus botas y una playera negra con alguna de sus caricaturas favoritas, observaba a todos los alumnos en el pasillo con sigilo, intentando leer su lenguaje corporal, era bueno en eso.

Pero por el momento lo único que pudo captar fueron miradas de asombro y guiños con sonrisas coquetas de algunos cuantos, el morocho solo suspiró continuando su camino.

Harry pareció notar lo tenso de su compañero y ocultó una sonrisa de diversión, a Zayn las miradas y halagos siempre lo ponían nervioso, sus compañeros les habían llamado "El dúo de la perfección" eran sin duda dos hombres bastante atractivos y versátiles.

Borrando cualquier pensamiento de sus mentes que no tuviera relación a su visita en aquella universidad por fin se adentraron a la oficina, acomodaron dos sillas frente a la mesa y una del otro lado, Zayn se sentó primero abriendo su maletín para que Harry pudiera caminar a la puerta donde una mujer esperaba por su orden.

El rizado le entregó una lista con una ligera sonrisa de cordialidad, la mujer aclaró su garganta observando los nombres que Zayn había puesto ahí la noche anterior.

— Necesito por favor que llame a toda esta lista de jóvenes, no les diga el motivo, no queremos asustarlos — Arqueó una ceja.

— Claro, vuelvo en un minuto — Asintió.

Harry agradeció con un asentimiento de vuelta y volvió a adentrarse a la oficina mirando a su amigo ya listo para la entrevista.

— ¿Que te dijo Liam sobre las pruebas? — Preguntó curioso.

— Uhm, aún no estaban listas — Se encogió de hombros. — Pero el cuerpo de Richard tenía algo que los otros no, una contusión en la cabeza, el asesino forcejeó con él antes de asfixiarlo.

— Supongo que los calmantes no hicieron efecto a tiempo — Se cruzó de brazos mirando a la ventana.

— ¿Crees que nos enfrentemos a una mente maestra del mal o a un trastornado mental? — Preguntó con curiosidad el morocho.

— A un jodido enfermo que tiene un raro fetiche con las bolas — Arqueó ambas cejas mirando a su compañero con una sonrisa de diversión.

— Fue un chiste de mal gusto.

— Si, lo sé, soy una basura — Suspiró yendo hasta su silla.

— ¿Cómo está tu padre?

— Supongo que bien, lo visité pero solo me echó en cara que no tengo ninguna pista y pronto el caso se volverá público — Hizo una mueca.

— Lamento que tengas que vivir bajo su sombra, amigo — Suspiró.

— No más que yo — Murmuró mirando su bolígrafo.

La puerta fue abierta por una chica con uniforme de porrista, con nerviosismo entró dejando ver antes de cerrar la puerta a una fila de estudiantes esperando.

Zayn aclaró su garganta revisando la copia de la lista y miró a la chica antes de hablar, esta lucia consternada por toda la situación.

— Buen día, Jane ¿Cierto? — Ella asintió. — Toma asiento, por favor.

Blue eyed killerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora