Por venganza

2

Amira fue a la cocina, mientras Talión agitado se sentaba en el sofá después de tener sexo por primera vez.

Volvió con una botella de vino.

—¿Quieres tomar?... — le dijo sugerente.

Talión asintió, estirando la mano para recibir la botella ya que no tenía copas,ni vasos en sus manos.

Pero Amira, estaba lejos de querer que él bebiera desde la botella. Se acercó a él sonriendo coquetamente.

—Pega tu boca a mi abdomen...—le dijo, poniendo el pico de la botella entre sus senos.

—¿Siempre eres tan insaciable?— deslizó Talión, sorprendido. Esa mujer no tenía planes de darle un respiró por más mínimo que sea.

—Me encanta el sexo... — respondió Amira, moviendo sus hombros.

Talión, sonrió y acercó sus labios tal como ella le había dicho.

Entonces, Amira comenzó dejar caer la bebida por su cuerpo, mientras aquél caballero bebía.

Para cuándo Talión terminó de beber, su virilidad latía de lo tan excitado que estaba, asi que, se levantó del sofá al mismo tiempo que la tomaba entre sus brazos y la llevaba hasta la mesa.

Allí la sentó y le indicó que se acostará sobre ella. Puso las piernas de la jóven en sus hombros y acomodó su virilidad en la zona justa para invadirla otra vez.

La penetro con todas sus fuerza, Amira gemío de placer y eso descoloco a Talión volviéndolo loco, pues a cada segundo Amira le desmotraba que disfrutaba de un sexo perverso.

Asi que, hundido en esa nueva sensación y lleno de curiosidad por que quería saber hasta dando era capaz de llegar ella, se inclinó y mordió su abdomen.

Después, la hizo sentar, sin dejarla de embestir y escupió su cara.

Amira sonrió, mordio su labio y paso su lengua limpiando la saliva que era de Talión.

—estás demasiado demente... —deslizó Atónito Talión. —Pero me gusta.

La beso, metiendo su lengua lo más profundo que pudo en la boca de Amira, mientras que con una de sus manos amasaba uno de sus pechos.

Seguidamente, se aparto de sus labios y escupió sus senos. Amira desparramo la saliva por ellos, como si fuera agua de la ducha.

No dejo de embestirla ni por un segundo, Talión tenía las uñas cortas pero de todo modos, coloco sus manos en la cadera de Amira, y fue bajando marcando con sus uñas, los lados de sus piernas que aún estaban en sus hombros.

Amira comenzó a temblar y segundos después tuvo un profundo órgasmo que mojo su abdomen.

El lo tuvo tiempo después, salió de ella y dejando sus fluidos en su piel como lo había hecho anteriormente.

Posteriormente, se acomodó el bóxer y fue hasta el sofá donde buscó su ropa y sacó su celular, observó la hora y vió que tenía mensajes de su esposa.

Miró hacía la mesa y Amira comía una fruta, que había sacado de una fuente que también estaba arriba de la mesa como si nada.

Se vistió y se acercó a ella.

—Es casi de mañana... pronto va a salir el sol, debo irme... ¿tienes un papel?.

Amira asintió y estiró su mano, señalando la heladera donde pegado había papeles que se podían escribir y colgando de un hilo una lapicera.

Talión suspiró y se acercó a esto. Anotó unas cuantas cosas y después se colocó su sacó.

—Esas van a ser las preguntas del exámen de la semana que viene, el parcial para regularizar la materia.

Amira quien tenía una expresión relajada cambio eso, por una de fastidió con mezcla de asombro.

Levantó su ceja y miró hacía la heladera, después hizo una sonrisa un tanto lujuriosa.

—No me subestime profe... que yo me acostará con usted, para aprobar un exámen, me daría justo en mi ego, lo tengo demasiado alto para atribuirle mis logros académicos a un atajo por sexo.

—¿Asi?.

Amira le sonrió nuevamente, se dejo caer en la mesa, separó sus piernas y llevo su mano hacía su intimidad.

Comenzó a darse placer asi misma, mientras Talión la observaba, hipnotizado.

—Me tengo que ir — titubeó no muy convencido de lo que decía.

Amira lo ignoró, estaba tocando su clitoris con una mano y con la otra, metía sus dedos dentro de su feminidad, sentía mucho placer como para hablar.

Talión se quedó un poco más observando cada movimiento, cada gesto... y cuándo notó que llegó a otro órgasmo se acercó y chupo sus dedos.

—Ahora si me voy... antes que comiences nuevamente. Tienes problemas de adicción con el sexo... — bromeo, mientras se dirigía a la puerta.

—Ayúdeme entonces profe... apague el fuego que me consume...

Talión se rió, no estaba seguro si realmente despertaba tanto deseo o que ella de verdad era adicta al sexo, pero parecía que sin importar cuanto órgasmo tuviera, nunca iba a poder sacarle el fuego que decía tener.

Movió la llave que estaba en la puerta, abriendo la misma, y se marchó.

Cuándo Talión llegó a su casa, su esposa lo recibió, se notaba molesta.

—¿Donde estabas?, te he llamado y mandando mensajes. Te dije que hablaríamos aquí.

—Te fuiste con tu amante, ¿que ibamos a hablar?.

—Hueles horrible. ¿Acaso te fuiste a beber?. Parece que has tomado vino.

—Sí. — dijo, pensando en Amira. —Ya deja que me vaya a dormir, tengo que trabajar en algunas horas.

—¿No vamos a hablar sobre el hecho de que hiciste un escándalo en un restaurante por que me viste con mi amigo?.

—Andrea, se estaban besando... ¿de que amigo me hablas?.

—Te explique que era por que allí estaba su ex y quería darle celos.

—Si, seguro. — dijo burlón.

—¡Eres un idiota!, ¿como puedes pensar eso de mi?.— Andrea sollozo, pero Talión estaba demasiado agotado para seguir con todo eso, asi que simplemente la dejo llorando en la sala y fue a darse una ducha para luego irse a dormir.

Mientras se quitaba la ropa en el baño y escuchaba a su esposa decir un montón de cosas sin sentido, intentando justificar el beso que estaba teniendo con el otro sujeto cuándo el los vio, Talión se miró en el espejo y vio que en el lado derecho de su pecho, tenía labial, sonrió al ver que Amira le había dejado una huella, aunque luego se lo limpió.

Por su parte Amira, también se dió un baño, donde aprovecho el agua para tocarse asi misma otra vez, pues, le resultaba delicioso darse placer mientras estaba en la tina llena de agua.

Finalmente, cuándo el sol salió Amira se dejo caer en su cama, para quedarse dormida profundamente.