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Amira abrió sus ojos lentamente pero al ver que Talión estaba sentando a un lado de ella, los cerró de inmediato.

-Puedes fingir que duermes todo lo que quieras, pero no podrás evitar hablar conmigo- deslizó él, cerrando el libro que tenía entre sus manos.

Ella abrió los ojos nuevamente, resignada a haber sido descubierta.

Tan pronto como lo hizo se encontró con los penetrantes ojos verdes oscuros de Talión.

-No sé que es lo que querías pero tú juego se detiene ahora mismo, ¿entiendes?. ¿Cómo pudiste pensar en no decirme que voy a ser padre?...

Amira intento hablar pero Talión no se lo permitió.

-No te estreses ahora debes recuperarte. Pero quiero que sepas que seré tú maldita sombra desde ahora en más.

-A mi no me digas en que momento debo hablar- respondió Amira. -Puedes tener un hijo con tu esposa, si tanto lo deseas.

-Que yo tenga un hijo con ella, no cambia nada... no reemplaza al que tú llevas ahí. ¿Entiendes eso?.

Amira rodó sus ojos. -Eres insoportable.

-Tú una caprichosa.

-No puedes decirme que hacer. No lo voy a tener... y no me vas a obligar.

Talión se acercó a ella, lo más que pudo desde su silla.

-Estoy intentando ser paciente contigo pero será mejor que ya no sigas rozando los límites de mi paciencia... Amira, no solo a ti te gusta el juego perverso, no creas que por que estoy siendo bueno contigo, no soy capaz de volverte a encerrar y obligarte a tener mi hijo... como yo lo veo tenes dos opciones, o desatamos un caos juntos o desatamos un caos entre nosotros, tu elige.

-Te odio... -Deslizó Amira.

Talión sonrió pero no emitió ningún comentario.

Amira, se percató al mirar con más detenimiento que no estaban en el hospital donde Talión trabajaba.

-¿Porqué me trajiste aquí?, el hospital donde estudio estaba más cerca. - dijo, clavando sus ojos en Talión.

-Por seguridad... - respondió Talión tajante.

Tiempo después llegó una doctora, Talión no mencionó que era doctor, ni intervino con el trabajo.

-Bien, hasta ahora todo parece normal. Sin en cambio, aún debe estar en observación fueron varios días de fiebre, además que seguirás recibiendo suero por que estas deshidratada. Con respecto al embarazo, en unos minutos traeremos un monitor para chequear que todo este correcto.

Talión y Amira asintieron.

-¿Cuándo lo supiste?- preguntó Talión después de quedarse solos nuevamente.

-Dos días antes de regresar...

-Asumo que no volviste para decirme...

Amira negó.

-Pensabas robarte pastillas, ¿no es asi?.

Amira no respondió.

Talión, se paró y salió afuera de la habitación. Respiró profundo y volvió a entrar, no deseaba decir nada que a ella la pudiera herir.

-Me molesta que no me hayas tenido en cuenta para nada de esto, puedo entender muchas cosas, pero necesito saber ¿Porqué hacerme a un lado?, ¿diste por hecho que no lo iba a querer?.

-Aunque lo quieras ahora, ¿que me asegura que después de algunos años seguirá siendo igual?, ¿cuántos hombres han hecho eso?... puedes incluso ahora mismo salir de aquí e irte para siempre, aunque me obligues a tenerlo...además, ¿cómo vas a explicar que dejaste embarazada a una amante?, no creo que a tu esposa le guste mucho.

La doctora que atendía a Amira volvió a ingresar con una maquina que le costaba mover, Talión la ayudo para acomodarlo cerca de la jóven que permanecía acostada.

-Bien, sube la remera por favor. - le indicó.

Amira obedeció y tras ponerle un frío gel, comenzó a pasar el aparato reflejando el interior en la pequeña pantalla de la maquina.

La cara de Talión,Amira y de la doctora cambiaron sus gestos segundos después.

Amira dejó de mirar la pantalla para ver a Talión, quien prefirió ignorar sus ojos.

En aquél vientre no había un bebé, en cuánto la doctora lo pudo encontrar, los tres apreciaron que el embarazo se había desarrollado en una de las trompas de falopio.

-Es un embarazo ectopico. Tenes un período de gestación de ocho semanas, ha sido una suerte que no hayas ingresado por hemorragia como consecuencia del mismo. Tenemos que sacarlo, ya que más de dieciséis semanas, no va resistir y es un riesgo para ti.

-De acuerdo- dijo Talión después de unos segundos.

-No te lo esta diciendo a ti, no seas idiota- respondió Amira

-¿Que no es lo que querías?, al final ganaste como siempre...

-Los dejaré que hablen a solas, mientras preparó todo. Se que es algo difícil pero deben entender que el embarazo no va a llegar a término.

-Lo sabemos - respondió Talión.

La médica los dejo solos.

-Yo no se lo que quieres, realmente me estresa tanto que seas asi...- deslizó Talión.

Esperaba alguna respuesta de Amira pero ella no dijo nada, se quedó mirando fijamente la pantalla.

-Después de esto vas a necesitar atención psicológica, yo pagaré por ello.

-¿Donde esta Cris?- murmuró Amira.

-No lo sé. Dijo que tenía algunas cosas que hacer.

-¿puedes llamarlo?, por favor.

Talión se sintió frustrado. Pero asintió. Sacó su celular y lo prendió.

-¿Te sabes su número?.

-Si. - Amira procedió a dictar el número telefónico. Tiempo después, la conversación se llevó a cabo.

Pasaron dos horas, hasta la llegada de Christopher allí.

Amira lo recibío con una sutil sonrisa que molesto a Talión.

Ambos se abrazaron y eso le generó celos al médico sin en cambio, no hizo más que salir afuera.

Desde la puerta los observo hablar, abrazarse, incluso vió como Christopher limpiaba algunas lágrimas ocasionales de Amira.

Por un momento sintió un enorme impulso de irse, ya que consideraba que era con él con quien tenía que hablar, después de todo era el padre.

Luego de unos largos minutos, Christopher salió de la habitación.

-Tengo que irme. ¿La cuidas?.

Talión asintió.

-Deberías descansar- deslizó entrando.

-Me gustaba más nuestra relación cuándo teníamos sexo como animales - acotó Amira. -Si vuelve a pasar, debemos cuidarnos.

-Ya no va a pasar Amira, no se a que juegas y últimamente me siento muy frustado contigo, no sé si irme o quedarme pero ya no importa... tú has lo que quieras, estaré contigo en este proceso pero no te volveré a tocar... ya entendí que sobró en tu vida, al igual que vos lo haces en la mía.

-En ese caso, puedes irte y dejarme sola desde ahora... no te necesito.

-¿Es lo que quieres?, ¡mierda Amira eres tan odiosa!.

-¡Si te quiero lejos de mí!.

-Ok.

Talión salió de la habitación, lleno de furia. -¡eres una maldita niña caprichosa que no sabe lo que quiere!- le dijo desde la puerta para finalmente dejarla sola.


Por venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora