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Los días pasaron y Amira fue mejorando rápido.

Semanas después ya no sentía molestias, ni dolor en su cuerpo.

—Tengo hambre — se quejo Talión, mirando la heladera con pocas ganas de hacerse de comer.

—hice una tarta, ¿quieres?— sonrió Amira.

Talión dudo, —¿Esta envenenada?.

Amira dejo escapar una fuerte carcajada.

—Me has descubierto...

Amira aprovechó que Talión estaba dándole la espalda, agarro un vaso con agua que tenía en la mesa, se acercó a él lentamente y se la tiró encima.

—¡Amira!— se quejo él, totalmente sorprendido.

Ella salió corriendo y Talión la siguió, atrapandola de la cintura para luego tirarla a la cama.

—Me gusta que seas salvaje— deslizó, mordiendo su labio inferior.

—¿Por eso me haces enojar siempre?.

—No lo hago siempre, no se de que te quejas.

—Amira, ayer saliste a tirar la basura y te fuiste con un desconocido.

—Es que, iba pasando con un perrito y me dijo que tenía más en su auto, que estaba a media cuadra y que si los quería ver...

—Es como cuando le dicen a los niños que no reciban dulces de un extraño...

—Pero estos eran perritos— se rió Amira.

Amira beso a Talión suavemente pero conforme sus labios se movían la intensidad iba en aumento.

Sin embargo, fueron interrumpidos por el celular de Talión.

Él, lo tomó de la mesita de noche y observó el mismo.

—Es Andrea... — Murmuró.

—Manda un mensaje cada cinco minutos, ¿que esa mujer no tiene nada que hacer?. Ni que le hubiesen robado el marido— se burlo Amira.

—No me has robado, estoy acá por voluntad propia...

—¿Estás acá por que me queres?. — sonrió perversamente Amira.

—Dice que le llegó la notificación de divorcio, pero que se niega a hacerlo.

Amira rodó sus ojos al ver que el cambio el tema.

—Era obvio que no te lo va a dar tan fácil.

Talión asintió. —Si te quiero por cierto. No soy yo el que se ha cansando de decir que no me quiere en su vida y de hecho, quizás el deseo se te cumpla.

—¿Porqué lo dices?, ¿piensas irte?, todo los hombre son iguales, nos ven como carnes que pueden degustar sin más.

—Ah, tú drama... ya es un clásico... pero no Amira, no pienso irme... al menos no por voluntad propia... ¿cómo te vez yendo a visitarme a la cárcel?.

Amira lo miró con duda y finalmente le quito el celular de las manos, en el mensaje Andrea amenezaba con contar todo sus "negocios sucios" a la policía si la dejaba.

—Talión...

—Era joven, tenia deudas y pensaba que era demasiado inteligente... me ofrecieron ganar dinero fácil, solo tenía que conseguir personas... al hospital llegaba gente pobre, con distintas situaciones de vida y bueno... no solo Dios puede decidir quien vive o quien muere... del otro lado, tenía personas desesperada por salvarse o salvar a sus hijos u otro familiar, no es algo de lo que puedo presumir, lógico... sin en cambio, no me arrepiento, muchas de esas personas entraron a cirugía con diagnóstico falsos eso es verdad,  pero sus órganos salvaron a otras personas...

—¿Héroe o villano? — sonrió Amira y lo volvió a besar. —Ya sabía eso de ti, de hecho al principio quería que me ayudaras a deshacerme de un cuerpo.

—Me gusta el hecho de que tengamos esta conversación, de forma tan relajada,— sonrió Talión. —¿el de tu ex, antes de Cris no es asi?.

Amira asintió. —No le dijiste idiota a Christopher, es un avancé.

—Yo creo que ya es un hecho, no hace falta que lo diga siempre.

—Acá la pregunta es... ¿tu libertad o yo?.

Talión sonrió y acarició su rostro. —Ya sabes la respuesta, asi que te espero en los días de visita en la cárcel.

Amira se abrazó fuertemente a él. —No quiero que vayas a prisión.

—Creo que estoy entrando a tu corazón de a poco.

Amira golpeó su hombro, para reprocharle su comentario.

—Me voy a conseguir otro, en cuanto tengas tu primer juicio.

—No espero menos de vos.

Esta vez, fue Talión quien la beso, y poco a poco fue quitandole la ropa. Una vez que la tuvo a su merced, la recorrió lentamente con sus labios, olvidándose del mensaje de Andrea.

Amira lo sorprendió, sentándose encima de él, dejo caer saliva que fue directo al pecho de Talión.

Comenzó a mover su cintura, pero sin dejar que él la invadiera.

Talión cerró sus ojos y disfrutó del momento, hasta que sintió un dolor en el lado derecho de su pecho; Amira lo había mordido.

—Esa es mi huella...

Talión, golpeó fuertemente su nalga izquierda, dejando su mano marcada.

—Esa es la mía.

Estaban por dar rienda suelta a su deseo, cuándo Christopher llegó.

Rápidamente Amira se bajo de Talión quien se acomodó la ropa mientras ella se vestía.

—Tu abuela pregunta por vos— deslizó Christopher, entrando al cuarto. —dice que te has olvidado de ella, quiere saber como vas en la facultad, le dije que has estado enferma que por eso no has ido, que tenes una enorme infección que esta difícil sacarla de encima— acotó mirando a Talión.

—¿Me acabas de decir infección?

—¿Te sentis "perseguido"?.

Amira solo escuchaba divertida la sutil discusión de Talión y Christopher, hasta que decidió poner más "leña en el fuego".

—Ya dejen de pelear, al final me tienen que compartir.

—Si el te toca, voy a usar su carne para hacer comida y alimentar pobres— deslizó Rápidamente Talión.

Christopher, solo le hizo gestos burlesco, tras decir que se tomaría un baño.

Mientras lo hacía, pensaba en Amira y Talión.

Él amaba a Amira, y  hasta hace algún tiempo se sentía seguro a pesar de su extraña relación, sin embargo, cada vez que veía a Amira junto a Talión, se preguntaba por que a él no lo miraba de la misma forma, ¿qué tenía Talión que él no tuviera?, ¿por que con Talión sí y con él no?.

Aquellas preguntas lo hacían sentir molesto, le parecía injusto que Talión quien a su criterio había llegado después de él, había logrado que cuando Amira lo veía, sus ojos brillaran y él, a pesar de todo lo que había hecho por ella, solo tenía rechazo incluso si tan solo quería un abrazo de ella.

Por venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora