Treinta y Siete

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Brais

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Brais

Ha sido una semana extenuante, los cambios que he tenido que hacer de último momento dentro del organigrama de la empresa asignando a personas de mi entera confianza para que lideren cada departamento y la situación con mi padre han absorbido todo mi tiempo, ni siquiera he podido ir a ver a mi chica, mi cuerpo la añora. Solo he logrado hablar con ella unos pocos minutos cada que tengo un espacio para hacerlo y los mensajes que me envía con fotos calientes en las que posa con poca ropa o nada solo empeoran la situación.

Tengo un leve problema de bolas azules en los pantalones.

—Señor Baxter—la voz de clara me aparta de mis lamentos mentales—es hora de que salga para que pueda llegar a tiempo al almuerzo de negocios con el señor Harris.

—¿Cuántas veces debo repetirte que me llames por mi nombre?

—Eres mi superior, no es correcto que lo tutee.

—Por Dios Clara eres mucho mayor que yo, además prácticamente eres como una abuela para mí, fuiste de hecho una de las primeras en cargarme cuando llegué al mundo y la responsable de correr tras de mi cada que mamá me traía con ella y debía entrar a alguna reunión.

Una sonrisa tierna tira de los labios de la peligris—¿Lo recuerdas?

—Era muy pequeño pero algunas imágenes de esa época aún permanecen intactas en mi memoria.

—Bueno basta de charla Brais, debes salir ya para que no llegues tarde a tu cita de negocios.

Asiento en su dirección satisfecho porque ha usado mi nombre de pila, me pongo en pie tomo el saco del respaldar de la silla y me acerco a la peligris mientras me coloco la prenda.

—Estaré de vuelta en unas dos horas—me detengo a su lado y me inclino un poco depositando un beso en su mejilla sorprendiéndola con mi gesto—deséame suerte—le pido mirándola a sus ojos marrones que me ven con aquel brillo maternal característico de ella.

—Lo harás bien mi niño—aprieta mi hombro antes de que ambos abandonemos mi despacho.

—Lo harás bien mi niño—aprieta mi hombro antes de que ambos abandonemos mi despacho

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La Chica De Las Zapatillas RosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora