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Este momento sin duda me generaba mucho nerviosismo, estar en está situacion con un profesor es sin duda algo lleno de adrenalina y peligro. Pero sinceramente me fascina.
-¡Aléjese! -pedi en un susurro.
-¿Porqué? -preguntó el profesor igual en un susurro.
-No quiero que esto se mal interprete -trate de no verlo a los ojos.
-¿Y que podrían mal interpretar?
-Podrían pensar que usted y yo tenemos una aventura...
-¿Y eso tendría algo de malo?
-Si
-¿Porqué?
-Soy por lo menos 9 años menor que usted, y además tiene novia -explique.
-Sinceramente me vale una mierda lo que ella piense -se acercó más.
-Es su novia, no debería expresarse así de ella.
-Me sorprende que la defiendas después de como te trató -alzó una ceja- Eres una chica bastante extraña, otra chica no la defendería.
-Yo no soy como las demás -entre dientes.
-De eso me doy cuenta -nos acercamos más a tal punto que podía sentir su nariz rozar con la mia.
-Y usted no es un profesor como los demás...
El profesor tomó mi cintura y la pego contra la de el, pase mis manos a su cintura y el a las mías.
-Tu magia blanca me tiene a tus pies y estoy a punto de perder el control contigo -su respiración estaba más agitada.
Mire sus labios y estaba esperando a que los uniera, sentía como una descarga eléctrica recorrer mi cuerpo, sentir sus manos en mi cintura me estaba haciendo sentir algo que nunca había sentido.
Pasión, aventura, peligro y adrenalina, este hombre con tan solo unos días de conocerlo me ha robado la atención. Me sentía como un personaje de uno de mis libros, y me gustaba ser yo quien vive esta experiencia.
Unos instantes y senti sus labios con los míos, traté de alejarme de el, pero no lo logré caí en sus redes y me deje llevar. Sus manos daban pequeños apretones en mi cintura, mi manos estaban sujetando sus hombros.
El tenía el control del beso, yo solo había besado a un chico en toda mi vida, Adrian Pucey y había sido por un reto en una fiesta que habían echo Pansy y Astoria el año pasado.
Así que deje que el tomará el control del beso, nuestros labios danzaban tan perfectamente que este ha sido un beso que se quedara marcado en mi mente toda la vida
Nos separamos unas cuantas veces por unos míni segundos, quería salir de ahí pero el era como un imán. Su beso comenzó a ser un poco brusco, mordio un poco mi labio y me pego más a la pared. Tuve una pequeñísima arcada ya que el comenzó a utilizar la lengua, pase mis manos a su cabello y comencé a jugar con el.
