42 |¿Dónde está?

2.5K 153 13
                                    

Estaba comenzando a sentirme impotente al ver a mis amigos sin salida,  ver al hombre que amaba en peligro me estaba destruyendo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estaba comenzando a sentirme impotente al ver a mis amigos sin salida,  ver al hombre que amaba en peligro me estaba destruyendo.

—Entonces qué dices Atenea, se que deseas matarme, ¡anda! –la presione.

—¡Anastasia callate! –grito Draco.

—Atenea deja que curen a mi hermano, deja ir a Anastasia y a Draco y yo me voy contigo, haré lo que quieras pero por favor deja que los tres se vayan salvos.

—Ay amor –Atenea se inclino hacia Tom– La verdad es que prefiero matar a mi primita.

—¡Noo! –Tom trato de zafarse pero no lo consiguió.

Matheo estaba sudando demasiado, cada vez perdía más sangre, Draco estaba temblando del susto. Sus padres no estaban aquí, todos eran mortifagos que no conocía, ni siquiera la familia de Theodore estaba.

—V..vete –dijo Matheo en un hilo de voz–Llevate.. a... mi her.. mano..

—No te dejaré –murmure.

Atenea estaba concentrada con Tom, los otros mortifagos estaban con Draco.

—Tu.. salvaste a.. mi.. hermano –dijo Matheo con lágrimas en los ojos– Conoció... el amor.. gracias.. a ti.

Varias lágrimas caían por mis mejillas, los ojos de Matheo poco a poco se iban cerrando. A lo mejor no había convivido tanto con el pero era una persona importante para mi y me dolía que estuviera entre la vida y la muerte. Lo abrace con fuerza, ya no quería perder a más personas.

Mis ojos se cerraron mientras tenía a Matheo en mi regazo, una explosión hizo que volviera en si, las ventanas habían sido desechas por completo, los mortifagos que estaban cerca de ellas estaban en el piso prensados. Draco estaba en el piso tratando de ponerse de pie, traía una herida en la cabeza.

Los otros que habían sobrevivido salieron al jardín con varitas, Tom había logrado zafarse de quienes lo tenían. Atenea se veía asustada así que con delicadeza recosté a Matheo sobre el piso y fui detrás de ella.

—Ven aquí perra –grite mientras subía las escaleras.

Atenea estaba en el pasillo tratando de buscar algo en un cajón. Yo no tenía varita y por lo visto ella tampoco.

—En el mundo muggle algunos arreglan los problemas con una pelea callejera –me acerque lentamente hacia ella– Veremos sin ayuda puedes contra mi.

—Claro que puedo –Atenea se me aventó bruscamente.

Cuide mi vientre tratando de esquivar cada uno de sus intentos de golpearme, ambas estábamos sujetadas de los brazos, la empuje hacia la pared provocando que se diera un golpe en la cabeza. Al caer al piso me derribó dándome un golpe en mis piernas.

Sentí un gran dolor en la cabeza que me dejó aturdida unos instantes, hasta que Atenea se me encimo y trato de soltarme un golpe en el rostro pero levante mi pie para darle en la espalda, asi logre que su dolor la distrajera para darme algo de ventaja.

𝙀𝙣 𝙩𝙪𝙨 𝙧𝙚𝙙𝙚𝙨 (+18🚫) 𝚃𝚘𝚖 𝚁𝚒𝚍𝚍𝚕𝚎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora