Parecía que la felicidad volvía a mi vida. Saber que no estaba sola en esto me daba tranquilidad y sobre todo la fuerza que necesitaba para seguir siendo una mortifaga.
Después de la fiesta que hizo Voldemort la normalidad volvía a la mansión Riddle. Más magos se iban uniendo a Voldemort. Incluso jóvenes como yo.
Esto cada vez crecía mucho más, ni sabía en que momento pararía todo esto. En ocasiones sentía que me iba a desmoronar por ver tantas cosas desagradables.
Hoy decidí tomar aire en el jardín, solo ahí podía estar tranquila. Últimamente mi familia de sangre ha estado encima de mi, haciendo comentarios y preguntas tontas.
—Hola amor –Tom se acercó a mí y se sentó en la banca a lado mío– ¿Está todo bien?
—Hasta cuándo tendré que soportar todo esto –respondí un poco desesperada.
—Se que es difícil, y no te preocupes Mattheo y yo ya nos estamos encargando de algo –susurro.
—Yo quiero ayudarte.
—No te pondré en riesgo amor –acarició mi mejilla y yo asentí.
Ambos nos abrazamos y nos quedamos así unos instantes hasta que apareció Voldemort con otra persona que no conocía.
Tom y yo nos alejamos lentamente para saber que se les ofrecía, era evidente que algo querían.
—Padre –saludo Tom con un poco de frialdad.
—Permitenme presentarles a Henry Rosier, el nuevo integrante de familia que estamos construyendo.
Sonreí falsamente, Tom no dijo absolutamente nada. Incluso le dirigió una mirada de odio.
—Tom que guste verte –Henry extendió su mano para que se estrecharan pero Tom no hizo nada –No nos han presentado, ¿tu eres? –me preguntó.
—Anastasia Lestrange –extendí mi mano pero Tom me tomó de la cintura y me pego hacia el.
—Es mi prometida –Tom enrollo sus brazos en mi cintura y me dio un beso en la mejilla.
—Eres muy afortunado, porque realmente es preciosa – Henry me escaneo de los pies a la cabeza.
—Vámonos –Tom me sacó de ahí lo más pronto posible.
Subimos hasta su habitación, entre y Tom azotó la puerta. Estaba furioso, solo lo había visto una vez así de molesto y sabía que no era bueno.
Tom tomó un copa y se servio algo que evidentemente no era agua. Se lo tomó como si no hubiera un mañana.
—¿Qué diablos te sucede? jamás te había visto tan... molesto.
—Estoy bien es solo que Henry me desagrada, somos enemigos y ver como te coqueteaba me hizo sentir mal –explicó un poco estresado.
Me acerque a Tom y coloque mis manos en du cadera.
—Estas celoso, pero no tienes nada de que preocuparte –me tomó del rostro– Jamas me fijaría en alguien más.
—Lo sé, pero no me gusta que otros vean a la mujer que me pertenece –bajo su rostro hacia mi cuello y empezó a dejar besos húmedos.
Mis ojos comenzaron a ponerse en blanco debido a la excitacion que se empezaba a generar en mi. Se alejo de mi y dejo su copa encima de su cava.
Lo tomé de su camisa y lo jale hacia mi para unir nuestros labios en un intenso beso, el me acorralo contra la pared y comenzó a acariciar mis piernas mientras seguíamos en el beso. Su mano comenzó a subir hasta llegar a mi entrepierna. Sus beso descendieron nuevamente hasta mi cuello, su mano tocó mi parte íntima por encima de la tela de mis bragas.
—Si te vas a poner....¡ahh! –gemi– Te daré celos más seguido –dije como pude.
Comenzó a masturbarme por encima de la tela. Sus besos y los movimientos que hacía con sus dedos me provoca una sensación en mi vientre que no podía explicar.
—¡Tom! –gemi.
Sentí como mis bragas comenzaron a mojarse por mis flujos. Tom sacó su mano de mi vestido y alejo sus labios de mi cuello. Ambos tratamos de respirar hondo, el me miró con lujuria y deseo que tomó vestido y lo rompió de la parte de arriba haciendo que se me viera el sostén.
—Eres tan hermosa, que eso hace que sea tan egoísta –di un brinquito y Tom me cargo y me sentó en el tocador.
Desabroche su cinturón —No es normal que siempre terminemos así –sonreí.
Al acercarnos para unir nuevamente nuestros labios tocaron a la puerta. Tom giro los ojos, su rostro demostró enfado, yo lo pegue nuevamente a mi y acaricie su miembro, el mordido su labio inferior.
—Te veo abajo a la una de la madrugada, no llegues tarde –le susurre al oído para después darle un mordisco en el lóbulo de su oreja.
Tom sonrió y me dio un pequeño beso, se acomodo su pantalón y yo me puse un abrigo de el para cubrirme y poder salir.
Abrimos la puerta y era Mattheo.
—Por eso no insistí tanto, sabía que podrían estar ocupados –haciendo énfasis en la última palabra.
—Los dejó –solté una risita nerviosa y sali de ahí.
Llegué a mi habitación, me quite el abrigo y comencé a buscar mi ropa interior limpia para poder darme una ducha. Me quite los tacones, mientras buscaba mi bata en el closet la puerta se abrió, me gire y avente una daga que tenía a la mano por cualquier cosa, la daga se clavo en la puerta y vi al nuevo mortifago.
—¡Oiga! –bufé y me cubrí para tape.
—Quería ver quién era la hija de Rabastan, cuando te vi afuera creí que eras hija de Bellatrix pero vi a tu padre y me contó que te encontró.
—Pues solo es el hombre que me engendro, pero no lo considero mi padre, ahora váyase.
—Parece que Riddle tiene cierta debilidad por las Lestrange –cerró la puerta.
—Váyase o le diré a... –ne interrumpió.
—¿A Tom? –comenzó a reírse– Tom es como el diablo, el solo se acuesta con las chicas y las bota –acarició mi rostro– Sabias que se acostó con tu prima, y la boto, que te hace pensar que no hará lo mismo contigo.
—¡Ya Váyase! –ordene.
—Yo puedo pagarte por tus servicios preciosa –trato de besarme pero lo patee en sus huevos.
Cayó al piso quejándose de dolor, me agache hacia el y lo tome de la barbilla para que me viera a los ojos.
—Si no quieres que clave una bonita daga en alguna parte de tu asqueroso cuerpo mantente alejado de mi.
Henry me miró molesto, me pare y abrí la puerta para que se fuera. El salió con un poco de dificultad por el dolor que le provocó el golpe, azote la puerta y me meti a darme la ducha.
••••
Una disculpa por no estar tan activa apenas termine el semestre y estuve enferma.
Haré mi mayor esfuerzo para poder actualizar más seguido. Espero que les guste el capitulo.
Parece que Tom tiene un rival 😳
Las quiero ❤️
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𝙀𝙣 𝙩𝙪𝙨 𝙧𝙚𝙙𝙚𝙨 (+18🚫) 𝚃𝚘𝚖 𝚁𝚒𝚍𝚍𝚕𝚎
Fanfic𝘐𝘳𝘪𝘴 𝘈𝘯𝘥𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯 𝘭𝘭𝘢𝘮𝘢𝘳𝘢 𝘭𝘢 𝘢𝘵𝘦𝘯𝘤𝘪ó𝘯 𝘥𝘦 𝘛𝘰𝘮 𝘙𝘪𝘥𝘥𝘭𝘦, 𝘴𝘶 𝘱𝘳𝘰𝘧𝘦𝘴𝘰𝘳 𝘥𝘦 𝘥𝘦𝘧𝘦𝘯𝘴𝘢 𝘊𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢 𝘭𝘢𝘴 𝘢𝘳𝘵𝘦𝘴 𝘰𝘴𝘤𝘶𝘳𝘢𝘴 𝘺 𝘦𝘹 𝘮𝘰𝘳𝘵𝘪𝘧𝘢𝘨𝘰.