Cuatro

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Yeonjun y Jeulgi se habían ido temprano para encontrarnos dentro de una hora en la preparatoria. Ya me había aseado y ahora me encontraba colocándome el uniforme para terminar como siempre con las medias y zapatos.

Esta vez recogí mi pelo en una coleta baja y luego de aplicar el poco y leve maquillaje que siempre me aplicaba tomé mis cosas para dirigirme hacia el comedor donde mientras me acercaba, lograba sentir un delicioso olor del desayuno que de seguro estaba preprando mi mamá.

—Buenos días —digo entrando y me acerco a ella para darle un beso en la mejilla.

—Buenos días —sonríe ella—. ¿Dormiste bien?

—Mhm —pongo mi mochila y mi chaqueta estudiantil encima de uno de los taburetes y vuelvo a sentarme en el pupitre que acostumbraba a sentarme siempre.

—Sooji, si te apuras un poquito te llevo a la prepa. Pero tiene que ser rápido. Tengo una reunión dentro de media hora y todavía estoy aquí —me observa mamá.

—No te preocupes. Yo tomaré un taxi o un bus —le sonrío para tranqulizarla.

—¿Segura?.

Asiento varias veces y ella asiente para recoger su bolso del sofá y tomar su saco de encima de una de las sillas de la cocina; coge las llaves del auto.

—Kookie se quedó aquí anoche ¿no? —me mira ella antes de irse.

–Sip. Vino con Jimin de una fiesta —respondo y doy un sorbo a mi jugo.

—Bueno, si acaso algo pídele que te lleve a la preparatoria —besa mi frente y me sonríe al alejarse—. Ten buen día.

—Tú igual —le sonrío y ella sale a pasos rápidos del lugar.

A los segundos siento como la puerta principal se cierra indicando su salida y continúo comiendo de mi desayuno con calma. Después de todo aún estaba a tiempo.

Cuando ya finalizaba de desayunar que ponía todo lo sucio en el fregadero sentí como alguién venía bajando las escaleras y a los segundos hace su presencia en el espacio.
Se trataba de Jungkook que ya hacía en solo un pantalón de pijama; de seguro de los que dejaba aquí cuando se quedaba.

—Buenos días —murmura con voz ronca mientras pasaba su mano sobre su rostro y tenía este super somnoliento.

—Hey —lo saludo—. ¿Dormiste bien?.

—Pues tu hermano ayer tenía muchas ganas de roncar —bufa y se dirige hacia el frigorífico. Suelto una risita y lo observo.

¿Quién iba a decir que el jovencito aquel flacucho se iba a convertir en el hombre que era ahora?.

Jungkook siempre había sido de contextura delgada. Y a pesar de que en cierto sentido lo era, ahora la diferencia era que había comenzado a hacer ejercicios y había aumentado sus brazos, muslos e incluso su espalda era ancha.

Añadiendo que su pelo había crecido y se lo cortaba pocas veces ya que nadie más que él debía estar consciente de que el pelo así le quedaba perfecto. Y claro, para finalizar los tatuajes de su brazo derecho y los piercings en sus orejas y el de su labio ya que él que tenía en la ceja hace algunos meses se lo había quitado.

—¿Tú no vas a la preparatoria? —se apoya en el borde de la encimera detrás de él y toma un poco del jugo que se había servido.

—Sip —asentí—. De hecho ya había terminado así que me voy.

—¿Tía no te va a llevar? —aparta el vaso mientras me observaba.

—Tuvo que irse temprano porque tenía una reunión —digo yo poniéndome la chaqueta estudiantil y abrochándola para coger la mochila—. No pasa nada; cogeré un autobús o el taxi.

Him |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤, 𝐓𝐚𝐞𝐡𝐲𝐮𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora