Cuarenta y tres

1.9K 250 146
                                    

Aquí el capítulo prometido :)
       

                             Sooji;

Entré a mi habitación, y lo primero que hice fue mirar en dirección a la cama de Jeulgi donde ella ya estaba acostada y cubierta con el edredón hasta la cabeza. Tuve el impulso de ir hacia ella y preguntarle donde se había metido pero al final no lo hice; ya le preguntaría mañana.

Dejé escapar un suspiro y caminé hacia mi cama, con intenciones de dormir o al menos, forzarme a dormir porque ya no tenía una gota de sueño luego de la plática con Jungkook hace unos minutos. Me acuesto sobre el colchón cubriéndome con la manta y miro hacia el techo iluminado levemente por la lamparita y aprieto mis labios conteniendo esas tontas ganas de ponerme a llorar de nuevo.

¿Por qué él era así? No entendía lo que hacía o a que estaba jugando. ¿Por qué me decía que le gustaba y de repente comenzaba a decirme que no podía estar con él, que no me convenía, que lo olvidara? ¿Por qué se le hacía tan fácil actuar de esa forma?

Y dios, había tenido veinte mil relámpagos, prácticamente una tormenta eléctrica en mi interior cuando dijo que le gustaba. Porque era lo que había esperado por mucho tiempo, pero solo, solo habían bastado las palabras: olvida todo lo que dije, para que un bajón inmenso me azotara. Le había confesado que me gustaba, solo unos minutos más y hasta le habría dicho que lo quería, ¿por qué era tan complicado? No lograba entenderlo...

A la mañana siguiente me había despertado tardísimo, prácticamente a la hora de almuerzo y es que anoche pensando en todo lo que había pasado estuve unas cuantas horas despierta. Me incorporo con un bostezo y miro las camas a mi lado (la de Jeulgi y Jeulnah), perfectamente hechas.

Me doy una ducha antes de bajar y antes de averiguar donde están todos decido ir a desayunar algo. Entro a la cocina intentando animarme interiormente y diciéndome a mi misma que no dejaría que nada arruinara un fin de semana que es supuestamente para "despejar" un poco. Sin embargo, el causante de que mi mente no estuviese tranquila, y mucho menos mi corazón lo estuviese, estaba en la cocina tomando batido de un vaso. Me detengo en la entrada y nuestros ojos se encuentran por un segundo, segundo que se quebra al darme cuenta de que Tae también estaba allí y se da cuenta de mi presencia casi al instante.

—Hola, princesita —me dedica una sonrisa y dejo de mirar a Jungkook para sonreírle a Tae.

—Hola... ¿que haces? —me acerco a él que se encontraba en la otra esquina de la barra.

—Preparándome el desayuno —muestra unas tostadas recién preparadas y con mantequilla untada—. Acabas de despertarte ¿no? ¿Quieres que te prepare algo?

—¿Una tostada francesa? —sonrío angelicalmente.

—Hecho. Siéntate, la tendrás lista en un momento.

Le sonrío y miro levemente a Jungkook para subirme a un taburete y mirar como Tae toma unos huevos y comienza con su elaboración de la tostada francesa.

El sonido de un teléfono se escucha en el espacio: es el de Jungkook; no lo miro, pero escucho lo que dice.

—¿Que? ¿Estás afuera? Espera un momento.

Y sale del lugar. Tengo un pequeño impulso de curiosidad pero me contengo.

Tae termina de prepararme mi tostada francesa y coloca esta en un plato frente a mí.

—Gracias —le sonreí.

—¿Que quieres de tomar?

—Yogurt está bien.

Él asiente y toma de hecho yogurt para los dos. Se sienta a mi lado y entonces decido preguntar.

—¿Dónde están todos?

Him |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤, 𝐓𝐚𝐞𝐡𝐲𝐮𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora