Him |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤, 𝐓𝐚𝐞𝐡𝐲𝐮𝐧𝐠

Treinta y dos

Observé a Jungkook que iba con su cabeza apoyada sobre uno de mis hombros mientras al parecer dormía y no pude evitar suspirar y mirarlo con algo de preocupación al verlo así. ¿Que había pasado para que se encontrara de esta forma?

—¿Deberíamos llevarlo al hospital? —pregunta Yeonjun desde el asiento de chófer y me mira a través del espejo retrovisor.

—No. No hace falta —dije—. Lo llevaré a casa y estaré con él hasta que vuelva en sí.

Él no dijo nada y el resto del viaje fue en silencio hasta que llegamos a mi casa. Yeonjun me ayudó a sostener a Jungkook y con cuidado entramos a mi casa y lo pusimos en el sofá en el cual se dejó caer sin siquiera una queja. Suspiré nuevamente.

—¿Y tu hermano? ¿No está aquí?

—Al parecer pasará la noche fuera —respondí, aún viendo a Jungkook con preocupación.

—¿De verdad está bien quedarte con él?

—Mhm —lo miro y le sonrío un poco—. Yo me encargaré. Muchas gracias por la ayuda.

—De nada —asiente despacio y observa a Jungkook—. Ustedes se conocen desde hace mucho ¿verdad?

—Sí. Creo que él fue una de las primeras personas que vi cuando llegué al mundo —solté una leve risita.

—Ya veo...

Afortunadamente ya había escampado, pero la noche estaba bastante fría por la lluvia de hace unos minutos. Salí con Yeonjun de la casa acompañándolo hasta su auto.

—Un vez más gracias por la ayuda.

—Está bien, no fue nada —dijo dulcemente—. Y...con respecto a la cita y a nuestro aniversario de un mes, estuvo muy bien también ¿no?

—Lo estuvo —le aseguré con una sonrisa.

Él me sonrió de vuelta y entonces luego de despedirse se adentró al auto y esperé hasta que se fuera. Suspiré y presioné mis labios para girarme y volverme a dirigir hacia el interior de la casa.

Cerré la puerta detrás de mi y miré a Jungkook que ahora estaba encogido en el sofá. Caminé hacia él y me agaché. Llevé mi mano hasta su mejilla, poniendo esta sobre su piel y me sorprendí porque estaba ardiendo en fiebre.

Subí las escaleras y me dirigí a el cuarto de mamá buscando el termómetro. Cuando lo encontré regresé a la sala, poniendo este sobre su frente y ver su temperatura.

—Joder —murmuré viendo el número—. Treinta y ocho.

¿Que hago?....
Coloque varios mechones de mi pelo detrás de mis orejas y mordí mi labio inferior observándolo. Debería subirlo arriba. El sofá debe de ser incómodo. Sí, debo hacer eso.

—Jungkook —lo llamo suavemente—. Coopera conmigo y levántate ¿si?

Lo observo y aprieta sus ojos tragando. Abre estos despacio y lo primero que hace es mirarme. Como si por un pequeño instante estuviese perdido.

—Sooji...

—¿Puedes pararte? —lo observo.

Él asiente despacio y entonces sujetándolo hago que se incorpore lentamente hasta primeramente quedar sentado.

—¿Que hago aquí?

—Nos encontramos en la calle ¿recuerdas? Te hice venir conmigo y Yeonjun y yo te trajimos a mi casa —le explico—. ¿Quieres un poco de agua?

Pasa su mano por su rostro y se queda por unos segundos con los ojos cerrados. Asiente despacio y entonces me levanto para ir a la cocina por un vaso de agua. Regreso al poco rato y le tiendo el vaso. Toma del líquido despacio.