Him |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤, 𝐓𝐚𝐞𝐡𝐲𝐮𝐧𝐠

Doce

—Escucha —me señala mi amiga y la observo—. Si por alguna casualidad, Yeonjun toma tu mano en la oscuridad mientras ven la película en el cine, tienes prohibido apartarla.

—Si él hace eso me pondría nerviosa —musito.

—Lo sé. Pero estarás bien —dice ella poniendo sus manos encima de mis hombros y acaricia suavemente estos—. Esta será una cita perfecta, estoy segura de ello.

Sonreí y asentí humedeciendo mis labios.

Antes de salir por completo de mi habitación volví a mirarme en el espejo, sintiéndome bien con mi vestuario, mi maquillaje y mi pelo ya arreglado. Del cuál Jeulgi encantada se había hecho cargo.

Miré a través del reflejo de el espejo el colgante que Jungkook me había dado. Y me gustaba. Pero sentía que si lo tenía hoy, no iba a lograr sentirme bien o al menos lo suficientemente bien porque no pararía de pensar en aquello.

Me quité el colgante y abrí el cajón de mi mesita tomando la cajita en la que él me lo había regalado y puse el colgante guardándolo. Solo por hoy.

Jeulgi se había ido luego de -según ella‐, completar su misión.

Cuando bajaba las escaleras, mi hermano, Tae y Jungkook estaban sentados en los sofás de la sala mientras jugaban videojuegos.

Comienzo a bajar las escaleras y a medida que finalizaba comencé a captar la atención de ellos.

—Tú no eres mi hermana —es lo primero que dice el chistoso de Jimin.

Pongo los ojos en blanco y niego.

—¿Gracias? —lo observo, y miro de reojo a Jungkook que me miraba también.

Tae me mira y me sonríe para decirme con una voz ronca.
—No vayas a cambiarme. —aquello me provocó una pequeña sonrisa.

—Jamás —le aseguro.

Jungkook no me dice nada. Solo me observa y luego vuelve a mirar hacia el televisor. Ignorándome.
Yo suspiro, y entro a la cocina donde estaba mi madre.

—Mamá —hablo, captando su atención.

Ella se gira para verme, y abre su boca totalmente sorprendida pero al mismo tiempo sentimental.

—Que linda, Sooji —sonríe acercándose a mi.

—Gracias —susurré sonriendo.

—Yeonjun se enamorará de ti esta noche —me sonrrojo por su comentario—. Me gusta ese chico ¿sabes?. Es tierno.

—Lo es.

Y siento el sonido del timbre. Sabía que era él y me dirijo a abrir la puerta pero Jimin se había adelantado.

—Adelante —dice el sonso de mi hermano.

—Gracias —entra Yeonjun y me acerco a él quién al verme, pestañea varias veces—. Que linda.

—Gracias —le sonreí. Él se me acerca y besa mi mejilla en un acto rápido.

—¿Ya estás lista?.

—Mhm —asiento colocando algunos mechones de mi pelo detrás de mis orejas.

—Oye, rosita —Jimin interrumpe poniendo su brazo por los hombros de Yeonjun y suspiro, por su estupidez—. Cuida a mi hermana ¿si?.

—C-claro —musita Yeonjun algo asustado por el tono que el imbécil de Jimin usó.

—Jimin ya basta —lo aparto de Yeonjun quién no parecía cómodo—. Ni que me quisieras tanto...