Cinco

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Me encantaba ir de compras con mamá.

Sea de comida o de ropa, me gustaban esos momentos en los que ella no estaba ocupada trabajando y yo no estaba ocupada con mis deberes de estudiante, teniendo bastante tiempo para estar con ella como me gustaba y como siempre quería estar.

Aunque comprendía que ella debía trabajar y estaba ocupada.

Aún así, si había algo que amaba de mamá es que a pesar de su ocupado trabajo siempre nos dedicaba tiempo a Jimin y a mi. Y si no lo tenía, se habría un pequeño huequito en su apretada agenda para estar con nosotros.

Mientras yo me paseaba por la tienda viendo que llevar, Jimin todavía tenía la cara de sueño y andaba en pijama y unas pantuflas de vaquita que aunque él lo negara le encantaban.

—No entiendo que hago aquí tan temprano —resopla, mientras con su mano frotaba sus ojos tratando de despabilarse.

—¿Pues que no ves? —hablo yo. Yo también me encontraba en pijamas pero a diferencia de mi hermano yo estaba más despierta—. Estamos de compras.

Me miró con cara de "no me digas" y rodó los ojos dirigiéndose a una estantería para coger cosas para llevarse.

—¿De que color quieres las velitas? —me pregunta mamá mientras nos dirigíamos a donde estaba todo lo relacionado a fiestas de cumpleaños y tal.

Globos, gorritos, serpentina.

—Mhm —miro la cantidad de velas y de los diferentísimos colores—. Escogeré azul.

—Bien. El azul es lindo —sonríe ella y toma el paquetito de velas.

Mientras continuábamos buscando yo cogí una ballena para decorar el pastel y mientras la miraba se me hizo adorable que para mis dieciocho el pastel tuviese ballenitas al alrededor.

—¿Que no estás muy mayorcita para las ballenas? —dice Jimin burlón cuando nos deteníamos para que mamá pagara todas las compras.

—Aquí el mayor eres tú y yo no te he dicho nada por usar pantuflas de vaca —alcé mis cejas.

Rodó los ojos pero no volvió a molestarme.

Jimin acomodó las compras a un lado en el asiento trasero del auto de mamá y luego fue a sentarse en el asiento copiloto mientras yo me sentaba en el espacio disponible del asiento trasero.

—Tae está esperando por mi en la casa —dice Jimin mientras revisaba el celular y mamá retrocedía con el auto saliendo de la fila de estos aparcados.

—Dile que ya vamos en seguida —respondió mi madre y yo comencé a ver las cosas que habíamos comprado mientras.

Llegamos a la casa y Tae efectivamente estaba sentado en los pequeños escalones frente a la puerta. Mamá se dirigió directamente al garaje y Jimin y yo bajamos del auto para coger los bolsos de las compras.

—Buenos días —sonríe Tae y saluda a mi hermano, luego le da un beso en la mejilla a mamá y acaricia suavemente mi pelo—. ¿Los ayudo con algo?.

—Gracias cariño; por favor lleva esto —le indica mamá y él asiente tomando los bolsos.

Dejamos las cosas compradas en su lugar específico. Mientras mamá ponía las compras de comida en la cocina y Jimin se llevaba las cosas que había comprado para él, Tae me ayudó a llevar mis compras que habían sido pocas. Todas por influencia de mamá ya que eran para mi cumpleaños.

—Ponlas ahí —le indico a Tae y el coloca los bolsos encima de una silla que tenía en mi cuarto.

—Está pesado —comenta.

Him |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤, 𝐓𝐚𝐞𝐡𝐲𝐮𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora