Cincuenta y cuatro

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Taehyung;

—Me gustas mucho, Tae.

Me quedo mirando a Sooji en el momento en que pronuncia aquellas palabras. Mi mente se queda en blanco por un momento, y estoy analizando una y otra vez lo que había escuchado. Mi corazón latía con fuerza, estaba nervioso, emocionado, feliz.

—Sooji- —intento hablar pero ella levanta una de sus manos poniéndola sobre mis labios haciéndome callar.

—Déjame hablar primero ¿si? —dice y la miro, en silencio para que continuara—. Desde hace unos días yo... He venido sintiendo esto –comienza diciendo–, han pasado muchas cosas, tu has estado para mi en todos esos momentos y hoy ha sido sin dudas el mejor de todos. Me he estado preparando para hoy y decirte lo que sentía. Y ahora más que nunca estoy segura de que me gustas y te quiero a ti, Tae. No he decidido esto sólo porque sí, mis sentimientos por ti han cambiado mucho a lo largo de estos días y estoy muy segura de lo que siento. Quiero estar contigo y me gustaría poder compartir muchos momentos junto a ti. No se si sigas sintiendo lo mismo, pero esto es lo que yo siento ahora y me gusta la forma en la que me haces sentir. Me gusta lo que se ha formado entre nosotros. Si para ti es diferente en este momento, voy a entenderlo así que... Puedes ser sincero conmigo.

Si anteriormente no sabía que decir, ahora mucho menos. Estoy tan feliz y me siento como si estuviera flotando. ¿Y cómo podía decir o siquiera pensar que para mi es diferente cuando sus palabras han sido lo que más he esperado escuchar durante tanto tiempo? Ella incluso me había pedido que esperara y eso había hecho. Honestamente hubiera esperado años incluso sin la esperanza de poder recibir lo que tanto había anhelado. Pero esa espera si había valido la pena. No sabia que decir porque estaba nervioso, emocionado, feliz y tampoco podía creérmelo. Ella realmente había dicho que yo le gustaba y que quería estar conmigo. Trato fuertemente e intentó respirar profundo. La miro a los ojos y ella me observaba cohibida y luciendo incluso temerosa.

—¿Por qué no dices nada? —pregunta con voz baja mientras me mira preocupada.

—Estoy... —comienzo a decir ante su mirada curiosa y temerosa—, estoy intentando no morir –completo y ella me mira por un breve segundo sin entender. Me apresuro en agregar—: creo que podría morir de a felicidad en este momento.

La sonrisa que se formó en sus labios a los breves segundos de yo decir aquello casi me hace fallecer también. Ella simplemente era preciosa. Era tan preciosa que ni podría poderla describir. Y me resultaría de esa forma para siempre; no podía saber el futuro pero era lo que sentía y estaba bien con eso. Sin contenerme un segundo más corto el espacio nuestro de por medio y acuno su rostro besándola.

Nuestro beso es lento, tierno. Y se sentía como que los dos realmente habíamos esperado por esto.

Ladeamos nuestros rostro hacia sentidos contrarios permitiendo profundizar un poco más el beso. Rodee con mis brazos su cintura y ella con los suyos mi cuello. Nos separamos despacio al cabo de unos minutos manteniendo nuestros rostros cerca y mirándonos ambos fijamente. Nos sonreímos al mismo tiempo como un gesto involuntario de parte de ambos.

—Lo que siento por ti no ha cambiado nada, Sooji. Me gustas tanto como la primera vez que me di cuenta de lo que sentía por ti. Y no sabes la felicidad que tengo en este momento.

Ella me sonríe y se pone en puntillas para acercarse y besarme. Sonrío en medio del beso sin contenerme y la abrazo por la cintura mientras nos fundimos en un beso más intenso, duradero y sobre todo especial.

Meses después:

—Tae iré a recoger a Jeulgi a la Universidad. Nos vemos en el restaurante a la hora acordada. —Me dice Jimin en lo que salíamos de nuestro salón de clases.

—Está bien, ahí nos vemos.

Él palmea mi brazo en señal de despedida y tomo la mochila colocándola en mi espalda para salir del salón también pero dirigiéndome a la planta baja para recoger a Sooji. Ella estaba en su primer año de medicina y yo ya me encontraba en el último de mi carrera. Cuando bajaba las escaleras veo como los estudiantes van saliendo del salón y me acerco un poco pero manteniendo la distancia para esperar por ella.

Unos cortos segundos después la veo salir junto con unos compañeros mientras hablaban entre ellos. Ella sonreía mientras hablaba y se despide seguidamente agitando su mano cuando se separan. Me mantengo en mi sitio mirándola fijamente y ella saca el movil de su bolso; mi celular comienza a sonar y lo sacó del bolsillo de mi pantalón sin dejarla de mirar porque se que es ella quien está llamado pero aún no se ha percatado de que estoy sólo a unos pasos mirándola.

—¿Si? —digo en el momento que atiendo la llamada.

—¿Tae? ¿Dónde estás? Ya terminé —responde.

—Estoy a unos metros de ti. Te estoy observando.

—¿Uh? ¿Dónde? —comienza a mirar a su alrededor y al instante me ve. Nos sonreímos mutuamente en el momento en que nuestros ojos se encuentran. Colgamos y ella caminó hacia mi. A unos pasos de estar cerca abrió sus brazos y yo hice lo mismo para recibirla con un abrazo. simplemente se volvió una linda costumbre entre ambos. Abrazarnos cada vez que nos veíamos. Rodeo con mis brazos su cintura y ella me abraza por el cuello con fuerza.

—Siento que tus abrazos me devuelven a la vida. Los necesito todo el día —dice ella, aún abrazandome.

—Me pasa lo mismo —confieso. Beso su coronilla y me alejo sólo un poco para mirarla con ternura —, ¿qué tal estuvo tu día hoy?

—Muy bien —sonrió—, ¿y el tuyo?

—Bastante bien —acaricié genuinamente con mi mano su cintura.

—Hoy tenemos la comida en el restaurante con Jeulgi y mi hermano ¿verdad? —me pregunta ella cuando comenzamos a caminar y asiento mientras tomo su bolso para llevarlo yo. Con mi brazo disponible rodeo sus hombros caminando juntos.

—Así es.

—Tengo unos cuantos deberes para mañana —dice ella—, ¿podemos ir antes a la biblioteca a estudiar? No tomará mucho.

—Estamos a tiempo todavía —respondo yo—. Esta bien, vayamos.

Ella sonríe y nos dirigimos juntos hacia la biblioteca de la Universidad la cual cerraba en una hora y media más o menos. Localizamos una mesa para dejar nuestras cosas y luego buscar los libros que ella necesitaba para realizar sus deberes.

—Me pregunto de que querrá hablar Jeulgi —dice Sooji mientras va tomando los libros y yo camino a su lado—. Dijo que es una sorpresa.

—¿No tienes idea de que podrá ser?

—Realmente no —murmura para sí misma—. Aunque había algo...

—¿Qué cosa?

—Recuerdas que te comenté que ella estaba emocionada porque había encontrado una nueva afición: escribir.

—¿Crees que sea sobre eso?

—Quizás —se encoge de hombros.

Cuando tenemos todos los libros que ella necesitaría para estudiar fuimos hacia la mesa. Tomé asiento a su lado y tomé los libros para comenzar a hojearlos y ayudarla.

La miro mientras estudia; mantengo mi brazo apoyado en la mesa con mi mejilla apoyada sobre la palma de mi mano mirándola.

—Te gusta mucho esta carrera ¿no?

—Mhm —asiente con una sonrisa—. Pero me gusta más porque puedo pasar tiempo contigo.

Sonrío y acaricio con una de mis manos su mejilla.

—Terminemos aquí para no llega tarde al encuentro con mi hermano y Jeulgi —dice y besa rápidamente mi mejilla para continuar con sus tareas y no puedo controlar la sonrisa tonta que se me forma en los labios.

Him |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤, 𝐓𝐚𝐞𝐡𝐲𝐮𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora