XXII - Más que amor

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Luego de esa ceremonia en casa de los Bridgerton, Penélope y Colin viajaron hasta su casa en Kent. Ellos iban acompañados de Eloise y Meribast, por lo que el romance (en el carruaje) quedaba descartado. —¿Por qué invitaste a Eloise? Esto se supone que era nuestro viaje de bodas, Pen. –Estaban juntos en la habitación principal, Colin con los brazos cruzados y una expresión enojada que a Penélope se le hizo más que adorable.

—Tuve algo de pena, yo pensé que como íbamos a Escocia, tu hermana podría quedarse aquí en Kent. Se sentía sola.

—Igual se quedará sola, y en el campo.

—Nada malo puede pasarle en el campo. –Dijo Penélope acercándose a su marido para abrazarlo. —Además así cuidará a Meribast.

—Le confío la vida de Meribast más a Nancy que a mi hermana. –Sintió su abrazo y se relajó. —Es que podría haber sido un viaje menos tenso para mí, y mi pierna si hubiera podido echar una mirada bajo tu falda.

—Estás loco, ya has visto demasiado bajo mi falda. Es por eso que estoy embarazada... Hay que hablar de eso, ¿No te parece?

Colin acarició el cabello de su esposa y suspiró. —Si es necesario. Aunque pensé que ya había dicho todo cuando nos enteramos. Yo estaré ahí para ti, Penny. Te voy a ayudar, no te dejare toda la carga del bebé.

Ella asintió, lo sabía. Le dió un beso rápido y se sentó con él en la cama. —Escucha, antes no sabíamos mucho pero mis charlas con Daph y Kate resultaron muy educativas. Una de las mejores maneras de evitarlo es que no te corras dentro de mi, y si quiero que entre un bebé y otro si tengamos un tiempo, así trabajamos, avanzamos y pasamos tiempo juntos.

—Es una forma. –Colin recordó la conversación que tuvo con sus hermanos y como "evitaron" embarazos cuando estaban con sus amantes. —También existen los preservativos. Benedict dice que funcionan.

—Dado a la vida libertina que lleva, le voy a creer. No se le conoce ningún hijo, ¿Verdad? –Colin negó y Pen lo miró nuevamente. —lo vamos a intentar ¿Verdad?

—Sí. Pen, yo quiero hacerte feliz, ya te he fallado demasiado, y si esta es la forma, que así sea. No te negaré que quiero hijos, y estoy emocionado con este que tendremos, y solo deseo que tú no estés muy agobiada con la idea.

—No puedo culparte, ninguno de los dos sabía demasiado, mi educación en este tema fue tan nula que estaba asustada cada que me tocabas, tuve que preguntar e indagar para poder perder un poco el miedo a todo el acto en sí. Estoy... Nerviosa. Siento que los días pasan muy lento y no logro tener paciencia para esperar, porque en ocasiones quisiera tenerlo ya aquí, con nosotros, ver cómo es, saber si se parece mas a ti o a mi. O si tendrá de los dos. –Colin sonrió y besó las manos de Penélope con devoción. —Saber que es.

—Yo también me hago la misma pregunta. Y he soñado con una niña. Quisiera una niña, cómo tú, de cabello rojizo y pecas, muchas...

—¿Y si es niño? Sería un niño muy guapo si es como tú, con tu cabello castaño y, tus ojos preciosos. –Colin acarició el vientre plano de su esposa por sobre su ropa. —me pregunto que se sentirá... bueno, sentirlo crecer dentro de mí.

—Lo vas a averiguar muy pronto. Mes tras mes la vida que ocultas aquí se dará a conocer al mundo. ¿Sientes además de náuseas en las mañanas otra cosa en tu cuerpo? El médico dijo que podrías tener muchas molestias.

—Ayúdame a quitarme el vestido y el corsé. Sí tengo incomodidad, en los pechos sobre todo. Los siento pesados, hinchados. –Se levantó y Colin la ayudó a desabrochar el vestido y el corsé y dejó que ella se cubriera con un camisón de seda. —A veces duelen.

Bridgerton por accidente 🐝💛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora