Bridgerton por accidente 🐝💛

V - Lo que pasa en un año

Penélope se acostumbró.
El primer mes siempre veía la correspondencia esperando que tal vez Colin le enviara aunque sea una nota, algo que le indicara su paradero, pero no llegó nada.
Con cada noticia que venían de todos los lugares exteriores, las guerras, las minas derrumbadas, los conflictos internos de cada país, se quedaba las noches rezando por el bienestar de Colin y que él volviera pronto.

El segundo mes lo pasó en Clyvedon pues Daphne Basset la había invitado. -Colin ha escrito, dijo a nuestra madre que con la guerra en Grecia ha tomado otro rumbo, Marruecos. Te puedo decir a dónde escribir, Pen.

-No hace falta. Él sabe a donde escribir si quiere que yo le escriba, no quiero presionar.

Daphne miró con algo de pena a Penélope. Su hermano favorito de todos estaba comportándose tan mal con ella que ya habia perdido el respeto por él. Tomó a su cuñada del brazo para ir junto a ella y sus hijos a un picnic organizado en los jardines del castillo ancestral de los duques de Hastings.
Penélope lo disfrutó mucho, aunque también le causó mucha añoranza de tener un hijo. Al ver a Daphne con August y Belinda deseó con todas sus fuerzas ser madre algún día. Tal vez el destino se lo podía conceder, tal vez si Colin la liberaba de ese matrimonio ella podría irse y buscar a alguien más... Aunque también habia algo de esperanza de que él volviera y fueran un matrimonio real.

Enfrentaba su realidad cargada de esa fantasía.

Tercer y cuarto mes los pasó en Aubrey Hall junto a Anthony y Kate, fue invitada a cada evento familiar de los Bridgerton pero se sentia una impostora.

Ella no era una Bridgerton. Eloise y Benedict al menos ya eran más cordiales pero no sacaban el tema de Lady Whistledown y ella publicaba algunos panfletos pero solo por informar, nada para hundir a otros.

Se había vuelto aburrido, a decir verdad. -Debo disculparme, Penélope. -Benedict se había acercado aquella tarde mientras ella estaba sentada cerca de los rosales de Aubrey Hall. -Eloise me contó todo y supe que había sido injusto contigo.

-No hay nada que disculpar. Estaban en su derecho de enojarse.

-¿Te ha escrito Colin? -Pen negó y con un suspiro, Benedict sacó una carta de su chaqueta y la extendió a su cuñada. -Tal vez debas leer esto.

Benedict

Estoy en África, cerca de Tanzania. He decidido venir con algunos investigadores y quedarme el tiempo que dure su expedición, calculan que será por tres años al menos. Cuiden de Penélope.

Colin.

-¿Cuidarme en qué sentido? No sé porque quisiste que viera esto. -Le había dolido ver que él no tenía siquiera la osadía de enviarle una nota a ella. Eso le había roto el corazón una vez más. -Estoy bien. No necesito cuidados, no soy una niña.

-Lo dice porque estás sola en su casa.

-Él me dejó sola. Da igual ya...

Mes cinco, seis, siete, saber que estaba en África la hacía sentir mal. Sabia los peligros de ese lugar salvaje y temía tanto por Colin. ¿Por qué él quería estar lejos cuando tenia paz y un hogar en Inglaterra?
Había perdido peso debido a que ya no comía casi, la preocupación la había hecho madurar tan rápido que ya no quedaban señales de la niña que se había casado meses atrás.

Navidad con sus parientes y nuevamente la soledad en su casa.
Pidió un deseo, y seguramente no se le concederían, pero aún así lo pidió mirando las estrellas desde su ventana.

"Vuelve, Colin."

¿Sería capaz de esperar tres años?

***