I - Novia Solitaria

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Ninguna novia debería pasar sola la noche de su boda.
De hecho, ninguna novia debería haber sido obligada como ella a casarse.
Todo era una farsa y lo que debió ser uno de los momentos más felices de su vida y con el que había soñado desde que conoció a Colin Bridgerton se había vuelto una pesadilla.

UNAS HORAS ANTES

-Y los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia, señor Bridgerton.
Y Colin le dio un beso rápido y muy frío. Nunca se imaginó que su primer beso sería así, como mujer que era soñaba con pasión y cariño, no con contratos y convenios, que a fin de cuentas fue lo que pasó.
La noche del baile Featherinton él la había llevado aparte para decirle algo, recordó como le había dicho que sería algo escandaloso si alguien los veía y alguien los vio. Su propia madre abrió la puerta del estudio un minuto después de que ellos entraran. Hubo reclamos, gritos, y Colin accedió al plan de Portia a casarse.
Aunque ella dijo que no. -Mamá...
-Es una tontería negarse, Penélope. El señor Bridgerton te ha deshonrado, y debe pagar.
-¡No pasó nada!
Pero había un "testigo". Jack Featherinton apoyó a Portia, y en menos de cinco minutos todo el salón se había enterado de ese infortunio.
Tres días después estaban casados.
La celebración no duró ni una hora, los Bridgerton estaban enojados con ella y ella misma estaba enojada con su madre. Y cuando subieron al carruaje ella pensó que sería buena idea hablar un poco con Colin antes de iniciar con aquella extraña vida. -Quiero que sepas que no quería que las cosas terminaran así para ninguno de los dos.

-Yo tampoco. -Dijo molesto e ignorando a Penélope.

-Pero... Prometo ser una buena esposa. Seré dedicada y...

-Lo que hagas, Penélope, no me importa. -Y por primera vez en días se dignó a mirarla. Sus ojos verdes lucían tan fríos que eran capaces de helarle la sangre a cualquiera. Ella sintió la severidad de su mirada en todo su cuerpo y el miedo la hizo sentirse mucho más pequeña de lo que ya se sentía. -Escúchame atentamente porque solo lo diré una vez. Solo me casé contigo para no dejarte en la ruina debido al escándalo que provocó tu madre y tu primo. Nuestro matrimonio no existe, llevas mi apellido y protección, deberá bastarte con eso. Nunca seremos "marido" y "mujer". ¿Quedó claro?

No tuvo respuesta para eso más que asentir. Era horrible que la tratara como culpable cuando al igual que él era la víctima. Su amistad de años se había ido al caño y todo por un error. -Yo dije que no. -Dijo en un hilo de voz.

-Olvídalo, Penélope. No tenemos que hablar. No tenemos que convivir. Ya está hecho. -Y al llegar, lo vio abrir la puerta del carruaje y luego mirarla. -Entra a la casa.

-¿No vienes conmigo?

-No. -Y ella terminó bajando sola, al estar fuera del carruaje vio como la puerta se cerró y el coche de Colin comenzó a andar. Fue dentro de la casa, no habían muchos sirvientes, y ya tenían instrucciones de que habitación darle a ella. Cuando preguntó cuál sería la de Colin no se sentía sorprendida de que hubiera tomado una al otro extremo de ella.
Se cambió su vestido de novia y se recostó en la cama, aunque no había hecho nada, aquel día le había agotado el alma. ¿Qué podía esperar de la noche de bodas?

Recordó lo que le dijo su madre al darle "la charla".

"La noche de bodas es la importante. Una vez consumado el matrimonio no se puede deshacer. Estarás desnuda, deberás quedarte quieta para que tu esposo consiga su placer en tu cuerpo."

No le gustaba como sonaba.
¿Qué iba a pasar con ella? ¿Colin llegaría y buscaría tener sus derechos de marido de algún modo? No estaba preparada para eso, estaba nerviosa, se moría por dentro de los nervios, de saber.

Esperó sentada en su cama.
Pasaron horas hasta que escuchó varias voces en el salón principal. Se puso una bata cubriéndose y salió a ver de qué se trataba. Asomada en las escaleras escuchó a Colin impresionantemente ebrio siendo traído por uno de sus hermanos mayores. -¡Yo no quería casarme con ella! ¡Jamás habría pensado siquiera en cortejar o comprometer a Penélope Featherinton!

-¡Ya lo sé! Deja de gritar. -Vio como Benedict lo dejaba en el sillón y ella decidió terminar de bajar. -Penélope.

Tuvo que fingir. -¿Está bien? Si quieres yo me encargo.

-Déjame en paz, Penélope.

-Creo que es mejor que yo me encargue de mi hermano, Penélope.

¿Qué estaba pasando? Tener el desprecio de Colin era evidente pero ¿Su hermano también?
No podía culparlos, ellos evidentemente estarían del lado de quien llevaba su sangre.

Bridgerton por accidente 🐝💛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora