Realmente Colin estaba haciendo las cosas difíciles para ella.
Su decisión de irse se estaba cayendo a pedazos con cada gesto de Colin hacía ella. Alzó la mirada y vio la nota en su mesita de noche y alargando su brazo la tomó y la abrió viendo como caía su anillo de bodas. Lo alzó entre sus dedos y leyó la nota de su esposo sintiendo algo muy cálido en su corazón.
—Yo. Ya. No. Te. Amo.
Y su respuesta fue: Yo te amo más.
Sus manos temblaban, miró su dedo desnudo en su mano izquierda y al ver su anillo, lo fue acercando poco a poco para ponérselo mientras su mente recordaba todos los eventos que habían llevado en su matrimonio.
¿Cómo podía creer que Colin la amaba si la había tratado con tanta dureza el día de su boda? El brillo en verdor de la piedra de su anillo se reflejaba en sus ojos. Terminó por ponerse aquella pieza sintiendo por primera vez en demasiado tiempo el peso del compromiso que había adquirido cuando se puso ese anillo y pronunció sus votos.
Su corazón no quería creer a palabras. Necesitaba poder creer con firmeza que así sería. ¿Podría darle una oportunidad?
Se levantó de la cama y se limpió la cara para irlo a buscar, tenían que hablar. Vio los pasajes en el transatlántico para irse, aunque sabía que los compró en un ataque de rabia y que no sería capaz de abordar ningún barco sola, no era tan valiente como para dejar atrás a su familia, sus amigos y todo lo que conocía en Inglaterra. Tomó aquellos pedazos de papel y los lanzó al fuego de la chimenea viendo como se consumían.
Salió de su habitación viendo a Meribast correr por los pasillos y yendo hacía el estudio, ya que su gatita solía seguir a Colin a todos lados, decidió ir tras ella, tal vez podía encontrarlo. Abrió la puerta pero no había nadie. La mesa estaba repleta de papeles y de libros y al igual que Meribast terminó acercándose por curiosidad. —No. Quieta. -La pequeña estaba lanzando varios papeles al suelo y decidió tomarla en brazos. Los cuadernos de cuero le llamaban la atención, y sobre todo el que permanecía abierto sobre la mesa, se sentó en la silla frente al escritorio y comenzó a leer cada página en frente de ella.
Se sorprendió al ver que era de Colin. Ni siquiera tenía idea de que escribía. Lo que tenía en sus manos era el viaje a África, justo al dejarla.
Marruecos, Casablanca
Desde que salí del Mediterráneo me encuentro en la búsqueda de un objetivo de vida. Últimamente nada ha ido bien en mi vida. Sigo pensando una y otra vez lo que dejé atrás. Estando aquí , en la ciudad marroquí con mayor comercio del mundo, viendo como todo vibra de un modo distinto siento como si estuviera muerto.
Donde se unen viento y mar, el horizonte azul del puerto de Casablanca, mientras estoy aquí solo me queda pensar. ¿Qué habría pasado con Penélope y conmigo si no hubiera sabido que ella es Lady Whistledown? Estaba molesto por demasiadas cosas, la primera, y sé que en mi mente y en estas páginas suena ridículo, era la envidia que tenía de que ella hubiera encontrado un propósito más allá de las responsabilidades de una dama. Por otro lado, Marina. Creí estar enamorado de Marina. Viendo paisajes por el mundo no veo a Marina, y dicen que estar enamorado te hace ver a la persona que quieres en todas partes, o al menos eso me dijo Daphne cuando me escribió.
Y todo lo que veo es naranja, azul, naranja, azul. Naranjas y azules. Estoy enloqueciendo porque sé que son los colores de Penélope. Tengo que concentrarme en el viaje.
Las olas rompiendo en la playa, la arena blanca y suave que se calienta con el calor del sol, y el aroma de especias mezclado con el salitre del mar, las voces de los comerciantes y los marineros, todo el ruido que hay y aún así me siento solo.
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Bridgerton por accidente 🐝💛
Fanfiction¿Y sí Penélope y Colin se hubieran visto obligados a casarse? La noche del baile Featherinton, Colin tomó una terrible decisión. Al llevarse a Pen a una biblioteca cerrada y lejos de las miradas no contó con que la madre de ella fuera al mismo lugar...