Al comienzo todo fue perfecto. Su alfa, su relación y finalmente su matrimonio.
Todo era concebido como una vida perfecta.
Hasta que se dio cuenta que su amado esposo era un lobo con piel de oveja. Aquello que era color de rosa, se oscureció. Con e...
Los ojos de Elliot los siente tan pesados, se siente cansado. Hace más de cuatro horas que llegaron al avión privado, listo para alzar vuelo. Daven y Yusaf no habían parado de discutir en todo ese momento. Y, de todos los guardaespaldas solo se encontraban un cuarto de todos. Supone que los demás están muertos.
Los que se encuentran en el avión, no están del todo bien. Sus ropas manchadas en sangre hacen dudar a Elliot, quizás esa sangre es de ellos y no se habían dado cuenta. Observa a su alrededor, no hay caras conocidas. Solo Yusaf, Oliver y Daven, pero ellos tampoco se ven bien.
Suspira, se levanta para estirar sus músculos, piensa en Cedrit ¿Por qué se tarda tanto en llegar? ¿Qué es lo que le detiene en la Zona Roja?
Con un poco de ansiedad toca su marca, sigue ahí. Todo está bien.
Mira a los dos alfas que siguen discutiendo en ruso, está cansado. Quiere el calor de Cedrit, sus brazos rodeando su cuerpo y su mirada amable que en la mayoría de los casos solo a él se la regala. Su mirada se vuelve borrosa, aprieta sus labios para evitar llorar. ¿Cuánto tiempo tardará Cedrit?
Parte de las cosas que ha dejado atrás, es el teléfono que su alfa le ha regalado. Vuelve a sentarse, mira su reflejo por la ventana del avión, algo no anda bien, no sabe qué es lo que es, pero está ahí, como una pequeña espina clavada. Comienza a sentirse más ansioso, mueve su pie rápidamente de arriba abajo.
—No consiguen nada discutiendo, al contrario, solo se vuelven un estorbo.
Daven y Yusaf miran al pelirrojo, éste aún tiene su vista en su reflejo. Está cansado y solo necesita estar cerca de Cedrit. Nadie dice nada, porque saben que Elliot tiene razón.
—Yo me encargaré de buscarlos, vuelve con Elliot a Rusia, el señor Sokolov me encargó su seguridad. No podemos seguir postergando esto.
—¿Qué le diré a Vladimir?
Yusaf toma una mochila y se la coloca detrás de su espalda. Elliot se levanta cansado y busca el baño, quiere estar solo por un momento.
—Presenta a Elliot, muestra su mordida, explica lo sucedido sin omitir nada. Dile que envíe personal encubierto.
Oliver sigue a Yusaf, pero éste lo detiene.
—No vendrás.
—Iré.
—No, cuando Elliot llegue a Rusia y Daven hable con Vladimir sabrá que algo le sucedió. Va a necesitarte.
Yusaf toma uno de los hombros del de menor altura, después hace una señal a los pocos guardias que lograron salir de la masacre. Bajan del avión.
—Cuídalo. —Daven asiente ante las palabras de Yusaf.
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