—Mátalo.
Escucho la voz de una mujer que ordena sin miedo... aunque la noche abruma los pasillos del callejón, puedo ver perfectamente la escena que se desarrolla ante mis ojos.
Tres personas, una mujer y dos hombres, uno de ellos está en suelo sucio, levanta sus manos para pedir clemencia por su vida. El segundo hombre le apunta con un arma, justo en la cabeza.
La mujer solo enciende un cigarrillo.
¡BAM!
Me tapo los oídos.
¡BAM!
Tiemblo de miedo, porque frente a mis ojos una persona acaba de ser asesina y pienso "Yo no debería a ver visto esto".
—¿Lo viste?
Mi cuerpo se tensa al instante al escuchar la voz medianamente grave, su francés es excelente. Vuelvo mi cuerpo y bajo la cabeza con la esperanza de poder engañarlo.
—Responde.
Niego con la cabeza.
Me duelen las costillas así que me abrazo con una mano en mi intento de apaciguar el dolor, mis mejillas también me duelen... Si tan solo él no me hubiera golpeado o se hubiera cansado antes.
Me sobresalto cuando el hombre agarra mis mejillas con una sola mano, las prieta con fuerza y levanta mi rostro con brusquedad para que lo mire. Lo veo en sus ojos, está enojado por lo que acabo de presenciar, temo al instante cuando escucho pasos venir hasta nosotros.
Mi pecho sube y baja porque siento que el pánico se está apoderando de mí.
No quiero morir. No quiero morir. No quiero morir.
—Ayúdame —Susurro.
El hombre me suelta, hace una señal con su mano, en ella lleva un aguante negro. Los pasos se detienen, pero escucho el sonido del arma al ser recargado.
—Ayúdame.
Repito, pero esta vez es diferente, no es una petición, es una orden.
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Punto Ciego.
Teen FictionAl comienzo todo fue perfecto. Su alfa, su relación y finalmente su matrimonio. Todo era concebido como una vida perfecta. Hasta que se dio cuenta que su amado esposo era un lobo con piel de oveja. Aquello que era color de rosa, se oscureció. Con e...