Kolenka enciende un cigarrillo, cuando deja el encendedor se limpia sus mejillas mojadas, exhala el humo sintiéndose relajada.
Escuchar la voz Dylan la ha devuelto a la tierra. Rompe y luego desecha el teléfono, deberá tener más cuidado de ahora en adelante. Ya más calmada, busca las llaves del auto dentro de su abrigo. Sube y se pone en marcha para volver a la mansión.
Miles de pensamientos la invaden para vengarse de Cedrit aunque fue ella quien lo molestó primero.
Sonríe porque Cedrit ha logrado sacarla de sus cabales. No suele molestarla por más que ella se burle y lo rete, por ello a Kolenka le ha dado temor.
Sube el sonido de la música, las calles están casi vacías, mira el reloj de su muñeca. Son las tres de la mañana. Sin importar que no haya vehículos deberá esperar la luz verde del semáforo, así que intenta reducir la velocidad.
Deja de tararear la canción cuando el auto no frena. Deja de sonreír y repasa en su cabeza que hasta hace un momento el auto funcionaba a la perfección.
Intenta de nuevo, pero no pasa nada, la velocidad no se reduce y está a punto de llegar al semáforo.
Maldice. De su boca salen insultos y golpea el volante.
Cambia de carril y cambia de marcha, siente que no hay cambio. No debe desesperarse.
Está por pasar el semáforo, duda que cruce un auto. Por fin el auto parece bajar la intensidad de la velocidad. Piensa que castigará al jefe de mantenimiento por su descuido, después de todo es el auto de Cedrit y nada debe pasarle a su hermano.
Siente que ha triunfado cuando está por pasar el semáforo, por ello cuando una camioneta la embiste y su auto comienza a dar vueltas destruyéndose en el proceso por el impacto, todo su mundo se detiene.
Cierra los ojos y espera a que el auto se detenga. No siente que se haya golpeado la cabeza. Queda de cabeza, se desabrocha el cinturón para salir por la ventana del auto. Cuando sale del auto, lo primero que ve son unos zapatos de color negro.
—¡Imbécil! —grita.
Kolenka lo mira, el hombre sonríe y es cuando la alfa sabe que está en problemas. Busca su arma que siempre lleva a un costado, pero cuando está a punto de apuntar el hombre le lanza una patada en su rostro.
—La perra de Sokolov.
El hombre se agacha y agarra del cabello a la mujer, Kolenka tiene el ceño fruncido y le sangra la nariz. El hombre, con su otra mano toma el arma que hasta hace unos segundos tenía ella.
Quita el seguro y carga.
El hombre azota la cabeza de Kolenka contra el pavimento, después, la vuelve a tomar, pero ahora de sus mejillas para finalmente meter el cañón del arma en la boca de la alfa.
—Nos facilitaste el trabajo.
Kolenka desvía su mirada al sujeto que acaba de llegar.
—Dijo que la quiere viva. Debemos irnos.
El hombre retira el arma como si acabaran de interrumpir su juego favorito. Deja a Kolenka con brusquedad, ella sabe que aún puede pelear, su hermano la entreno para esto. No es débil y no se dejaría capturar tan fácil.
Su corazón palpita fuertemente por la descarga de adrenalina, está a punto de ponerse de pie cuando otra patada llega esta vez por parte del chico que recién llegó.
Kolenla entonces pierde el conocimiento.
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Punto Ciego.
Roman pour AdolescentsAl comienzo todo fue perfecto. Su alfa, su relación y finalmente su matrimonio. Todo era concebido como una vida perfecta. Hasta que se dio cuenta que su amado esposo era un lobo con piel de oveja. Aquello que era color de rosa, se oscureció. Con e...