Sasha no puede mirar al frente. Lo ha intentado, pero le es imposible.
—Te escucho.
Sasha humedece sus labios y pasa su saliva por su garganta. Mira tan solo unos segundos a Cedrit y vuelve a bajar la mirada. No lo entiende, no puede entender porque su jefe, Cedrit al cual admira toma esta actitud tan déspota con ella. Tan solo estaba celosa que Elliot pasara tiempo con Oliver, siguió las órdenes de Vladimir y admite un poco molestarlo por placer suyo, pero nada que fuera a herirlo de gravedad... o eso cree ella.
—Y-yo solo seguía or-ordenes.
Sasha cierra los ojos cuando escucha los pasos del alfa, se tensa cuando lo tiene justo enfrente de ella, demasiado cerca para su gusto. Se da cuenta que a pesar de la admiración por Cedrit siempre le tuvo miedo, muerde el interior de su mejilla para evitar que sus lágrimas caigan. Vladimir no la entrenó para llorar.
—Cuanta decepción. ¿Piensas en lo que hiciste? —enfatiza el alfa.
—Seguía órdenes. —repite Sasha con voz temblorosa.
Cedrit coloca un mechón detrás de la oreja de la omega, ella aprieta con más fuerza sus manos hechas puños... reprime alejarse, podría enfadarlo más de lo que ya está.
—Corten su lengua.
Ella se pone de rodillas, a los pies de Cedrit, las lágrimas de las que se había preocupado por no dejar salir, recorren sus mejillas sin vergüenza.
—Por favor. —solloza.
Cedrit retira la punta de su zapato como si el hecho de que Sasha lo haya tocado le diese asco. Hace una mueca de desagrado mientras la escucha llorar y suplicar. Cansado se vuelve a ella con rapidez.
Vladimir aprieta su mandíbula cuando Sasha cae al piso con un agujero en la cabeza. Momentáneamente la recuerda teniendo quince, una dulce niña temerosa y sucia. Se había acercado a él para prestar sus "servicios". Al negarse, le ofreció otro tipo de ayuda. Servir como un subordinado más en la organización.
La vio crecer y ahora, la vio morir.
Por culpa de Elliot.
Vladimir no tuvo hijos, aunque sí llegó a creer que con Sasha era suficiente.
—Tan ruidosa. —menciona Cedrit.
El anciano aleja la mirada de Sasha para posarla en Cedrit, este camina de vuelta a su escritorio, posa una mano en el hombro de su hermana que está sentada en su silla. Vladimir los observa ambos, Kolenka sonríe fascinada por el espectáculo que acaba de acontecer, su hermano en cambio inexpresivo lo observa a él como si el siguiente en morir fuera Vladimir.
"Debes de temerles" piensa. Vestigios de recuerdos llegan a su memoria, Joseph golpeando a Cedrit por el minúsculo error, Cedrit asesinando por primera vez, la llegada de Kolenka, el maltrato que recibía por parte de Cedrit a órdenes de su padre, Kolenka intentando asesinar a Joseph. Cedrit tomando el lugar de su padre... Todo lo acontecido los ha llevado hasta este momento. Desvía la vista y mira a Sasha de nuevo, mentiría si dijera que no le importa, aunque debe fingir que no lo hace.
—Serás el siguiente anciano.
No se inmuta cuando siente la voz y el aliento de Kolenka cerca de su oído. Cuando esta abre la puerta, le escucha ordenar que "ayuden" a Sasha ya que ella está "indispuesta". Cínica.
Los hombres no tardan en entrar, no se inmuta al ver el cuerpo, después de unos segundos. Sasha se ha ido para siempre. Tan rápido como llegó. Como al principio no hubo un saludo, porque para este final, tampoco hay una despedida.

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Punto Ciego.
Novela JuvenilAl comienzo todo fue perfecto. Su alfa, su relación y finalmente su matrimonio. Todo era concebido como una vida perfecta. Hasta que se dio cuenta que su amado esposo era un lobo con piel de oveja. Aquello que era color de rosa, se oscureció. Con e...