amics

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No podía estar pasando esto y justamente en mi período de prueba.

Marc, el causante de mis males. Mi estúpido ex novio, el cual me había sido infiel en nuestro propio apartamento luego de seis años de relación y convivencia, me estaba observando fijamente con diversión.

Respira.

—¿Ya decidieron? —trate de ignorarlo, observando a las demás personas que ocupaban la mesa.

A algunos los recordaba ya que habían sido mis amigos también, pero después de lo sucedido me habían dado la espalda en apoyo al imbécil de Mark.

—Cuanto tiempo, Sara —siguió insistiendo con su irritante voz.

Hasta mi nombre emitido por su voz me daban náuseas en comparación cuando oía a David, que me generaba otro tipo de sentimientos.

—Sí, mucho tiempo —respondí tajante, repiqueteando mi pie contra la madera del piso.

—¿Qué nos recomiendas? —dijo otro tipo que no conocía.

—Supongo que todo.

—¿Supones qué todo? Quiero que me recomiendes algo —volvió a hablar el imbécil.

Sentí un fuerte impulso de sacudirle con la libreta por la cabeza.

—Es mí primer día así que no conozco bien el menú.

—¿Tú primer día? Así que finalmente renunciaste a tu antiguo empleo.

—No es de tu incumbencia.

—¿Así recibes a tus clientes el primer día?

Maldito imbécil.

Ahora que lo veía bien no sabía que le había visto. No podía negar que era; sus ojos eran azules, tenía el cabello rubio, su sonrisa era perfecta y poseía un cuerpo atlético. Pero toda su belleza la opacaba su personalidad de mierda, la forma de superioridad en la que me estaba observando, en la que observaba a todos, esa sonrisa burlona. Le debería dar vergüenza en los términos en qué acabamos con la relación, pero sin embargo aquí estaba, sonriendo cómo si nada hubiera pasado.

—Debo atender otras mesas, si pueden ordenar... —mentí para escapar lo antes posible de allí.

De reojo vi a David en la barra que nos observaba fijamente sin despegar su vista, por la forma en que miraba a Marc parecía que sabía que era mi ex.

Oh, oh, se estaba dirigiendo en nuestra dirección.

—¿Todo bien por aquí? —se posiciono a mí lado con firmeza.

—Queríamos que la señorita nos diga la especialidad del día de hoy —Marc lo desafío con la mirada enderezando su postura.

—Sara no los va a poder ayudar ya que comenzó hoy, pero personalmente les recomiendo la pasta al pesto.

—pasta al pesto será entonces.

—Bien.

—Y de tomar que sean seis whiskys, de los más costosos que tengas.

Su superioridad no tardo en hacer presencia.

—Enseguida se los traigo —a diferencia de la actitud altanera de Marc, David le respondió con una sonrisa cordial.

—Acompáñame, Sara.

Lo seguí hasta la barra expectante por lo que tenía que decirme.

—¿Te estaba molestando? Te vi incómoda.

—No, no. Estoy bien.

—¿Segura? No quiero que te sientas incómoda.

—Lo que menos quiero es causar problemas el primer día —baje la mirada—. Ese que habló es mi ex, y bueno, hace mucho no lo veía.

El amor vs el zodiacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora