Omega.

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Lucerys no es como se supone que son los Omegas, no . El es atrevido, orgulloso y sobretodo decidido con lo que se propone. Como por ejemplo tener a su tío Aemond solo para el , claro que no fue difícil no cuando el Alfa era tan posesivo con el , incluso cuando aún no eran nada.

Habían crecido juntos y siempre fueron unidos y lo fueron mucho más después de todos los besos y caricias que habían llegado a compartir. Pero el Omega estaba por cumplir dieciocho y ya habían surgido pretendientes por todo el reino, era de esperarse considerando su belleza y que el Omega ya estaba en edad para casarse. Pero el no quería a nadie más, no. El ya tenía a su pretendiente ideal. Solo tenía que provocarlo un poco.

— ¿En serio quieres que me case con alguien más? ¿Que alguien más me bese?.— estaba provocando lo.

— No.— estaba enojado. Bien el plan estaba funcionando.

— Incluso que alguien más me toque...— se acercó a el de manera rápida, por supuesto que el no se movió. Había ido a ver al Alfa a su habitación, así que tenían privacidad no había nadie, solo ellos dos.

— ¿Que es lo que quieres de mi Lucerys? Sabes muy bien que eres mío . Así que dime a qué estás jugando.

— Si soy tu yo como tu dices ¿Porque aún no has pedido casarte conmigo? Tengo muchas propuestas y ninguna de ellas me interesa, porque ninguna de ellas es tuya.

— ¿Porque piensas que no lo he hecho? No se te hace raro que a pesar de que hace unos días se hizo oficial que era hora de que te casarás nadie a venido a verte.

Y la sorpresa se hizo presente, era verdad nadie había ido a verlo. Su madre le había dicho sobre las propuestas pero no se había llevado a cabo ninguna reunión.

— ¿Tú, que fue lo que hiciste?

— Nada, solo les dejé muy en claro que tu no eres libre , que eres mío . De verdad creíste que dejaría que alguien más te tuviera , porque si es así no me conoces bien.

— Somos egoístas , ambos lo somos porque tu quieres ser el único en tenerme, el único en tocarme y el único en mi vida. Y yo quiero lo mismo, quiero ser solo tuyo

— Tu ya eres mío.

— Es verdad eres el único que aprobado cada parte de mi.

Pudo ver el fuego en los ojos del Alfa , era impresionante como su mirada podía pasar del hielo y la indiferencia. Al fuego y el deseo . Le gustaba saber que el era capaz de provocar eso en el príncipe mayor. No retrocedió cuando el mayor se acercó a el y mucho menos cuando lo tomo de la barbilla y la alzo un poco solo para besarlo , el por supuesto correspondió el beso.

Y aún que el deseo nublaba su mente tuvo que alejarse , tenían que hacer las cosas bien,  era cierto que Aemond ya lo había visto desnudo , ya lo había tocado, besado incluso ya había dejado algunas marcas en su cuerpo, pero a pesar de eso nunca habían ido más allá y aún que el en verdad quería y lo necesitaba. Tenían que hacer las cosas bien, si es que quería tener a Aemond de la manera que el quería.

— Espera ...— intentaba detener los besos que el Alfa le daba pero no lograba detenerlo del todo.— Solo un momento, tenemos que hacerlo oficial.

— Créeme que con mi olor pegado a ti , es bastante claro para cualquiera saber que tu ya eres mío.— soltó un suave gemido cuando el Alfa mordió y chupo su cuello .

— Si... Pero tenemos que hacerlo como es debido.— para ese punto Aemond estaba sentado en la cama con el encima. No había notado como es que habían llegado a esa posición pero no le importaba.

— De acuerdo lo haremos a tu manera. Se lo diremos a todos en la cena, tu ya eres mi prometido.

— Lo soy , soy solo tuyo y tu eres mío.

Escritos sobre Lucerys y Aemond.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora