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Estaba hecho , habían esperado muchos años para este momento, pasaron separados un buen tiempo pero ahora eso había quedado atrás.
Lucerys ya tenía la edad adecuada para marcar a su Omega, ambos estaban listos.
Aemond Targeryen oficialmente sería Aemond Velaryon el Omega más feroz de Drifmark, la boda se había llevado a cabo a orillas del mar , su familia y personas cercanas a ellos habían asistido. Ninguno de los quiso algo tan ostentoso, eso sería para la boda de los herederos Jacaerys y Aegon.
Pero ellos habían decidido algo más sencillo y familiar, claro con los lujos a los que Aemond estaba acostumbrado pero sencillo.
Todo había transcurrido de maravilla, los nervios habían pasado aún segundo plano. Vio a todo a su alrededor y supo que todo la espera había valido la pena, en cuanto vio a su Alfa supo que la noche recién iniciaba.
— Ven , tengo algo especial para ti.— tomo la mano que Lucerys le ofreció y se levantó de su asiento, caminaron juntos y pudo apreciar el gran cambio en el hombre a lado de el, aún le costaba creer lo mucho que había crecido ese bebé.
Lo vio en el vientre de su hermana, lo vio nacer , lo vio crecer , estuvo ahí desde el día en que Lucerys llegó al mundo , y ahora había unido su vida a la de el, era algo que aún creí imposible. Pero después de diecinueve años por fin había sucedido.
Detuvo sus pensamientos cuando vio al dragón de su ahora esposo , Arrax se veía más hermoso e imponente que nunca , tal vez era porque el, al igual que su jinete, estaba llegando a la edad adulta, y seguirá creciendo.
— Anda , tenemos un corto viaje que hacer— Lucerys se subió al dragón y lo ayudo a subir de igual manera.
Durante varios años se lamento por no haber tenido un dragón, pero en momentos como éstos olvidaba esos pensamientos, porque gracias a Lucerys el sabía lo que era montar un dragón, sentir el aire en su rostro, sentirse libre que podía llegar hacer en el cielo.
Era sin duda una gran sensación , más aún si estaba a lado de su Alfa , eso lo hacia aún más perfecto.
Bajaron a una de las islas solitarias, no se sorprendió de encontrar una pequeña cabaña en medió de la playa, se veía hermosa, algo digno de el totalmente, supuso que Lucerys la había mandado hacer para ellos.
Sus pies tocaron la arena y camino a la par de Lucerys.
— No quería pasar nuestra primer noche en el castillo, quería estar completamente solo contigo.— Lucerys lo tomo de la mano y ambos se detuvieron, al llegar a la puerta. — Será nuestra primera noche juntos, en todos los sentidos y quería poder oírte y sentirte plenamente, sin pensar en los demás.
— Y una cabaña en medio del mar resulta mucho mejor, no es así.— giro un poco para ver al Alfa, lo vio sonreír y un poco de los nervios que sentía se esfumaron.
No habían tenido esa clase de intimidad, claro se habían besado, tocado , incluso se habían dado placer de otras maneras, pero no habían ido más allá de eso. Por esa misma razón tampoco habían pasado sus celos juntos, Lucerys no estaba en King's Landing la mayoría del tiempo y si ambos se hubieran dejado guiar por sus mas bajos instintos, el Alfa lo hubiera marcado y eso hubiera sido muy doloroso.
Lucerys tenía mucho que aprender, mucho que hacer y el no estar cerca de su Omega ya era doloroso, y si le sumaba a eso la marca, hubiera sido un martirio para ambos, la distancia.
Así que esa fue la razón principal por la cual no pasaron sus celos juntos, claro son dragones y podían hacer lo que quisieran , pero ninguno quería pasar por eso, en especial cuando sabían lo doloroso que podía llegar hacer para ambos.
Pero ahora era diferente, estaban juntos y sería así de ahora en adelante.
Vio el lugar detenidamente y sin duda parecía un lugar muy espacioso y amplió, era algo pequeño pero funcionaba para lo que ambos querían hacer.
— Espero que te guste , pensé en cada detalle, todo con la intención de que te sientas cómodo.
Camino por el lugar y se detuvo en la amplía cama. Había esperado mucho por ese momento, vio a Alfa, estaba en el otro extremo de esta y en el instante que sus miradas se cruzaron lo supieron, era el momento.
— El lugar es ideal .— camino un poco hasta llegar con lucerys.— Por fin seré tuyo...
— Y tu...— ambos se veían fijamente los labios.— serás mío.
Dejaron que todo fluyera , no había prisa, después de todo esa no sería su única noche.
Primero fue el beso, sus labios exploraron cada rincón de sus bocas , era un beso caliente, ruidoso y con deseos de mucho más.
Sentía la suave tela entre sus dedos, y el agarre firme en su cadera, no podía pensar con claridad, lo único que sabía con certeza era que había esperado mucho por ese momento, escuchar el choque de ambas pieles, cada embestida lo hacia gemir de placer.
Era tan placentero, no entendía como es que había pasado tantos años sin disfrutar de todo eso, sentir como el Alfa lo llenaba por completo. Sintió como Lucerys dirigía una de sus manos a su muy necesitado miembro, el toque fue tan placentero que no pudo evitar suplicar....
— Lucerys... M-mas , no te detengas...— Sabía que ambos estaban a punto llegar a ese punto , la excitación era palpable en todo el lugar, la mezcla de sus aromas, el olor a sexo empezaba a nublar su mente. Y aún así fue consiente de esos suaves labios en su cuello, rozando y lamiendo aquella zona tan sensible de los Omegas.
— ¿Puedo?.— la voz del Alfa salió ronca , prueba de que el también estaba perdido en todo esa bruma de placer.
— H-azlo... Hazlo.— no quería esperar más.— Quiero ser tuyo .
Y entonces sucedió, unos colmillos perforaron su piel , dolió. Por los siete que eso había dolido, sentía su piel quemar , dolía mucho, pero así como dolía también podía sentir el place recorrer cada parte de su cuerpo, era como si una ola de la más pura excitación recorriera su mente y su cuerpo al mismo tiempo.
Y no solo era el , también sentía el placer de Lucerys, ambos llegaron al climax al mismo tiempo, sentían lo que el otro sentía y sin duda ese había sido el mejor maldito orgasmo de todo su vida.
El Alfa soltado su piel , y sintió como lamía esa zona ahora vulnerable de el , sabía que la saliva del Alfa ayudaría a que la herida sanará más rápido. Se dejó caer con todo su peso en la cama. En cuanto Lucerys terminó, se acomodó detrás de él, sentía las suaves caricias en su piel desnuda.
— ¿Estás bien?
— Lo estoy... Solo.— bostezo.— Me dio sueño.— el Alfa lo acercó más a el , sintió el pecho fuerte de Luke.— Por ser la primera vez... Dejare que me trates bien, pero.— otro bostezo.— Para la próxima seré yo el que decida todo.
La suave risa de Lucerys lo hizo sentir bien.
— Mientras sea yo el que te joda está bien, podrás hacer lo que quieras conmigo.
No estaba en celo , pero era la primera vez que su cuerpo pasaba por todo eso , así que era normal sentirse tan cansado, esperaba que para el día siguiente esa situación cambiará, porque el quería mucho más. Un suave beso fue dejado en su cabeza y no supo más, el sueño finalmente lo venció.
