Habían transcurrido un par de años y Aemond se había dedicado a entrar bajo el mando de Ser Criston Cole, el hombre era alguien fiel a sus principios e ideales , pero en mas de una ocasión había querido envenenar su mente , metiéndole ideas sobre Rhaenyra y sus hijos, el nunca creyó en esas mentiras después de todo sabía de sobra que Cole le decía todo eso por órdenes de su madre.Claro no es que el hombre no disfrutará de hablar de su media hermana, pero el nunca le creyó y en más de una ocasión detuvo al hombre.
— Estamos entrenando Ser, no me importa si sigues molesto con mi hermana, justo ahora estás conmigo y mi entrenamiento es mucho más importante que saber sobre como sigues ardido con Rhaenyra.— El hombre delante de el no se molestó por el tono tan ácido y molesto con el que le habló. Y si lo estuviera nada podía hacer , el era el príncipe después de todo.
— Tiene razón mi príncipe, mis disculpas, sigamos con el entrenamiento.
Desde que supo que era Omega se dedicó a entrenar , en su mente tenía que reponer el no tener dragón , por eso se había dedicado hacer el mejor en todo. Aún lamentaba que de su segundo huevo nunca hubiera salido un dragón.
Pero en el fondo también quería que su Alfa se sintiera orgullo de el. Lucerys ya no era aquel niñito de hace unos años, había crecido y se dedicaba a estudiar y ayudarle a su abuelo Lord Corlys Velaryon en Driftmark, el hombre mayor preparaba al joven Alfa para cuando el fuera el señor de todo Marcaderiva. El pequeño Velaryon se la pasaba volando entre Driftmark y king's Landing , así había sido en los últimos años.
Lucerys ya no era tan inofensivo, aún que en realidad nunca lo fue , conforme fue creciendo se mostró más decidido y confiado en si mismo . Se sentía orgulloso de poder decir que era gracias a él , ambos eran los segundos hijos, por lo tanto no recibían la misma atención que los mayores y no era tan malo , al menos no para Lucerys, ya que su hermana siempre estaba presente en todo , podía decir que admiraba mucho lo gentil , amable y bondadosa madre que era Rhaenyra, siempre escuchando y apoyando a sus hijos.
Incluyéndolo a él y a sus hermanos, ella les prestaba la misma atención a todos. Eso ayudo mucho al pequeño Alfa.
Pero Lucerys y el habían desarrollado un lazo diferente, era normal puesto que eran Alfa y Omegas, ambos unirían sus vidas algún día.
Faltaban algunos años más para que eso pasara, después de todo Lucerys tenía recién los 16 años , ya era mayor pero no lo suficiente como para reclamar a su Omega.
Ese día el pequeño Velaryon llegó a la capital y como cada vez que llegaba lo primero que hacia era ir a verlo , le gustaba cada que el Alfa regresaba porque así podía notar lo cambiado que estaba , lo mucho que crecía, como ahora podía ver el cabello rebelde del Alfa más largo , había crecido unos centímetros, se veía cada vez mejor.
Pero Alfa detuvo su caminar para verlo directamente por unos segundos, antes de hablar.
— Se que aún no soy lo suficiente mayor para poder reclamarte como mi Omega pero ... Que no se te olvide que yo soy tu Alfa yo seré tu esposo y no puedes ver a otros Alfas.— se veía molesto.Debía admitir que le encantaba ver ese lado celoso del menor.— Creces un poco y ya te crees con el derecho a darme órdenes...Sin duda alguna eres un dragón. Ya no eres aquel niñito que corría detrás de mi, has crecido y te has vuelto posesivo sin duda eres mi Alfa.— era al único que le permitía que le hablará de esa manera.
— ¿Ese es el aroma de Ser Criston Cole? Ese hombre se te acerca demasiado.— parecía irritado. Cosa que divirtió al Omega.
— Así es , es normal que algo de su aroma se me pegué, entreno a diario con el .
— Supongo que tengo que hacer algo con ese molestó aroma.
— ¿Así?
— Si.
No podía explicar lo feliz y pleno que se sentía al lado del Alfa , aún le costaba creer lo mucho que ambos habían crecido, ahora podía notar la diferencia de cuando eran niños a ahora que ambos estaban ahí en su habitación, con Lucerys encima de él , no estaban desnudos pero aún con la ropa puesta podían sentir la fricción y el rose de sus cuerpos, sabía que el menor lo estaba marcando con su aroma pero no le molestaba.
Porque el olor a mar , agua dulce y flores era algo que le gustaba , le daba paz poder oler a Lucerys.
Después pasar un rato juntos ambos tomaron caminos diferentes, el tenía que cambiarse y prepararse para la cena, y Lucerys había ido a ver a su madre Rhaenyra.
Al entrar en su habitación se encontró de frente con su madre , parecía preocupada y enojada.
— ¿Ese aroma es Lucerys no es así? ¿Dejaste que te marcará con su aroma? Por amor a los siete Aemond ese Alfa no es para ti.
— El es Mi Alfa madre, el puede hacer eso y más conmigo, porque yo así lo quiero. Y porque el SI es para mí , por favor no insistas por nuestra unión sucederá y es hora de que lo aceptes.
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Pensaba que está sería la última parte pero creo que no , subiré parte cuatro. #Lucemond #Omegaverse #AlfaLucerys #OmegaAemond