Rhaenyra la ahora Reina quería evitar ir a la guerra , ella no quería derramar sangre. Al contrario quería fortalecer aquellos lazos que tristemente nunca tuvo con sus medios hermanos.
No quería hacerles daños, sabía que todo lo que pensaban era por todo lo que Alicent les había dicho , así que después de hablar con su ahora mano La princesa Rhaenys, ambas llegaron a la conclusión de que la solución a todos los futuros problemas era unir a sus hijos con Aegon y Aemond.
Había muchos rumores entorno a los príncipes y ahora gracias a los informantes de Daemon , sabía que todos ellos eran verdad. Muchos de los rumores aseguraban haber escuchado a los jóvenes príncipes decir el nombre de sus hijos, cuando estaban con aquellos jóvenes que habían contratado para poder darles placer.
Según los rumores Aemond era el que llegaba hacer más exigente, puesto que pedía a jóvenes idénticos a Lucerys. Pero eran pocos los que cumplían con las mismas características, y al no sentirse satisfecho solía gritarles y correrlos de su habitación.
Fue por eso que ahora que Otto estaba muerto y Alicent encerrada por el delito de traición y querer usurpar su corona, Rhaenyra planeó muy bien sus próximos movimientos , los cuales eran tratar de unir a su familia y cumplir con el último deseo de su padre. Unir de una vez a su familia, fue por ello que habló con sus hijos, después de todo si ellos no aceptan su plan y estrategia ella no los obligaría.
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— ¿Eso es un si entonces? ¿Aceptás casarte conmigo?.— en el momento que su madre les explico la situación y sus planes a él y a su hermano Jacaerys, el asumió que Aemond no aceptaría. Uno porque todo ese tiempo creyó que el odio del mayor era demasiado y que lo que su madre le había contado era solo un rumor.
Era imposible para el creer que el mas alto en verdad lo deseaba de esa manera. Pero tampoco negaría que en el fondo deseaba que fuera verdad, porque el también tenía una fuerte atracción por Aemond.
Había cumplido la mayoría de edad hace unos meses , y hasta ese momento solo había podido sentir atracción por una sola persona. Todo lo que había experimentado en la soledad y oscuridad de su habitación lo había hecho pensando en Aemond.
Nunca creyó tener una oportunidad, pero ahora parecía ser que eso podía llegar a suceder de verdad.
— Si me casaré contigo, después de todo bastardo o no .— el peliplateado le dió una sonrisa cínica.— Sigues siendo un Targaryen y ya sabes lo que dicen. La sangre de dragón es espesa, y yo voy a poder disfrutar de ti , de tenerte de bajo de mi y...
— O encima.— lo interrumpió.— Yo podría montarte y hacerte pedir por más.
Ver el rostro sorprendido de Aemond fue mucho más placentero de lo que hubiera esperado.
El mayor no era el único que había experimentado, tal vez el no lo hizo de la misma manera, porque claro Aemond había pagado para poder coger con otros jóvenes y fingir que era a el , el que se cogía.
Pero si bien el no hizo lo mismo, muchas noches se imaginó que era Aemond el que lo acariciaba y tocaba.
— Taoba eres alguien llenó de sorpresas, me gusta
... Me gustas.)
#Lucemond