Danza de dos dragones I

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Todo inició cuando su familia regresó a la fortaleza después de varios años de ausencia. Fue muy inocente al creer que todo había quedado en el pasado, sin embargo no fue así, podía verlo en cada mirada que el mayor le dedicaba.

Había odió, resentimiento y una advertencia clara; Debía de estar en alerta todo el tiempo . Sabía que algo pasaría y desde que llegó estuvo en constante alerta, cada paso, cada recorrido por la fortaleza lo hacia en alerta constante. Sus pasos eran sigilosos, siempre con la mano en su espada, sin embargo el primer encuentro lo agarró con la guardia baja.

Caminaba de vuelta a su habitación, llevaba un libro de la biblioteca, el cuál era de dragones. Siempre le fascinaron y por supuesto quería saber más de ellos, sin embargo tarde se dió cuenta del silencio en el pasillo, era de noche y generalmente los guardias que cuidaban su habitación lo saludaban , pero aquello no había sucedido. Había estado concentrado en su lectura al caminar y no notó la ausencia de estos.

Al levantar la vista notó la ausencia de los guardias, aquello le extrañó. Dió la vuelta para preguntar que ocurría cuando una mano tapó su boca y otra lo obligó a retroceder, al inició la confusión lo invadió.

Intento gritar pero entonces reconoció al dueño de la mano, cabello largo, totalmente blanco hermoso. Ropa de cuero negro y por un momento el rostro tosco y duro lo confundió "Daemon" pensó. Pero no , no lo era. El hombre delante de él era alto , delgado y con una expresión fría y aquel parche, lo reconoció ; Aemond, su tío, estaba ahí frente a él.

Por fin había sucedido, el mayor había ido a obtener su venganza. Esperaba el golpe o en el peor de los casos su muerte. Estaba sólo, en desventaja y no pondría resistencia, toda su vida se había sentido culpable por aquel hecho de años atrás. No fue su intención arrebatarle de aquella manera su ojo , sin embargo sucedió y estaba listo para aceptar las consecuencias de sus actos.

Pero entonces la mano que lo sostenía contra la puerta de su habitación lo soltó, escuchó la puerta abrirse y fue empujado dentro de forma violenta.

Al caer al suelo observó como su tío entraba y cerraba la puerta, se veía imponente, las velas en la habitación iluminaban un poco la habitación, no hizo el intento de levantarse pero retrocedió un poco.

- ¿Asustado Strong?- su voz sonaba baja, era casi cómo un murmullo. Uno aterrador, los vellos de su cuerpo se erizaron y mentiría si dijera que aquello no le dió miedo.

- ¿Vas a... matarme?- no huiría pero quería estar preparado, si es que ese era su destino.

Lo vio sonreír, tan cínico y entonces se agachó y lo sujeto por barbilla.

- No , haré algo peor que eso.

¿Peor? ¿Que podía ser peor que la muerte? La confusión debió ser clara en su rostro porque vio al mayor sonreír de una manera que le dió cierto temor.

- ¿Que me harás?.

-¿No tienes miedo bastardo?.

Ahí estaba, se había tardado en decirle aquello, eso lo hizo enojar un poco y debió ser muy evidente en su mirada ya que Aemond pareció notarlo.

- Ahí está, ese es el Lucerys que recuerdo, aquél que con esa misma mirada me arrebato el ojo- estaba por contestarle y decirle que lo había hecho por defender a su hermano de él. Sin embargo no pudo hacerlo, vio al mayor quitarse el parche y un jadeó involuntario salió de sus labios.

Era hermoso, el brillo de aquella piedra era brillante, deslumbrante. Sin embargo verlo en lugar del ojo que el mismo le había arrebato lo tomo por sorpresa.

- ¿Sin palabras? Parece que te he dejado mudó.

- Yo... Lo lamento - y lo decía en serio. Lamentaba mucho haberle hecho aquello.

- Lo sé - sonaba sincero y aquello lo tomo por sorpresa, observó a Aemond atentamente, esperando la burla , pero no era el caso. Parecía honesto, la intriga lo invadió por completo.

- ¿Aemond que...?- tramas, quiso preguntar pero las palabras murieron en su boca. Cuando el hombre cortó toda distancia entre ellos y un beso cargado de deseo lo tomo por sorpresa.

Había esperado cualquier cosa menos aquello.

Había esperado cualquier cosa menos aquello

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Escritos sobre Lucerys y Aemond.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora