~~Era posesivo , quería reclamar a Lucerys como suyo, probar esos labios, tocar cada parte del cuerpo del chico. Besar lo en cada rincón , probarlo. Y sobre todo hundirse y perderse en ese trasero, quería hacerlo suyo y sabía que no había forma de detenerse, no en cuanto el chico gimió.
Fue imposible dejarlo , inevitable no tomarlo , ¿Su ojo? Ya no importaba, ¿Su venganza? Ya no la necesitaba, no cuando había descubierto que Lucerys tenía algo mejor que ofrecerle.
Por supuesto que tomaría todo del joven, esa noche lo hizo suyo , no dudo en morder , en marcarlo , disfruto de cada grito, cada gemido que escapan de los labios del pequeño bastardo.
Esa noche supo que no había vuelta atrás , no la había, no dejaría a Lucerys nunca más.
Desde esa noche, se veían a escondidas , y sabía que en algún momento debía de hacer algo al respecto, de lo contrario le quitarán a Lucerys y el no podía permitirlo.
Es por eso que cuando supo que Lucerys fue prometido a alguien más se enojo, no podían quitarle aquello que por derecho era suyo.
-¿Has venido aquí a hacer lo correcto?- Lucerys parecía esperanzado.
- Vine por lo que es mío.
- Yo no soy ningún objeto.
- Es por las buenas o por las malas bastardo.
- Tan encantador, como siempre querido tío.
- Estoy siendo civilizado, Strong.
- ¿Que sucede aquí?- escuchó la voz de su media hermana y la observó detenidamente.
- He venido por lo que es mío.
-¿Aemond no entiendo, de que hablas?.
- Lucerys es mío , ¿no es así sobrino?.
Vio al joven sonreír, tan cínico.
- Así es madre , yo le pertenezco a Aemond, es el precio a pagar por el ojo que le arrebate.
Todos estaban sorprendidos, pero aquello era inevitable, ellos estaban destinados a estar juntos.