-¡Eli!- El grito del pintor tomó por sorpresa al vidente, quien se golpeó la cabeza con la orilla de la mesa mientras acomodaba algo debajo de esta. -¿Dónde esta Victor?-
Eli frunció el ceño, dejando en evidencia su notable molestia. Edgar le sonrió de forma avergonzada cuando notó aquello, más sin embargo, seguía ahí esperando una respuesta.
-Esta en la parte restringida de la pequeña biblioteca que tenemos aquí-
Un escalofrío recorrió el cuerpo del pintor, pensar en bibliotecas le hacía recordar a aquella horrible experiencia. Más sin embargo, asintió con un rápido movimiento de cabeza.
-¡Gracias, Eli!-
El pintor se despidió con un movimiento de mano del vidente, quien solo le dedicó una sonrisa y volvió a agacharse para acomodar las cosas debajo de la mesa. Edgar se dirigió con prisa en busca de la biblioteca, claro que Blome era una organización grande, por lo cual estaba un poco confundido con las localizaciones. Luego de un buen rato, por fin pudo dar con la habitación correcta.
-Habitación 6 del piso 3-
Edgar soltó un suspiro, asegurándose de la presencia del diario en su pequeña bolsa. El pintor abrió la puerta de la biblioteca, quedando asombrado con el contenido de esta. ¿Pequeña? era todo menos pequeña; tenía una gran variedad de libros. El castaño pudo percatarse de la presencia del rubio en unas escaleras para sacar libros de lugares altos, aparentemente estaba leyendo un libro. El castaño cerró con cuidado la puerta de la biblioteca, buscando no asustar al rubio que aun no notaba su presencia. Edgar se acercó con cautela hacía las escaleras; cuando por fin estuvo ahí, se aclaró la garganta.
-Victor-
El nombrado se sobresaltó un poco, dejando caer el libro al suelo. Al pintor eso le causó un poco de ternura, por lo cual se agachó a recoger el libro y se lo extendió con una sonrisa dibujada en el rostro.
-Victor, ¿podemos hablar?-
Victor tomó el libro, asintiendo con la cabeza. Este mismo no tardo mucho en bajar de las escaleras, planteándose frente a Edgar en un abrir y cerrar de ojos.
-Bueno... Antes que nada, deberíamos sentarnos-
El rubio asintió, devolviéndole una débil sonrisa. Edgar se encaminó hacía una mesa que se encontraba cerca de la entrada de la biblioteca, este fue seguido por el rubio, quien sostenía un libro en su mano. Al llegar a la mesa, ambos tomaron asiento uno al lado del otro.
-Victor, te quiero preguntar acerca del diario que me entregaste-
-"¿De qué hablas, Edgar?"-
Preguntó Victor, dejando a la vista su notable confusión. Edgar frunció el ceño, era lógica la teoría que tenía, aquella persona que se lo había dado no fue su mejor amigo. El pintor, ante la notable confusión del rubio, sacó el diario de su bolsa, dejándolo a la vista.
-¿Qué puedes decirme de esto?-
Los ojos del rubio se abrieron como platos, dejando su sorpresa en evidencia. Tan rápido como lo vio, lo tomó con sus manos.
-"¿De donde lo sacaste?"-
-Tú me lo diste... Al menos eso quiero creer- El castaño hizo una pausa al notar la expresión de preocupación en el rostro de su mejor amigo, para después añadir. -No fuiste tú... Pero las cosas pasan por algo. Soy tu mejor amigo, Victor... Por favor, tienes que contarme lo que sabes de la propietaria del diario-
Victor desvió la mirada del diario, haciendo que esta se posará en su mejor amigo. El chico levantó sus manos, vacilando en si debía o no contarle sobre Olivia. Más sin embargo, al cabo de unos segundos las bajo, desviando su mirada hacía abajo. Edgar soltó un suspiro, supuso que Victor no quería contarle sobre Olivia, así que solo desvió la mirada. Un suave sonido de un bolígrafo escribiendo fue lo que lleno de esperanza nuevamente al castaño, al regresar la mirada, pudo notar como el rubio estaba escribiendo sobre su cuaderno.
-"Quizás no pueda contarte la verdad que quieres saber... Pero puedo contarte acerca de Olivia. Olivia murió hace unos cuantos años, ella fue una de las fundadoras de nuestra organización. Tenía el cabello castaño, lo tenía un poco más abajo de los hombros, tenía ojos azules, era realmente aventurera y dulce. Pero un día falleció de una forma horrible, al igual que todos los miembros de la organización, los cuales estaban siendo perseguidos por ________. Olivia tiene un nieto, pero aun no lo hemos encontrado. Olivia siempre escribía sobre nuestros abuelos en su diario, contaba las aventuras que había tenido, las misiones y su notable don para hablar con espíritus"-
Edgar frunció el ceño, levantando su mano. Esta acción hizo que Victor bajará su libreta con lentitud, dedicándole toda su atención al castaño.
-Pero... ¿Perseguidos por quién?-
-"Por..."- Victor hizo una pausa, dudando nuevamente. -"Lo que los persiguió se llamaba..."
Victor cerró los puños, dejando ver una expresión de dolor en su rostro. Al abrir nuevamente los ojos, Victor se llevó una mano a la muñeca, apretando con fuerza.
-¿Victor? ¡¿Estas bien?!-
El rubio negó con la cabeza, dejando salir algunas lágrimas que amenazaban con salir desde que el dolor inmenso se había hecho presente. Como pudo, hizo algunas señas con su mano, señas un tanto disparejas.
-"Me quema"-
Fue lo que pudo entender el castaño, quien se levantó con rapidez de la silla, intentando calmar a su mejor amigo. Al cabo de unos cuantos minutos, Victor fue soltando con lentitud su muñeca, dejando ver una línea que rodeaba toda su muñeca, una quemadura.
-Dios, Victor... Iré por ayuda, espérame aquí-
El castaño no pudo ni alejarse unos cuantos centímetros, ya que el rubio le había tomado la mano, evitando que este se fuera. De pronto, Victor se llevó la mano a la boca, dejando ver como en esta aparecían pequeñas marcas de quemaduras. Las quemaduras eran como líneas de puntos, como si estuvieran marcando que su boca estaba cosida. Edgar sacó su teléfono, buscando el contacto de Luca entre sus contactos. Al encontrarlo, no dudo ni un segundo y lo llamó. Cuando Edgar regresó su mirada hacía el rubio, este lo estaba mirando muy fijamente, como si estuviera apunto de desmayarse.
"Edgar Valden"
Mencionó el rubio, para después señalar al diario y volver a señalar al castaño, comenzando a marcar las letras con sus dedos.
-"Olivia..."- El rubio hizo una última pausa antes de desmayarse. -"Valden" -
Finalizó el rubio, desmayandose luego de trazar con sus dedos aquello.

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Blome | Edluca
FanfictionEdgar es un joven cuya pasión es el arte. A la edad de 8 años, un suceso paranormal le cambiaría la vida. Al cumplir los 22 años, Edgar recibe una llamada de una organización paranormal; Blome. Ahí conocerá a Luca, un joven amante de lo paranormal...