-Cariño, ¿Cómo vas a ir a la fiesta si no tienes tus trajes en mi casa?-
El pintor le dirigió una mirada confundida al chico de castaños cabellos, quien frunció el ceño ante aquella mirada.
-Eddie... ¿Te olvidaste de la fiesta que dará la organización?-
Edgar ladeó la cabeza, dirigiendo su mirada hacía el calendario que se encontraba pegado en la pared de la habitación del inventor. "Fiesta de negocios" ¿Qué se supone que es eso?
-¿Quieres que vaya a una fiesta de negocios?-
El inventor no pudo evitar soltar una carcajada ante el inocente comentario del pintor, aquella no era una fiesta cualquiera, si no el comienzo de un baile.
-Verás, tesoro, esta fiesta es para celebrar la unión con otras organizaciones que nos brindan su apoyo incondicionalmente- El castaño hizo una pausa, dirigiéndose hacía el armario de su habitación en busca de alguna prenda que pudiera quedarle al pintor. -El problema con este baile es que es... una mascarada secreta, todos tenemos que llevar una mascara puesta-
Edgar soltó un suspiro, caminando con lentitud hacía la suave cama en la cual pocos segundos después se dejo caer. El cansancio era evidente, últimamente le estaban sucediendo muchas cosas extrañas, quizás era parte de su trabajo, pero le desconcertó que solo le pasará a él... Ya que esto realmente no le ocurría a Luca o Victor.
-Eddie, ¿no tienes algún traje que tenga mascara?-
-Lo tengo, pero esta en mi casa...-
El pintor cerró sus ojos, buscando un momento de paz y tranquilidad. Por otra parte, el inventor se agachó un poco, depositando un pequeño beso en la frente de Edgar, quien simplemente sonrió sin abrir sus ojos por completo.
-Bien, tesoro, yo mismo iré a buscar tu traje-
Edgar se sobresaltó con esas palabras, lo que menos quería era que Luca se pusiera en peligro. El pintor se levantó con rapidez de la cama, buscando detener a Luca. Este movimiento causo un mareo intenso, del típico mareo que tiende a dar cuando te levantas muy rápido.
-No es necesario...-
-¡Lo es! Mientras puedes ir arreglando tu cabello, no tardaré muchooo-
El pintor no pudo tan siquiera intervenir, ya que el inventor ya había salido de la habitación para ese entonces.
. . .
Edgar ya se había arreglado su cabello, incluso había tenido tiempo de sobra para buscar los diarios de su abuela, diarios que no aparecieron por ningún lado. Su búsqueda resultó ser un completo fracaso, algo que no tenía explicación era la razón de las dudas del pintor... ¿Por qué los diarios desaparecieron como si nunca hubieran existido? Como si fuera un milagro, la puerta de la habitación se abrió, sacando a Edgar de su burbuja. El inventor dejó el traje "Narcissus" acomodado en la cama, esperando que su pareja lo tomará.
-Eddie, ni siquiera te he visto con el traje, pero seguro que se te ve hermoso...-
Las mejillas del pintor enrojecieron, realmente le calentaba el corazón escuchar las palabras del inventor. Pero en ese momento no había tiempo para el romance, tenían que prepararse para la gran y caótica noche que tendrían...
-Edgar, me alegra que hayas venido... Pensé que te negarías a venir-
Eli miró al pintor, acariciando su cabeza con la palma de su mano. Edgar carraspeó, estaba más que claro que Eli sabía lo que paso, Eli siempre sabe lo que les pasa a los miembros de la organización. Más no dijo nada, su extraña forma de mirar a Edgar solo dejaba en evidencia que estaba ocultando algo. Luca, por otro lado, no estaba muy lejos del pintor, pero tampoco estaba muy lejos de colmar la paciencia de Andrew, quien parecía querer matarlo. Por otra parte, Edgar no logró encontrar con la vista al rubio, quien parecía haber desaparecido. Edgar frunció el entrecejo, al girarse hacía el vidente para preguntar por Victor, pudo darse cuenta de que también se había ido. Lo más curioso de esto era que no había hecho ruido. Edgar negó con la cabeza, intentando acostumbrarse a todas las personas que se encontraban en el salón color yeso, el cual estaba decorado con largas cortinas que colgaban del techo, cortinas color rojo con toques amarillos, totalmente hermoso, un salón realmente elegante. En esto, las luces se cortaron al unísono del comienzo de la música. Las enormes puertas que marcaban la entrada del salón, se abrieron, dejando ver al rubio detrás de estás. Victor tenía los ojos cerrados, al igual que una gran sonrisa en su rostro, una sonrisa que no le inspiraba mucha confianza a Edgar. El traje "The embrace" le resaltaba más a la luz de la amarillenta iluminación de entrada. La manera de caminar de su mejor amigo era distinta, más elegante. La música de fondo le daba el toque de misterio, tal cual un misterio en una fiesta enmascarada, en la cual la dulce princesa se va sin revelar su identidad. Los pasos del chico eran lentos, pero Edgar sabía que se dirigía hacía él. Era algo extraño ver como todos lo miraban con admiración, puesto que esa entrada debía ser de los tres jefes de Blome. No entendía el motivo por el cual, al llegar, Victor le extendió la mano, aun sin mirarlo a los ojos. Edgar se sintió mal por ser invitado antes que Andrew, pero realmente no podía hacer nada para cambiarlo. Edgar asintió, rozando la palma de la mano del chico con las yemas de sus dedos. En ese momento, la reacción del rubio fue tan inesperada, que sobresaltó al pintor; el chico había puesto su mano en la cintura del castaño, mientras que con la mano sobrante tomó la mano del pintor. De un momento a otro, Victor comenzó a impulsar un suave baile, un baile dulce y fácil de seguir. Y en ningún momento abrió los ojos, hasta que llegó el final de la canción... Unos segundos antes de que se terminará la canción, el rubio abrió de golpe sus ojos, mostrando unos ojos carmesí, unos ojos que no eran los de su mejor amigo. El pintor arrebató sus manos de aquella cosa, esa cosa no era su mejor amigo, su mejor amigo no podía hablar... Su mejor amigo no tenía esos ojos que vio en una de las ventanas de su casa... ¿Dónde estaba el verdadero Victor? ¿Qué era esa cosa? Mientras las dudas del castaño crecían, la sonrisa de ese ser lo hacía también. Ese ser dejó salir una gran carcajada, una carcajada que solo podía escuchar Edgar.
-Es un placer conocerte en persona, sin que huyas o te salve Olivia, Edgar Valden...-
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Blome | Edluca
FanfictionEdgar es un joven cuya pasión es el arte. A la edad de 8 años, un suceso paranormal le cambiaría la vida. Al cumplir los 22 años, Edgar recibe una llamada de una organización paranormal; Blome. Ahí conocerá a Luca, un joven amante de lo paranormal...