The deal

98 13 22
                                        


La sonrisa del demonio se ensancho, pasando de ser una sombra a tomar forma humana. El demonio los miro, dejando ver en su rostro una sonrisa burlona, aquella sonrisa perteneciente al caos. El lugar se mantuvo en silencio unos cuantos segundos, los tallos que sujetaban a ambos chicos se desvanecieron, convirtiéndose en polvo. El rubio no pudo evitar bajar la cabeza, sintiéndose derrotado. 

-Eso pensé... Pero, Victor...-

El demonio se acercó con pasos lentos hacía el rubio, quien aun era sujetado por la marioneta. Blome le sonrió, acercando una de sus manos hacía el rostro del rubio. Cuando su mano estaba a solo unos pocos centímetros de la mejilla de Victor, una mano la sujeto con fuerza, evitando el contacto. Victor levanto la cabeza, notando que quien había detenido ese contacto, había sido nada más y nada menos que Andrew. Andrew soltó con fuerza la mano del demonio, quien se mostró tranquilo ante aquella situación. 

-¿Por qué pelear?- Blome retrocedió un paso, extendiendo su mano hacía el rubio, quien lo miraba con el ceño fruncido. La marioneta lo soltó con suavidad, desvaneciéndose detrás de él, con una sonrisa macabra en su rostro. -Si puedes ser... Mi Rey, nuestro Rey-

Blome pudo notar que Victor no le estaba prestando atención, si no, que estaba buscando algo con la mirada, o menos dicho... A alguien. Puesto que Luca había desaparecido. 

-Oh, ¿Estas preocupado por ese inventor? No te preocupes, él estará bien, en cuanto selles el trato conmigo... Victor, no seas egoísta, si te quedas conmigo, liberaré a tu organización, a tus amigos...- El demonio hizo una pausa, ensanchando su sonrisa. -A Edgar-

Los ojos del rubio se abrieron como platos, la desesperación comenzó a inundarlo... El peliblanco lo contempló unos segundos, deseando que no cediera. 

-Si... Si yo hago el trato, ¿Dejarás libre a todos?-

-Te lo prometo, Victor-

El rubio asintió, acercándose con pasos inseguros y lentos hacía el demonio. El peliblanco lo tomó por la muñeca, haciendo que el chico se detuviera. 

-No lo hagas...- 

El rubio le mostró una sonrisa triste, mientras que tomaba la mano de Andrew con suavidad. 

-Lo haré por Edgar, Luca, la organización.... Lo haré por ti... Porque...- El rubio se acercó un poco más al peliblanco, acercando sus labios a los del contrario. Al quedar a solo unos cuantos centímetros, el rubio volvió a sonreír, cerrando sus ojos y depositando un pequeño beso en los labios de Andrew. -Porque te amo- 

Los ojos del peliblanco se abrieron como platos, quería intervenir, iba a intervenir, pero los tallos del demonio volvieron a resurgir de la tierra, aprisionándolo nuevamente entre sus raíces.

-Lo siento, Andrew, pero no puedo ser egoísta-

El rubio le sonrió una última vez, antes de girarse nuevamente al demonio, quien lo esperaba con un pergamino extendido en el aire, junto a una fina pluma color dorado, con plumas color doradas. El rubio tomó en sus manos la pluma, acercándola al pergamino para firmarlo. O bueno, eso hubiera pasado de no ser por cierta chica castaña, quien tiene una buena puntería. Un tacón arrasó con el pergamino, rompiéndolo a la mitad.  

Blome | EdlucaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora