Blome | Edluca

Interview

Edgar se encontraba contemplando el hermoso cielo gris por la ventana, no podía creer que el tiempo pasará tan rápido. El castaño divagaba en sus pensamientos mientras acariciaba las orejas de su pequeño Ratio , quien descansaba placenteramente en la cama del chico. El castaño desvió la vista hacía el hermoso paisaje verde, los arboles comenzaban a quedarse sin hojas. Las nubes grises tapaban por completo el sol, eso significaba solo una cosa; lluvia. Edgar frunció el ceño, justo hoy era su entrevista, no quería que nada la arruinara. Miró el reloj de pared y pudo visualizar la hora; 11:20 a.m. Edgar suspiró, la entrevista era en poco tiempo y, sinceramente, estaba muy nervioso.

La entrevista comenzaba en 20 minutos, el lugar no quedaba muy lejos, pero aun así serían como 15 minutos a pie. No podía permitirse llegar tarde a aquella entrevista de trabajo. Edgar sabía que no tenía de otra, tendría que hacer algo que odia... Tenía que pedir un taxi. Frunció nuevamente el ceño, tomó su pequeña mochila en brazos y se la colocó. Tomó las llaves de casa, bajo rápidamente al primer piso, abriendo la puerta principal y saliendo al exterior.

Edgar miró el carro, supuso que ese era su taxi. Se acercó y tocó la ventana. El taxista bajo la ventana, miró al joven y le dirigió una cálida sonrisa.

-Buenos días, Joven, suba suba-

Edgar asintió, abriendo la puerta trasera del carro y entrando dentro del mismo, acomodándose en el asiento.

-¿A donde lo llevó, joven? -

-¿conoce la organización Blome? -

El taxista asintió, mirándolo por el retrovisor.

-¿Podría usted llevarme ahí? Tengo una entrevista en menos de 17 minutos-

Pregunto el chico de ojos azules, asegurándose de que en su pequeña mochila viniera todo lo que necesitaba.

-Claro, caballero, llegaremos en menos de 10 minutos-

Diciendo aquello, el taxi se puso en marcha.

En el camino, el taxista le sacó platica al castaño, tal vez no era bueno hablando, pero al menos el taxista valoraba cada pequeña palabra que decía. Al llegar a su destino, Edgar salió del carro, sacó su billetera y le extendió el dinero al hombre. El taxista asintió y tomó el dinero.

-Que tenga un buen día, joven-

Luego, subió la ventana y se retiró. Edgar asintió, dándose la vuelta y encaminándose al edificio frente a él. Por fin estaba en Blome, estaba feliz de haber llegado, pero seguía estando muy nervioso.

Al entrar, se encontró con la recepción, en la recepción había un joven con una capucha azul y los ojos vendados, se veía distraído entre todo el papelero que tenía. Edgar carraspeo, acercándose a la recepción.

-Buenas tardes, ¿tiene cita?-

Preguntó el recepcionista, Edgar negó con la cabeza.

-Buenas tarde, soy Edgar Valden, vengo a la entrevista de trabajo-

Edgar sintió la mirada penetrante del chico, aun que no pudiera ver sus ojos.

-¡Edgar Valden! Bienvenido, me da mucho gusto recibirlo. ¿Podría darme los documentos que le pedí? -

El castaño asintió, sacando de su mochila los papeles y entregándoselos.

-Genial, joven Valden, tome asiento, en un momento le llamaré-