Blome | Edluca

¡Kiss him!

-¿Cómo lo...?- 

Los balbuceos del demonio se vieron interrumpidos por el rubio, quien soltó una sonora carcajada. El corazón que había sido calentado entre las cálidas manos del chico, brillaba cada vez con más intensidad, indicando así la derrota del demonio. Las miradas de todos los presentes se posaron en Victor, en menos de un minuto el corazón de cristal estallaría en las cálidas manos del rubio. En menos de un minuto, regresarían a su mundo, todos regresarían; bueno, todos menos Edgar. 

.  .  .

-Me estas diciendo... ¿Qué tengo que rociar el liquido en los labios de Edgar para que despierte?-

El peliblanco asintió sin detener sus pasos. El viento era tan helado que el rubio podía sentir dolor al respirar, un dolor insoportable a los sentidos de un humano. La fría atmosfera cambiada regularmente, de repente hacía mucho frío, para unos segundos después derretir todo a su paso. 

-Victor, a diferencia de ustedes, a Blome le gusta torturarnos...-

El rubio no respondió, no podía ni siquiera interpretar palabras, el viento desgarraba poco a poco su respiración. La marioneta soltó un largo suspiro. 

-A Blome le gusta ver como nos golpean... Ya que no podemos morir, constantemente nos pone a jugar a ser cazados- La marioneta hizo una pausa cuando pudo visualizar una puerta enredada con maleza. Cuando por fin estuvieron lo suficientemente cerca, la marioneta paso su mano por la puerta llena de maleza. -Aquí esta el corazón de cristal azul...- 

 El rubio contempló el brillo tras la puerta, era un brillo color azul, un brillo destructivo. 

. . .

De repente, un pequeño perro se acercó corriendo al rubio, mordiendo su mano y haciendo que soltará el corazón. Al dirigir su mirada hacía el atacante, Victor pudo notar que era una versión marioneta de su propia mascota. El perro lo observaba resentido, como si su sola presencia fuera lo que más le molestaba. Justo detrás del rubio, apareció una marioneta, específicamente; Victor. 

-No permitiré que hagas eso-

Blome soltó una carcajada, acercándose lentamente hacía el oscuro corazón que había perdido su encantador resplandor. Su plan era simple, inhabilitar nuevamente el corazón de cristal, tal cual lo había hecho hace años. Más sin embargo, no contaba con la astucia de Luca y Andrew. Luca, quien lo tenía todo por perder, arriesgo su propia vida al tomar primero el corazón, dejando a Blome con la mano estirada. 

-Eso no es tuyo, pequeña rata-

Blome se enderezó, comenzando a caminar hacía Luca. Justo cuando levantó su mano para arañarlo, una mano salió de la tierra, sujetando con firmeza el tobillo del demonio. Resulta que, los fundadores, pudieron escapar de la prisión en la que Blome los había metido. Eli sujetaba el tobillo del demonio, mientras que Olivia resurgía del suelo, tal cual una hermosa rosa de una semilla. 

-¡CORRÁN!- 

Luca obedeció, acelerando el paso hacía la cama de Edgar. Cuando el castaño estuvo a una distancia menor a 3 metros, unos grandes rosales lo rodearon por completo.